La matemática electoral de Santiago Caputo: cómo piensa ganar 43 bancas de Diputados y 15 del Senado

La matemática electoral de Santiago Caputo: cómo piensa ganar 43 bancas de Diputados y 15 del Senado

El asesor presidencial sueña con teñir el Congreso de violeta. La estrategia en Buenos Aires, la Ciudad y el resto del país. Tuiteros y outsiders en las listas.

 

Por Pablo Lapuente

El arquitecto del relato libertario Santiago Caputo teje acuerdos, segmenta estrategias territoriales y suma funcionarios de otros partidos al gobierno con el objetivo de garantizar al presidente Javier Mileiun Congreso afín el próximo año.

NOTAS RELACIONADASEL SÓTANO DE LA DEMOCRACIASantiago Caputo promete devolver los $100 mil millones de la SIDEPor Pablo Lapuente

En su cabeza da vueltas un cálculo: 43 bancas de Diputados y 15 del Senado para sumar a las 39 y 6 que tiene, respectivamente. “Es un número ambicioso”, dice otro funcionario de altísimo rango y entrada diaria a la Casa Rosada.

El oficialismo cuenta con un bloque de 39 bancas en la cámara baja, incluidas aquellas que ocupan dirigentes que ingresaron en representación de otros espacios liberales, como José Luis Espert y las recientes reincorporadas Lorena Macyszyn y Carolina Piparo. De esas 39, LLA arriesgará ocho. Los seis sillones del Senado los tiene asegurados hasta 2029.

 

 

Son cálculos cargados de optimismo. No obstante, voces del oficialismo ponen sobre la mesa los resultados obtenidos en las elecciones de 2023 y la posibilidad de incrementar aquellos porcentajes gracias al acuerdo en construcción con el PRO, parte de la UCR e, incluso, con el peronismo inorgánico. Antes de todo, la cúpula libertaria quiere traducir esos entendimientos en un interbloque -o, al menos, un trabajo conjunto con las fuerzas- que le dé el volumen político que necesita para transitar los próximos meses. El propio Milei está en eso.

Santiago Caputo y el ejército de trolls al poder

Para no repetir errores del pasado en los armados, como las deslealtades al proyecto libertario que le achacan al senador Francisco Paoltroni y a la diputada Lourdes Arrieta, ambos desplazados de los bloques oficialistas, la Casa Rosada evalúa garantizar un cupo twittero en las listas.

La idea de Santiago Caputo marida con la de Karina Milei, quien está al frente del armado territorial de LLA y sigue los movimientos de los funcionarios del gobierno. El Jefe pretende sumar a personas que estén fuera de la política, que contribuyan a reforzar la idea de un partido anticasta. De ahí la propuesta de sumar a integrantes del denominado troll center, para garantizarse lealtad y un discurso sin fisuras con Milei.

Como publicó Letra P, según un sondeo de la empresa Sentimientos Públicos, el 54% de las personas consultadas preferiría votar a un candidato sin experiencia política.

En la Casa Rosada aún no dan nombres para la competencia del año próximo. Entre las cuentas a las que el entorno presidencial le da mayor preponderancia están la de Juan Pablo Carreira, más conocido como Juan Doe, director de Comunicación Digital del gobierno; Tomás Jurado, quien se mueve bajo el seudónimo de Peluca Milei, otro de los encargados de la estrategia digital libertaria; y Lucas Luna, más conocido como Sagaz, quien es director en una empresa pública.

Carreira, Jurado y Luna trabajan en un salón contiguo al despacho del asesor Caputo, en lo que alguna vez fue el Salón de las Mujeres, hoy llamado Salón de los Próceres. También pasan por ahí los twitteros Daniel Parisini (Gordo Dan) y el youtuber estrella Mariano Pérez. El círculo se completa con Nahuel Sotelo, secretario de Culto, y Agustín Romo, legislador bonaerense. Internamente, a este grupo lo llaman Los Gordos.

Por ahora, los únicos con lugar asegurado en las nóminas son el bonaerense José Luis Espert y el porteño Manuel Adorni. Los hermanos Milei se encargaron de impulsarlos. “Espert va arrasar”, dijo el Presidente en una entrevista con su amigo periodista Alejandro Fantino. La definición relega, al menos por ahora, a los macristas Cristian Ritondo y Diego Santilli.

Buenos Aires y otra clave

La confección de las listas -y la cantidad de bancas que logre el oficialismo- dependerá naturalmente de la construcción territorial. En Balcarce 50 lo grafican de este modo: “24 provincias, con 24 elecciones distintas y 24 acuerdos diferentes”. La frase remite a la posibilidad de que muchas provincias separen su elección de la nacional, debido al impacto que tendrá el uso de la boleta única de papel.

La estrategia de Karina Milei y Santiago Caputo, detrás de la fotografía en Olivos.

Pese a que aún falta casi un año para presentar candidaturas, el método de Karina que aplican Eduardo y Martín Menem y Caputo ya se ve reflejado en algunos territorios. En la provincia de Buenos Aires, donde gobierna el peronista Axel Kicillof, pretenden llegar a un acuerdo con el PRO, un sector de la UCR e, incluso, el peronismo inorgánico. El oficialismo busca superar el techo conseguido en 2023.

En aquella contienda, el candidato a presidente más votado fue Sergio Massa, con el 36,6% de los votos. Javier Milei consiguió el 29,9% y quien hoy es una de sus principales aliadas, la ministra Patricia Bullrich, se quedó con el 23,8% de las adhesiones. El Gobierno cree que tiene mucho para crecer en la madre de todas las batallas gracias a una confluencia con sectores de Juntos por el Cambio (JxC). Sobre esos números, el tándem Karina y Caputo se ilusiona con quedarse con 20 de las 35 butacas de Diputados que se pondrán en juego.

En la Ciudad de Buenos Aires el escenario es completamente distinto, aunque igualmente auspicioso, según el oficialismo. El denominado triángulo de hierro tiene pensado competir contra el partido de Mauricio Macri con listas separadas, bajo la premisa de que conseguirán por separado un mayor número de bancas que luego podrían fusionar en el Congreso. Calculan que se quedarán con los tres lugares del Senado: los dos de la mayoría para LLA y el tercero por la minoría para el partido amarillo, además de pasar de 2 a 8 en la Cámara de Diputados.

Los cuatro gobernadores aliados y la reunión con Juntos por el Cambio

Este tipo de coordinación también se explicaría en provincias administradas por gobernadores aliados. En ellas la administración central quiere sumar justicialistas a sus listas o coordinar con los jefes provinciales la elaboración de nóminas alternativas a aquellas que presente Cristina Fernández de Kirchner, que por estas horas disputa la presidencia del Partido Justicialista (PJ) con Ricardo Quintela.

La fotografía que se tomó el Presidente con Gustavo Sáez (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Hugo Passalacqua (Misiones), tras una cena en la Quinta de Olivos, va en ese sentido. Lo mismo que la reunión que mantuvo este jueves en la Casa Rosada con los mandatarios Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis) y Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires).

Córdoba es otro punto clave en el mapa del oficialismo. En 2023 obtuvo un resultado arrasador. LLA y el schiarettismo representado por la coalición Hacemos por Nuestro País consiguieron tres bancas de diputados cada una, de las nueve que se renovaban, mientras que JxC, que supo tener en esta provincia uno de sus principales anclajes, consiguió apenas dos bancas y Unión por la Patria, una.

En 2025, se pondrán en juego nueve butacas en Diputados pertenecientes a Córdoba. Son las ocupadas por Encuentro Federal (Oscar Agost Carreño, Natalia de la Sota e Ignacio García Aresca), UCR (Gabriela Brouwer De Koning, Soledad Carrizo y Rodrigo de Loredo), el PRO (Laura Rodríguez Machado y Héctor Baldassi) y Unión por la Patria (Pablo Carro).

Comentá la nota