En las últimas horas, el intendente de Tigre y primer candidato a diputado nacional por el Frente Renovador, Sergio Massa, se vio obligado a interceder en una negociación interna que significa una pequeña turbulencia de cara a octubre.
El Secretario de Gobierno del municipio de Tigre Eduardo Cergnul fue el enviado de Massa para que se negocie este arreglo post PASO en algunos de los municipios en donde el Frente Renovador fue a internas y perdió a manos de los amarillos. Dos de esos ejemplos son las ciudades de Tandil y Pergamino.
En Tandil, el Frente Renovador presentó tres listas, en donde triunfó por muy poco la facción macrista encabezada por Claudio Ersinger (38,62%) sobre la Corriente Renovadora de Carmen Mansilla (35,90%) y la Línea Popular de Mario López (25,48%). En cambio, en Pergamino fue una paliza del sector del Pro, ya que la Concertación Plural de María de los Ángeles Conti le ganó con un 61,95% a la Corriente Renovadora de Raúl Scaglia, con un 38,05%.
Por eso, el secretario apoderado del Frente Renovador intentó que ahora “las listas se abran” para poder incorporar a los sectores que habían perdido. La respuesta fue positiva, pero claro, a partir del cuarto lugar, como lo especifica el reglamento de la interna. Inmediatamente se generó un tironeo que duró un largo rato, ya que lo que Cergnul pretendió es que no sea el cuarto, sino el segundo lugar.
La negociación se encaminaba a quedar trunca y por eso hizo su aparición directamente Massa, quien se encargó de interceder y realizar el pedido él mismo. “Los dueños de los votos soy yo; ustedes tienen que entender que los tenemos que contener a todos”, dijo el intendente de Tigre, que también recibió como respuesta que el reglamento plantea otra cosa.
“No me importa el reglamento”, disparó el ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández. “Acá hay que abrir las listas”, ordenó.
A raíz de esta escena, ahora lo que se preguntan –y en cierto modo lo plantean como un desafío para Massa- es si este proceder se va a repetir en los distritos en donde él ganó la interna. O sea, si les va a permitir a los macristas perdedores mezclarse no a partir del cuarto puesto, sino en el segundo.
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