Confluyeron anoche en la cena de CIPPEC, a la que asistieron 1.300 dirigentes entre funcionarios, diputados y senadores, gobernadores, intendentes y empresarios
No hubo presencia de dirigentes del núcleo más duro del kirchnerismo, como cada año, todos los años. Sí llamó la atención, sin embargo, la ausencia de Mauricio Macri, que partirá hacia los Estados Unidos en las próximas horas: desde el 2013 y hasta el año pasado, el Presidente había sido un habitué de la tradicional cena del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), que anoche reunió al Gobierno y a la oposición en el hotel Hilton de Puerto Madero en vísperas de la campaña electoral.
Con la crisis de Santa Cruz como eje obligado de las conversaciones entre los comensales, y con los dilemas por las candidaturas de las elecciones legislativas, en especial en la provincia de Buenos Aires, 1.372 dirigentes entre funcionarios, diputados y senadores, gobernadores, intendentes, empresarios y periodistas se apiñaron en el subsuelo del Hilton, en una cena por la que había que pagar un cubierto de 9.800 pesos, 2.800 más que el valor del año pasado, casi un 30 por ciento de aumento.
El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; Julia Pomares, directora ejecutiva de CIPPEC; la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti; y el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti
Sin Macri y ausente su jefe de Gabinete, Marcos Peña, el Gobierno estuvo representado por Gabriela Michetti, que se sentó en una de las mesas del centro del salón con el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, y el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
Desparramados por la sala se ubicaron el viceministro Mario Quintana y los ministros Guillermo Dietrich, Esteban Bullrich, Patricia Bullrich, Francisco Cabrera, Lino Barañao, Luis Caputo, Andrés Ibarra, Juan José Aranguren, Ricardo Buryaile y Carolina Stanley; el senador Federico Pinedo; el titular de la AFIP, Alberto Abad; el jefe de Asesores de Macri, José Torello; y secretarios y subsecretarios como Adrián Pérez, Ezequiel Sabor, Juan Bautista Mahiques, Ricardo Delgado, Paula Bertol, Pedro Robledo, Hernán Iglesias, Lucas Delfino y Ezequiel Fernández Langan, por el lado del oficialismo.
La oposición, por su parte, estuvo representada por gobernadores del peronismo como Gustavo Bordet, Sergio Uñac, Domingo Peppo, Alberto Weretilneck y Juan Manuel Urtubey; el socialista Miguel Lifschitz y el radical Gerardo Morales, además del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, uno de los primeros en irse junto a su esposa, Barbara Diez, todavía exultante por la oficialización de la candidatura de Elisa Carrió en la ciudad de Buenos Aires. Diego Santilli, también presente en el evento junto a gran parte del gabinete porteño y legisladores, les contó a algunos de sus compañeros de mesa que justo la tarde que el ex embajador Martín Lousteau le blanqueó a Macri su renuncia, el lunes 3, tenía agendado juntarse con Guillermo Laje, primo y operador del ex ministro K. "Nos enteramos por los diarios", recordó Santilli mientras degustaba el lomo de ternera con batata ahumada que se sirvió anoche de plato principal. Como Rodríguez Larreta, también se mostró eufórico por la postulación de Carrió. Un rato antes, ECO, el sello de Lousteau, había inaugurado cerca un local partidario: fue motivo de charla entre la legisladora Natalia Fidel, del entorno del ex embajador, y José "Pepe" Scioli, que se mostró interesado por los próximos pasos del ex ministro. Enrique Nosiglia, histórico dirigente radical, promotor de la postulación del ex embajador, también fue de la partida.
Sergio Massa repitió la rutina de todos los años: fue uno de los últimos en llegar al subsuelo del Hilton junto a su esposa, Malena Galmarini, pero antes de la diputada Margarita Stolbizer, con quien podría compartir fórmula en la provincia de Buenos Aires. Los diputados que acompañaron al líder del Frente Renovador -José Ignacio de Mendiguren, Facundo Moyano, Marco Lavagna y Felipe Solá, entre otros-, repitieron el lema con el que Massa plantea la dura tarea de romper con la grieta: "Polarizar con la polarización". Así como en su momento el Gobierno tiró por la borda el concepto de "segundo semestre", desde el massismo no quieren volver a hablar de la "ancha avenida del medio". El ex ministro Roberto Lavagna y Mauricio D´Alessandro también fueron de la partida.
Antes del plato principal, Julia Pomares, directora Ejecutiva de CIPPEC, había llamado a los presentes a "administrar la tensión entre intereses particulares y el bien común, a partir de la negociación y la conciliación". Pomares se refirió además a la precariedad y la informalidad del financiamiento de las campañas electorales de cara a las legislativas de este año. Al menos en el oficialismo es aún una incógnita cómo será la recaudación electoral, caída la reforma política y el debate por la financiación partidaria.
Patricia Bullrich, Guillermo Yanco y Juan Manuel Abal Medina
Daniel Filmus es lo más cercano al kirchnerismo que anoche se acercó hasta el hotel Hilton. A la misma hora, manifestantes volvían a protestar en Río Gallegos contra el gobierno de Alicia Kirchner y unos cincuenta vecinos de El Calafate se preparaban para golpear cacerolas frente a la casona de Cristina Kirchner. La crisis de Santa Cruz sobrevoló el evento durante toda la noche en Puerto Madero en casi todos los asistentes: desde el senador Juan Manuel Abal Medina y José Luis Gioja, diputado y presidente del PJ, hasta sindicalistas como Gerardo Martínez y Antonio Caló, o empresarios como Luis Betnaza, Gustavo Grobocopatel, Alejandro Bulgheroni, Teddy Karagozian, Adelmo Gabbi, Jaime Campos y José Luis Manzano.
Y en dirigentes del oficialismo. Monzó fue uno de los que se mostró más preocupado por el estallido santacruceño durante el cóctel, antes de pasar al salón principal. Les explicó a un grupo de gobernadores y legisladores que la situación podría empeorar en los próximos días, y que la polarización con el kirchnerismo complicaría la búsqueda de consensos en el Congreso después de las elecciones, cualquiera sea el resultado. "Se vienen reformas de fondo, como la tributaria: si no hacemos un pacto con todos los actores de la oposición, no tenemos salida", explicó entre esos corrillos, según confiaron, el titular de la Cámara baja, mientras los mozos se paseaban con bandejas repletas de empanadas, cazuelas de pastas rellenas, mini-hamburguesas con queso y tomate y pinchos de langostinos. Monzó habló a solas, solo unos minutos, con Nicolás Caputo, el más íntimo de los amigos de Macri, que lució un pin de Singapur después de ser nombrado cónsul honorario en la Argentina por aquel país.
Los que también dieron el presente fueron unas decenas de intendentes del oficialismo -Martiniano Molina, Martín Yeza y Nicolás Ducoté, entre otros- y la oposición, en la que sobresalieron Gabriel Katopodis, Juan Zabaleta, Martín Insaurralde -asistió junto a su esposa Jésica Cirio- y Mariano Cascallares, integrantes del denominado Grupo Esmeralda que buscan aglutinarse bajo la candidatura bonaerense de Florencio Randazzo. Para mañana, este grupo de intendentes organizó un operativo clamor en el Hotel NH de la calle Bolívar, a metros de Plaza de Mayo y a una cuadra y media de las oficinas del ex ministro en el Palacio Raggio.
Además de la de Macri, la otra ausencia que llamó la atención fue la de María Eugenia Vidal, que avisó que tenía fiebre. La representaron su jefe de Gabinete, Federico Salvai; el secretario General bonaerense, Fabián Perechodnik, y el ministro Hernán Lacunza. La gobernadora tiene agendado oficializar hoy la creación de la Oficina Anticorrupción en la provincia de Buenos Aires. Laura Alonso, titular de la oficina homónima a nivel nacional, fue otra de las dirigentes del macrismo que participó en la cena de anoche. Contó, según abundaron algunos de sus compañeros de mesa, algunos detalles de la fiesta de 15 de la hija de Daniel Angelici del sábado por la noche, a la que también pasaron por la recepción durante casi dos horas el Presidente y su esposa, Juliana Awada.
Según trascendió anoche desde su entorno, Alonso tiene previsto presentarle en las próximas horas una nota preventiva con algunos interrogantes a Bernardo Saravia Frías, el secretario Legal y Técnico del Ministerio de Hacienda que espera ser designado en estos días en lugar de Carlos Balbín en la Procuración del Tesoro. Según el sitio web de su estudio jurídico, Saravia Frías menciona al Grupo Macri entre los clientes del bufete.
La designación del nuevo procurador fue otro de los temas de conversación del encuentro de ayer junto al interrogante del próximo embajador en Washington previo al viaje de Macri a los Estados Unidos. Alfonso Prat Gay, que en versiones periodísticas se lo había mencionado como potencial sucesor de Lousteau, recibió más de una humorada alusiva al tema antes de retirarse del Hilton. Más seria fue la respuesta de Isela Costantini, enfundada en un ajustado vestido rojo y mencionada en los discursos como flamante incorporación a CIPPEC, cuando este medio le consultó por los rumores que también la ubican como eventual reemplazo del ex embajador. "No", dijo apurada la ex presidenta de Aerolíneas Argentinas y apuró el paso junto a su pareja ya entrada la noche. Había vuelto hacía unas horas de los Estados Unidos, donde a fines de la semana pasada cenó con Lousteau, antes de dar una charla en una universidad de Boston.
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