Sergio Massa sabe que logró instalar las principales propuestas de campaña del Frente Renovador (FR) y quiere mantenerlas vivas en el debate público. O sospecha que el Gobierno puede llegar a arrebatárselas. De todos modos, insiste: "No me importa lo que estén diciendo los demás. Lo único importante ahora es que bajen el Impuesto a las Ganancias ya ".

En diálogo con LA NACION, el intendente de Tigre y primer candidato a diputado nacional de FR insistió ayer en exigir cambios en el tributo que se aplica sobre salarios y jubilaciones. Y agregó otro de sus caballitos de batalla: el proyecto de ley para volver obligatoria la instalación de cámaras de seguridad. "Es urgente que el Gobierno baje el Impuesto a las Ganancias, tanto como que instale más cámaras de seguridad. Una cada mil habitantes", insistió.

Una certeza y una fuerte presunción sobrevuelan al massismo. La certeza es que los ejes de su campaña -inflación, inseguridad e Impuesto a las Ganancias- tuvieron un fuerte impacto entre los votantes bonaerenses, pero más aún en el Gobierno, que se quedó sin respuestas a ese reclamo antes de las primarias. Pero la presunción del tigrense es que la Casa Rosada estaría planeando modificar ese tributo antes de los comicios de octubre.

"Si el Gobierno decidió corrernos, que siga corriendo detrás de nosotros", planifican cerca de Massa, convencidos de que si la Presidenta anuncia un cambio en Ganancias, en vez de perder una consigna, Massa lo presentará como una victoria de "los tres millones de bonaerenses que lo votaron". Y que, si Cristina Kirchner no lo hace, el FR seguirá haciendo mella con ese reclamo.

Por ese motivo, ayer no sólo Massa salió a reclamar la baja en Ganancias, sino que envió a su tropa detrás del mismo objetivo. "El Gobierno tiene todas las herramientas a mano para mejorar el salario de los trabajadores. Lo que hemos planteado es la mejora modificando el mínimo no imponible de Ganancias, mejorando la situación de los monotributistas, que son un millón y medio, dándoles incentivos en la inversión a las pymes y creando un impuesto a la especulación financiera a corto plazo", enumeró Ricardo Delgado, jefe del staff económico del FR.

El encargado de insistir sobre la urgencia del eje "seguridad" fue el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis. "La gente votó un cambio en la gestión de la política de seguridad y el cambio puede empezar ya, no hay que esperar hasta 2015", sostuvo, para remarcar, con la mirada puesta en Scioli: "Los intendentes caminamos la calle y los barrios todos los días. A nosotros no nos sorprendió el resultado de las elecciones ".

Del anhelo sciolista para que una interna resuelva los liderazgos dentro del PJ se encargaron, a su vez, el diputado y ex gobernador Felipe Solá y el intendente de San Fernando, Luis Andreotti, dos hombres que suelen renunciar a las sutilezas a la hora de dar definiciones. "Ni en pedo", dijo Solá, sobre la posibilidad de un reacomodamiento que, en 2015, lleve a Massa a acompañar la candidatura presidencial de Scioli como su postulante a la gobernación (ver página 9).

"Es una locura que Scioli esté pensando en el 2015 cuando debería estar preocupado por brindarle medidas de seguridad a la población", acotó Andreotti.

Por su parte, José Eseverri se ocupó de responder a los kirchneristas que vincularon a Massa con las "corporaciones" y el Grupo Clarín. "Massa no conoce a Magnetto [Héctor, CEO del Grupo], mientras que Cristina almorzaba con él", disparó el intendente de Olavarría.

La multiplicidad de intendentes que ayer actuaron como voceros del FR (a los que se sumó el intendente radical de Junín, Mario Meoni) buscó darle un respiro y sacar del centro de las miradas a Massa, quien suspendió unas minivacaciones que tenía planeadas en Uruguay (bajo la excusa de una conferencia) para descansar del primer tramo de la campaña, pero también quiere evitar que su presencia constante en los medios termine cansando a los votantes.

Una pausa que, si Massa respeta los planes, durará hasta el domingo, cuando almuerce con Mirtha Legrand. Irá con su esposa, Malena.

OTRAS DOS BAJAS BONAERENSES

A la dimisión del jefe policial Omar Nasrala, se sumó ayer la salida de otros dos funcionarios del gobierno bonaerense cercanos al intendente de Tigre. Se trata de los titulares del Fondo de Garantías de Buenos Aires, Patricio López Mancinelli, y de la firma estatal de energía Centrales de la Costa Atlántica, Tomás Hogan..