Por Gonzalo Prado

Mauricio Macri prepara una cumbre con los presidentes provinciales del PRO para los primeros días de marzo con el objetivo de fortalecer su candidatura para volver a controlar el partido que fundó y ensayar una respuesta a la carta del domingo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la que juntó a algunas figuras del macrismo. No todas.

 

Macri no ocultó su malestar por la misiva de Bullrich en la que en el primer párrafo lo critica por la lentitud que tuvo su administración para realizar cambios durables en el país. Por eso quiere que su respuesta sea contundente y está convencido de que la mejor forma de hacerlo es mostrar que casi la totalidad del PRO está detrás suyo.

Por eso la mejor forma que encontró el fundador del partido amarillo es reunir a los jefes partidarios, ,más aún cuando hace dos meses veinte de ello emitieron un comunicado rechazando la idea de Bullrich de patear las elecciones para mitad de año. En aquella carta, los firmantes apoyaron a Macri en su búsqueda de un nuevo mandato como titular del PRO al considerarlo la persona con mayor peso en el partido en este momento.

 

 

Las reuniones de Macri

Macri, a su vez, quiere avanzar en una reconstrucción del PRO con una impronta más federal, aún cuando algunas figuras del espacio descreen de eso. Por esa razón comenzó con las reuniones con los gobernadores de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y de Chubut, Ignacio Torres, más el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.

El expresidente cree que el PRO debe darle gobernabilidad a Javier Milei, pero no ejercer un cogobierno. "Hay que apoyar el cambio, porque somos eso, pero el que toma las decisiones es Milei. Nosotros no somos parte de al Casa Rosada", remarcó un estrecho colaborador de Macri.

Macri pasa por un momento particular con Milei ya que percibe que la Casa Rosada tiene mucha ansiedad en cerrar el pacto entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA), que hoy está en el freezer, sobre todo por la guerra declarada entre la Nación y Chubut. El expresidente sospecha que el jefe de Estado quiere fracturar al macrismo, algo que buscó Bullrich con su carta. Por eso, antes de oficializar su intención de competir por el principal cargo en el espacio que fundó, quiere una foto en la que no haya dudas que el liderazgo lo posee él.