El candidato del Frente Renovador criticó a Milagro Sala y selló su alianza con la UCR local
"¡Meu amigo!", gritó Sergio Massa apenas vio que José Manuel de la Sota llegaba a la localidad jujeña de San Pedro. El grito es el santo y seña que el tigrense y el gobernador cordobés, ex embajador en Brasil, usan en sus charlas y que ayer se mezcló con el "Yuto" que Massa intercambia con el senador radical y candidato a gobernador local, Gerardo Morales. "Vení, Yuto, que los peronistas te vamos a rodear", gritó de nuevo el tigrense y Morales terminó posando para la foto con los "compañeros" De la Sota, Gustavo Sáenz, Graciela Camaño y los postulantes locales Carlos Haquim, Alejandro Snopek y Marcelo Nasif.
En un raid frenético que atravesó los pueblos de Fraile Pintado, Chalicán y las ciudades de Libertador General San Martín, San Pedro, Perico, Palpalá y San Salvador, con caravanas y actos, ayer Massa se definió más de una vez como "peronista", algo inusual en sus discursos previos a las PASO. Pero las palabras que más repitió fueron miedo y milagro. En ambos casos fue para referirse a Milagro Sala, la líder de la agrupación Tupac Amaru, aliada al mandatario peronista Eduardo Fellner, pero enfrentada desde siempre con Morales.
"Les pido a los jujeños que no tengan miedo, porque les mienten y los extorsionan cuando les dicen que si se va el kirchnerismo se quedan sin el plan social. Queremos planes, pero por ley, para que Milagro Sala no se meta en el medio y se lleve una parte para sus ejércitos", fue el eco que Massa hizo sonar en cada esquina. Avisó que si los jujeños querían un gobernador, votaran a Morales. "Si quieren tener dos, voten a Fellner, para que siga gobernando Milagro", dijo. E insistió en que el "milagro de Jujuy" son el trabajo, las economías regionales y el litio. "El otro «Milagro« es una pesadilla", contrastó.
Ante una consulta de LA NACION, desde la Tupac Amaru no quisieron responder las críticas. La única reacción fue el abucheo que un centenar de jóvenes les dedicaron al tigrense y a Morales durante un tramo de la caravana por Perico.
La llegada de De la Sota al territorio gobernado por un peronista y amigo de años como Fellner y, encima, para hacer campaña por el radical Morales, fue celebrada doblemente por el massismo. No sólo porque le ayuda al tigrense a retener los votos que el cordobés cosechó en las PASO, sino como una fuerte señal para dar fin a las especulaciones que ponían al "Gallego" jugando para Daniel Scioli en las elecciones de octubre.
"El que vota a Scioli no sabe a qué está votando", repetía De la Sota ayer. "La única forma de que el peronismo vuelva a vivir es que el kirchnerismo pierda", le dijo a LA NACION, por las dudas. Pero el broche de oro lo puso un chisme: que antes de volar a Jujuy el cordobés habría recibido el pedido de otro gobernador peronista para que no lo hiciera. Este mandatario le confesó que el escenario para el kirchnerismo se había complicado, pero prometió: "Cuando Daniel tenga la lapicera, vuelve el PJ". De la Sota le contestó que pensaba visitar varias provincias peronistas más.
En cada una de las caravanas que Massa encaró ayer se repitió una imagen atípica y que dejó en claro la recuperación de la UCR y sus expectativas para los comicios provinciales: innumerables jóvenes, muchos de ellos en motocicleta, pero todos embanderados en los colores rojo y blanco del radicalismo, salieron a la calle a recibir a Morales y Massa.
La mixtura ideológica quedó en evidencia en el sindicato de trabajadores del azúcar de Libertador General San Martín, donde Massa hizo un acto frente a un centenar de jubilados. En una de las paredes del galpón un pasacalle anunciaba que el "Frente Sindical Viva Perón" apoyaba la candidatura de Morales. A pocos pasos, una bandera de la agrupación Lealtad Peronista se mezclaba con otra de "UCR 2015".
La sociedad funcionó bien para ambos en las PASO. El frente provincial Cambia Jujuy, que comanda Morales pero integra a peronistas, progresistas y macristas, logró superar -aunque por poco- a Fellner. Massa, por su parte, desplazó al frente Cambiemos de Mauricio Macri a la tercera posición.
La fusión de radicales y peronistas disidentes terminó de consagrarse por la noche, cuando Massa y Morales compartieron un acto en la capital jujeña. Allí proclamaron al peronista Haquim como candidato a vicegobernador de Morales..
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