El ministro de Industria provincial, Martín Llaryora, es mencionado como su posible candidato a gobernador.
Sergio Massa regresó este viernes a Córdoba donde se mostró con su candidata a intendenta de la capital provincial Olga Riutort y jugó a la intriga con quien podría ser finalmente su postulante para la gobernación: "Se van a sorprender", le dijo intrigante a los periodistas.
Massa está avanzando en un armado político en Córdoba por fuera de la estructura del gobernador José Manuel de la Sota, que luego de varios coqueteos con el tigrense terminó lanzando su propia candidatura presidencial en una alianza tácita con los puntanos Rodríguez Saá y el sindicalista Gerónimo "Momo" Venegas, que en ámbitos políticos se afirma cuenta con un guiño de la Casa Rosada, como vía de restarle votos peronistas al ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
Aparentemente despreocupado por este desafío, Massa prometió que en los próximos veinte días dará a conocer el nombre de su candidato a gobernador, lugar para el que se menciona con insistencia al que sería su favorito: el ministro de Industria provincial, Martín Llaryora.
El ex intendente de San Francisco ya navegó alguna vez en aguas alejadas del delasotismo, y podría volver a distanciarse del gobernador, si como se presume el elegido para mantener el poder provincial en manos del peronismo es Juan Schiaretti.
Llaryora es un dirigente joven y del interior provincial, dos características que lo obligan a marchar más lento de lo que desea. Años atrás, calificó a De la Sota como el “Bercovich del siglo 21”, en referencia al caudillo peronista al que el actual gobernador debió vencer cuando encabezó la renovación partidaria en Córdoba. Ahora es Llaryora el que pretende asumir ese papel, y el sello del Frente Renovador le resume el mensaje.
Riutort sigue en Capital
Antes del arribo de Massa a la provincia, algunas versiones sostenían que Riutort podía ser la “sorpresa”, pero la ex esposa de De la Sota confirmó que peleará por candidatura a intedenta de Córdoba y participará de la interna semiabierta del Partido Justicialista (todo el padrón, menos los afiliados a otros partidos políticos).
De hecho, según una encuesta que manejan en el Frente Renocador, Riutort tendría para ese cargo un el 31 por ciento de intención de voto; un número muy superior al de cualquier otro aspirante, incluido el actual intendente Ramón Mestre.
El único sentido que tendría una mudanza de Riutort de la candidatura municipal a la provincial sería la siguiente: que la división del peronismo, auspiciada por De la Sota para favorecer a la UCR (a Mestre), impida la victoria de Riutort, y que entonces ella vaya por la Gobernación sólo para devolverle la jugada. Una venganza que aún no justifican las encuestas.
¿Se suma el Negro Alvarez?
Luego de su paso por Córdoba, Massa fue hasta Villa Carlos Paz, donde presentó el Teatro Solidario, su iniciativa para que la recaudación de algunas funciones vaya a organizaciones no gubernamentales con fines sociales. Acto que aprovechó para fotografiarse con Aníbal Pachano, luego que sufriera ataques de mal gusto por parte del kirchnerista Alex Freyre.
En ese trajín, se fotografió con el reconocido humorista cordobés Carlos “el Negro” Álvarez. Sin embargo, no quiso confirmar si lo sumará a su probable lista de candidatos, como se mencionaba. Pero no pasó desapercibido la amplificación de su aparición que hizo la propia Riutort en Twitter.
En Villa Carlos Paz, además de sacarse fotos con la comunidad artística, Massa mantuvo una reunión con un centenar de dirigentes del Frente Renovador cordobés.
Ante ellos no confirmó si el Frente Renovador tendrá candidato a gobernador. La hipótesis abstencionista cobró fuerza cuando De la Sota, la semana pasada, aseguró que despegará y anticipará las elecciones provinciales de las nacionales.
Siendo así, la pregunta que se hacen los massistas cordobeses es si tiene sentido arriesgarse a una severa derrota con un candidato de bajo cartel (más aún es un posible escenario polarizado entre el peronismo y la megaalianza opositora que tratan de formar el PRO, la UCR y el juecismo).
La misma especulación se extiende a los municipios. Si hay candidatos, mejor, pero no es imprescindible en los comicios que vayan separados de la elección presidencial.
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