El empresario David Matzkin arremetió contra las autoridades de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y las cooperativas. Acusó al delegado provincial de la AFSCA, Eduardo Tindiglia, de tener una “incompatibilidad” para ser radiodifusor por su condición de funcionario público. Antes de asumir, Tindiglia anunció que renunciaba como licenciatario de FM del Pueblo, una radio de la localidad de Guatraché para no tener esa incompatibilidad.

Además, Matzkin se quejó de la supuesta “competencia desleal” que tienen los cableros privados con las cooperativas. “Las entidades cooperativas tienen ventajas comparativas que, puestas en acción, constituyen prácticas comerciales desleales frente a un competidor. Esta mentira es cobrar la energía cara para ofrecer el cable barato y fundir a la PyME prestataria local”, afirmó.

A fines del año pasado, la AFSCA organizó las Jornadas de Asesoramiento y Capacitación Legal, Técnica y Crediticia, con la finalidad de facilitar a las entidades cooperativas el camino para llegar a ofrecer servicios de televisión por cable.

La participación de las cooperativas en el negocio de la televisión por cable, que se habilitó con la nueva Ley de Medios, viene provocando las quejas de algunos empresarios.

La familia Matzkin es propietaria de Huinca Cable Visión, que presta servicios en Huinca Renancó (Córdoba) y Victorica (La Pampa). Además, es socia de la firma Supercanal del Grupo Uno, que opera seis empresas de cables en San Luis y Córdoba. El Grupo Uno es propiedad de Daniel Vila y José Luis Manzano. También, el denominado Grupo Matzkin tiene cuatro radios FM en Santa Rosa. Una de las cuales utiliza el dial 94.7 que está asignado a una radio de la Municipalidad de Santa Rosa. La sociedad la integran el exministro del Interior, Jorge Matzkin; su esposa Gervasia Sica y sus hijos David, Valeria y Guillermo.

“Con notable organización estatal y escasa convocatoria se vio la semana pasada a un grupo de cooperativas participando de unas jornadas organizadas por la delegación Santa Rosa de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), para embarcarlas en la epopeya de hacer TV por cable. Bajo presión de la FEPAMCO, de la misma AFSCA, de la CPE y hasta del Banco Nación, asistieron a escuchar la perorata del ‘relato’ casi una docena de representantes de las entidades solidarias”, dijo David Matzkin en una nota enviada a El Diario.

“Lo que no se dijo, en esa larga y aburrida charla, es que en el interior, el mercado de la comunicación pampeano, al servicio lo prestan pequeñas empresas que nada tienen que ver con los grupos hegemónicos de los cuales les gusta hablar a los organizadores del evento”, explicó.

Matzkin dijo que “quienes conducimos estas pequeñas empresas de televisión por cable del interior estamos orgullosos de poder llegar a nuestras comunidades con la diversidad de voces y de oídos. También estamos orgullosos de tener servicios con tecnología de punta, sin nada que envidiarles a las grandes ciudades, donde sí presta servicios el grupo económico enemistado con los dueños del relato oficial. Somos pequeñas empresas que invertimos en nuestras redes y tendidos, brindamos servicios de televisión analógica, digital y de alta definición, incorporamos servicios de valor agregado como Internet y telefonía, y desarrollamos nuestros estudios de TV, desde donde efectivamente democratizamos las voces en el ámbito de la comunicación regional. Se nos infla el pecho cuando, con nuestra actividad, generamos empleo local y producción genuina en el interior del interior, capacitando a nuestros recursos humanos técnicos y administrativos en forma permanente”.

Agregó que “somos uno de los segmentos empresarios que más contribuimos impositivamente, en particular con el Impuesto a las Ganancias, obligación exenta de las cooperativas, que tanto bregan por la igualdad ante ley. Somos grandes pagadores de IVA, ingresos brutos y gravámenes que muerden la facturación, algunos de ellos inventados por el mismo AFSCA, para alinear aplaudidores, como DAC O SAGAI, además de SADAIC, AADICAPIF, ARGENTORES, Fondo Nacional de las Artes, entre otros”.

“Nuestra actividad es genuina. De nuestra producción como radiodifusores, generamos los recursos para cumplir con todos los factores. No disponemos de los privilegios de una concesión monopólica que nos permita cerrar cualquier ecuación económica de otras actividades. O realizar prácticas atadas, como cruzar dinero de secciones rentables a otras que no lo son, aún cuando la Ley de Medios, que tanta publicidad hacen, se los prohíbe”, aseguró.

Créditos

También arremetió contra el Banco Nación: “Nuestro acceso a las líneas crediticias del Banco Nación es como a cualquier hijo de pampeano. No tenemos ningún fomento especial ni líneas blandas o promocionales para desarrollar más nuestra actividad. Nuestras PyMEs presentan las carpetas ante el Banco, las analizan y, si tenemos capacidad, nos prestan en las condiciones comerciales generales. No hay ninguna línea específica para nuestra actividad, o por lo menos que esté puesta en práctica”.

“Estas jornadas propagadoras para las cooperativas suman más a la confusión de que todo lo cooperativo es mejor que lo privado. Esa falacia se sustenta únicamente en que las entidades cooperativas tienen ventajas comparativas que, puestas en acción, constituyen prácticas comerciales desleales frente a un competidor. Esta mentira es cobrar la energía cara para ofrecer el cable barato y fundir a la PyME prestataria local. Claro, con la complicidad del AFSCA”, completó.

“Finalmente, y en el marco de cumplimiento de la ley, el anfitrión de la jornada debería resolver y explicar públicamente su incompatibilidad manifiesta para desempeñarse como radiodifusor, atento a que una de las limitaciones es que no puede ser funcionario público quien sea titular de una licencia de medios”, cerró .