Hasta ahora, el titular de la Cámara Baja no habló sobre la movida del Gobierno en la empresa cerealera. "Se está trabajando en sumar propuestas", dicen en su entorno. La propuesta de Perotti.
Sergio Massa todavía no se expresó públicamente sobre la intervención de Vicentin y el proyecto, ahora suspendido, para expropiarla. Un silencio sugestivo que generaba ruido en el mundo político, dio lugar a especulaciones sobre diferencias internas y que no se limita a él sino que se amplía a todo su partido, el Frente Renovador. La mayoría de sus diputados o demás dirigentes también evitaron expresarse sobre el tema y los que lo hicieron no tuvieron una encendida defensa de la medida. Una postura que, según pudo reconstruir PERFIL, va de la mano con lo que había planteado este miércoles Alberto Fernández: “Si alguien tiene una propuesta mejor, estoy para escucharlo”. Por ese camino andaba transitando el presidente de la Cámara de Diputados, para evitar tener que sentarse a dirigir una sesión para aprobar el proyecto tal cual fue anunciado.
“Está sumando propuestas y sectores”, explican fuentes del massismo ante la consulta. Reconocen el silencio pero aseguran que se debe a que “todavía no hay proyecto, no llegó al Senado”. Una media verdad: es cierto que todavía no se conocía un texto con los argumentos para justificar la “utilidad pública” para expropiar la empresa, tal como lo establece la Constitución. Sin embargo, desde el resto del Frente de Todos no esperaron a tener esa letra y salieron a respaldar la decisión, ya sea por “la soberanía alimentaria” o “proteger los intereses de los acreedores”.
Cerca de Massa aseguran que estaba escuchando las diferentes propuestas que pudieran surgir. “Los que quieren colaborar están mandando sugerencias en papers”, resumen. Unos días después de anunciada la intervención y expropiación de Vicentin, el titular de Diputados se reunió –de manera virtual– con representantes del sector agroexportador. “Es uno de los motores más importantes que tiene la Argentina para mirar su futuro”, los endulzó.
De Vicentin, silencio. El tigrense sabía que cualquier matiz enunciado podía ser tomado como sinónimo de una interna.
Esa actitud de Massa y la demora en enviar el proyecto de expropiación no hacen más que poner la mira en los votos de la Cámara de Diputados. En el Senado se daba por descontada la aprobación, pero en la Cámara baja los números eran más finos. Y más aún con el rechazo expreso que hizo el bloque de Consenso Federal, referenciado en Roberto Lavagna. Así, la mira quedó puesta en otros circunstanciales aliados, como los cordobeses que responden a Juan Schiaretti, y el interbloque que lidera el mendocino José Luis Ramón, que criticó el accionar de la empresa y de Juntos por el Cambio, pero dejó abierto su voto. En la Cámara, sus críticos no dudan en describir sus posicionamientos como atados a los intereses de Massa.
Los diputados del Frente Renovador oscilaron también entre el silencio o una breve mención al tema, como las diputadas Cecilia Moreau (criticó a JxC por denunciar al Presidente) y Jimena López. José Ignacio “Vasco” De Mendiguren (en licencia desde que asumió en el BICE), tuiteó el primer día hablando de una “decisión estratégica” pero después también se llamó a silencio. Carlos Selva, en una entrevista, abogó por un “Estado que no esté ausente”, pero en sus redes no publicó nada. Como tampoco lo hicieron Ramiro Gutiérrez, Mirta Tundis o Alicia Aparicio.
El plan alternativo que esperaba Massa surgió desde Santa Fe con el pedido de intervención que hizo la Inspección General de la Personas Jurídidas que anunció este viernes 19 de junio el gobernador Omar Perotti. Una movida que, por el momento, evita que Massa tenga que hacer pública una postura sobre la expropiación.
Comentá la nota