Compartieron una cena en la que mencionaron a Lavagna, Espert y Olmedo
Que sea una gran interna, mientras más reñida mejor y hasta con invitados "sorpresa" que ayuden a equilibrar la balanza con Mauricio Macri y Cristina Kirchner . O que no sea.
Por el primer eje derivó parte de la cena que Sergio Massa y el gobernador Juan Manuel Urtubey compartieron antenoche, en Salta, entre vinos, empanadas, números de encuestas de las provincias del NOA y las reglas de juego que deberán respetar los dos socios y rivales de Alternativa Federal. Tanto entre sí como para no perturbar las internas locales de sus aliados gobernadores.
Sobre la posibilidad de que no haya PASO y se elija un solo candidato, si la disparidad de encuestas se hace evidente, hay controversia. Algunos de los presentes señalaron que fue parte de la charla. Otros lo negaron terminantemente. Expuesta o no, la idea sobrevuela tanto a Massa como a Urtubey. Claro que ninguno de los dos se imagina a sí mismo dando un paso al costado.
Mejor ir por partes. La cena, en la que participaron los diputados bonaerenses Raúl Pérez y Diego Bossio, y los funcionarios salteños Miguel Isa, Fernando Yarade y Juan Pablo Rodríguez, cerró la gira que Massa y Urtubey compartieron por Salta, pero sobre todo sirvió para plantear el futuro inmediato de los aliados, que se reencontrarán el 4 de febrero, en Mar del Plata.
La idea más novedosa que cruzó la mesa fue invitar a las PASO de Alternativa Federal a varios candidatos que transitan en soledad sus ambiciones, como el economista José Luis Espert o el diputado Alfredo Olmedo .
También se nombró a Roberto Lavagna . "No lo vamos a subestimar ni despreciar, pero merece respeto y seriedad", señaló uno de los comensales, en alusión a que la candidatura del economista viene siendo empujada por algunos sindicatos y dirigentes peronistas, por el gobernador socialista de Santa Fe, Miguel Lifschitz , "y por los medios" -subrayó- más que por el interesado.
"El mejor escenario sería una PASO reñida entre Massa y Urtubey, pero también enriquecida por Lavagna y otros candidatos que nos permitan interpelar a la mayoría de la sociedad que se cansó de Macri y Cristina", indicó un protagonista, para abundar: "Una PASO que nos ubique en 25 puntos y nos ponga en la pelea con Cambiemos y el kirchnerismo".
Ese escenario, afirman, no está tan lejos. Durante la cena, Urtubey y Massa se entusiasmaron punteando encuestas provinciales del NOA y de Cuyo que muestran a Macri hundido en el rechazo, habilitando la pelea de un tercer competidor.
Son encuestas que muestran bien posicionada a Cristina Kirchner, nombre que desata desconfianzas en el dúo, porque la estrategia comunicacional de Massa apunta duro contra Macri y "olvida" a la expresidenta, mientras que Urtubey es más contemplativo que el tigrense con el líder de Cambiemos, pero se muestra tajante con Cristina.
En el Frente Renovador explican que se trata de no atacar al votante kirchnerista que podría acompañarlos y niegan cualquier negociación con el Instituto Patria. En Salta eligen creerle a Massa. De hecho, Massa cerró la jornada de ayer abrazado con el gobernador tucumano Miguel Manzur, que en la previa ratificó que su versión de la "unidad" peronista incluye a Cristina sí o sí. Sin medias tintas.
Desde hace meses, Manzur está abiertamente enfrentado con su antecesor, el senador José Alperovich, quien ahora pretende disputarle la gobernación, alineado con Cristina, y representando al kirchnerismo.
Cerca de Massa y Urtubey entienden que Manzur necesita "mimar" en público a la expresidenta para mantener unido al PJ local y conseguir la reelección. Confían que luego apostará por Alternativa Federal.
Esa es una de las reglas de convivencia que se pulieron durante la cena entre Urtubey y Massa: colaborar con los gobernadores aliados y no enturbiar sus internas.
De hecho, hasta exploraron un acuerdo en Salta, para que el intendente de la capital consiga permiso para competir en la interna del PJ que comanda Urtubey. Se trata de Gustavo Sáenz, que llegó al municipio con apoyo de Massa y Cambiemos, y luego acompañó al tigrense en la fórmula presidencial de 2015. Desde entonces, forma parte del dispositivo de la Casa Rosada. Un test de elasticidad para la política.
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