El massismo se radicaliza y obliga al Gobierno a recostarse en los gobernadores

El massismo se radicaliza y obliga al Gobierno a recostarse en los gobernadores

No votarán ninguna de las reformas y su futuro como aliado ocasional del Gobierno es incierto.

"A la izquierda, la pared", bromeaban algunos diputados del Frente Renovador que este martes se reunieron para definir una postura sobre la reforma laboral y la previsional.

El rechazo lo habían anunciado Graciela Camaño y Mirta Tundis y nadie se opuso, para sorpresa de los diputados del bloque justicialista, referenciado en gremios y gobernadores, que aún imaginan un interbloque con la veintena de massistas con mandato hasta 2019.

 

"Si siguen en esta postura, vamos a empezar a reclutar a los que son peronistas", se indignaban algunos de sus colegas, aún dirigidos por el sindicalista Oscar Romero. Mañana tienen reunión de bloque para tratar el tema.

 

Este grupo confía en reclutar a diputados del Frente para la Victoria, pero está chocanco con una hasta ahora eficaz gestión de Agustín Rossi.

 

La semana pasada el santafesino se juntó con 40 diputados electos por el PJ y hasta se encargó de sostener a la rionegrina María Emilia Soria, clave para el desafuero de Julio De Vido.

 

Descartan la mudanza de diputados electos del peronismo de Entre Ríos, Chaco y Mendoza, pero confían en sostener a la mayoría del resto y mantener la segunda minoría, detrás del Gobierno.

 

Distinta sería la historia si Axel Kicillof fuera ungido como reemplazo de Héctor Recalde, opción que aún nadie descarta.

 

Pero la radicalización de Massa altera el escenario, porque sin ellos el Gobierno deberá buscar aliados entre los gobernadores. No sólo los peronistas, sino también los de partidos provinciales, cada vez con mayor peso.

 

"No tenemos intendentes, gobernadores ni candidatos. Por ahora hacemos lo que pensamos", dijo a LPO un diputado del Frente Renovador, radicalizado como sus pares. Saben que pueden hacerlo.

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