“La mastitis es una enfermedad del hombre que se expresa en las vacas”, definió el médico veterinario Eial Izak durante una jornada organizada por el laboratorio Zoetis, argumentando que se trata de una enfermedad ocasionada por el mal manejo. También se puso de relieve en el encuentro a la leptospirosis, otra enfermedad muchas veces subestimada en rodeo lechero.
“En estas jornadas vinimos con dos temas eje, por un lado lo referido a mastitis. Y por otra parte, el tema de la leptospirosis, sobre la que venimos trabajando en varias jornadas en el país. Me parece que es una enfermedad un poco subestimada pero que encontramos datos relevantes desde mortalidad a problemas reproductivos en el ganado”, indicó el médico veterinario Eduardo Puente, técnico de la compañía que este año absorbió a Pfizer.
A su turno el médico veterinario Eial Izak, un mastitólogo de renombre nacional indicó que “la mejor definición de la mastitis es que se trata de una enfermedad del hombre que se manifiesta en las vacas, es decir, es una enfermedad de manejo. Por supuesto que podemos aplicar todas las tecnologías pero seguimos haciendo hincapié en la capacitación del personal”.
Izak señaló que “cuando intensificamos las vacas sin ningún tipo de organización, y cuando tenemos factores climáticos adversos empiezan a triplicarse los casos de mastitis y los enfermedades podales. Y también se achica la cantidad de lactancias de esos animales, ya que duran mucho menos en el tambo. Y el Programa Claves estableció que tomando el promedio de Argentina 400.000 células somáticas, y ocho casos de mastitis cada 100 vacas por mes, un tambo con 400 vacas ordeñe y 25 litros promedio, estaría perdiendo $662.000 al año, es decir un mes más de leche, o para graficarlo mejor, se están perdiendo el aguinaldo diría”.
Atenti con la leptospirosis
Si bien las ratas pueden ser un factor de transmisión, “en el bovino, en general la transmisión es de bovino a bovino. Puede haber otras especies como los cerdos o perros que se lo pueden transmitir. Pero en cuanto al tema de los humanos no hay que pasar por alto el tema que el bovino es una fuente de reservorio de la enfermedad y puede ser también un factor de transmisión hacia el humano”, indicó Eduardo Puente.
En el caso de los bovinos se habla de un impacto muy importante de la enfermedad en provincias argentinas. “Por ejemplo, en Corrientes hay datos de unos 100 animales que murieron, terneros jóvenes, en Buenos Aires también en algunos feedlots. Quizás la repercusión más importante es en la parte de reproducción, produce baja fertilidad, abortos, nacimientos de animales débiles que mueren a las pocas horas”, enfatizó el experto.
Los ganaderos pueden proteger sus rebaños contra la leptospirosis mediante una combinación de manejo adecuado y vacunación.
Cabe destacar que las bacterias responsables necesitan oxígeno y temperaturas moderadas para multiplicarse. Son de naturaleza frágil y pueden destruirse fácilmente sometiéndolas a temperaturas elevadas o deshidratación, o bien con el uso de desinfectantes. A pesar de ello, todas sobreviven durante un tiempo considerable en arroyos, estanques y otras masas de agua dulce.
Para combatir la leptospirosis y reducir su retransmisión se aconseja:
*Limpiar y desinfectar los corrales que han albergado animales infectados.
*Utilizar fosas en lugar de los canales de estiércol habituales para evitar la contaminación entre corrales por las salpicaduras de orina.
*Drenar las zonas anegables o encharcadas.
*Evitar el acceso de los animales al agua estancada o a la escorrentía de los corrales.
Aunque se apliquen las prácticas más adecuadas, la leptospirosis se puede seguir transmitiendo a menos que vacune a sus animales. Si quiere asegurar la mejor protección para su ganado, vacune a los animales sanos de acuerdo con las instrucciones de un veterinario.
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