Si bien se la pasa tuiteando sobre Sergio Massa y el avance del Frente Renovador en la Provincia, la incorporación de Marcela Passo a las filas del tigrense aún no es oficial. La intendenta de General Lavalle juega en este momento “a dos puntas”: orgánicamente, se define como una alcaldesa del PJ, pero en la práctica ya está sumando para el triunfador de las elecciones en territorio bonaerense
Sólo falta un sello. Así definen el presente político de Passo, que no le escapó a las fotos y a los actos con Massa, pese a que sigue abrevando en el sciolismo. Claro que su incorporación al Frente Renovador no responde tanto a una convicción personal sino al mandato de su jefe político, Osvaldo “Vasco” Goicoechea, hombre fuerte del peronismo de la Quinta Sección y uno de los primeros operadores massistas junto a su par en el Senado Baldomero Álvarez de Olivera.
Ese es el delicado equilibrio que hace la intendenta, aunque sea sólo una cuestión de tiempo. En los hechos, será una alcaldesa más del espacio de Massa, pese a que aún no haya ningún anuncio oficial. La dinámica del peronismo.
Pero no todo es política en la vida de la intendenta. Passo es novia del recientemente separado Marcelo Bonavita, jefe de Gobierno del Partido de La Costa, hombre de confianza del intendente Juan Pablo De Jesús e íntimo amigo del cuestionado vicepresidente Amado Boudou.
Fuentes locales revelaron a NOVA que Bonavita abandonó a su mujer y a sus hijos pequeños para irse con Marcela Passo. Pero muchos lo entienden. Es el llamado del amor. Ese que nadie puede rechazar.
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