Sólo los justicialistas Carlos Gdansky y María Balcedo llegaron a la Cámara baja. En cambio, tanto el PJ como la oposición perdieron representatividad legislativa.
La Matanza, distrito clave para cualquier elección, perdió en 2011 varios representantes en la cámara baja. El diciembre finalizan sus mandatos el sindicalista Juan Carlos Sluga, un cuasi opositor interno que no acompañó la candidatura de Fernando Espinoza; Gustavo Dutto, reconocido como hombre del riñón político del convaleciente Alberto Balestrini; Héctor “Toty” Flores, el hombre de Elisa Carrió, que tendrá ahora la dura tarea de reconstruir su propio espacio; Patricia Gardella, referente del derrotado Julio Ledesma; y Lidia “Pinky” Satragno, la recordada candidata a intendente de la Alianza en 1999.
Como contrapartida serán sólo dos los candidatos que en diciembre accederán a una banca en Diputados. Por un lado está el líder de la CGT local Carlos “El ruso” Gdansky, hombre fuerte del sindicalismo matancero que apostó por la figura del actual intendente pero nunca perdió su independencia política.
El también conductor de la UOM matancera es mirado hoy como uno de los principales pilares del peronismo de La Matanza; tan así que su rol puede ser clave tanto para las elecciones legislativas de 2013 como para las Generales que llegarán dentro de cuatro años.
Por su parte, María Esther Balcedo fue concejal y siempre estuvo identificada con el gobierno de Alberto Balestrini. Fue una de las que pegó el salto al sector fernandista y se posicionó fuerte en la lista de candidatos a legisladores.
Pese a que hoy los números no marcan más posibilidades para La Matanza, en las últimas semanas se especuló con la posibilidad de que el actual titular de la Región Descentralizada de González Catán, Manuel Fresco, pueda acceder en un futuro próximo a una banca. Esto porque se piensa que Cristina Fernández puede utilizar para su próximo gabinete a algunos hombres que en diciembre deberían asumir como diputados. Fresco estaba en el puesto 24 de la lista.
Daños colaterales
Hay un diputado nacional saliente que podría pagar políticamente el haberse alineado por fuera del kirchnerismo. Es el caso de Juan Carlos Sluga, quien deberá enfrentar otra vez una pelea contra el espacio de Fernando Espinoza cuando lo quieran destronar del Sindicato municipal.
Por otro lado, el sindicalista Julio Rubén Ledesma -al que le quedan dos años de mandato-, enfrenta tal vez la situación más delicada. Cuando todavía no piensa en retirarse de la política, sufrió una derrota vergonzosa como candidato a intendente duhaldista y su sector se desplomó y desmembró en pocas semanas. En estos dos años que le restan deberá explotar a la perfección su espíritu camaleónico para no quedar con las manos vacías.
Y en la Provincia
En diciembre próximo, el senador bonaerense Jorge Pirozzolo finalizará un mandato que lo encontró sin brillo. De ser uno de los hombres fuertes de Alberto Balestrini en el distrito pasó a convertirse en un legislador que pasó desapercibido perdiendo además toda su ingerencia en el Gobierno Municipal.
En su lugar, este año asumirá Daniel Barrera, el subsecretario de Gobierno comunal y hombre clave en la gestión municipal. Es reconocido como el funcionario que debió ponerle la cara a todas las problemáticas hasta quedar desgastado por la casi nula respuesta que se ejecutaban desde el Municipio en algunos casos.
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