Una de las peores noticias que recibió Sergio Massa en su vida fue el nombramiento de Jorge Bergolio como el primer Papa argentino, por el impacto que políticamente provocó. Para Massa, debe ser un consuelo que Durán Barba opine que el Papa no suma votos. Pero es la realidad.
Según Diego Genoud, el Papa lo llama a Massa “El falso profeta”: durísimo, pero también sabemos que a Su Santidad la política le gusta casi tanto como rezar. Oportunamente, un viaje del diputado nacional hasta el Vaticano, sólo llegó hasta la escala en Madrid, ya que no fue admitido ni en el besamanos, pese al intento de Ignacio De Mendiguren, un adelantado en esa gestión.
Massa, como jefe de Gabinete de Ministros Nacional, en 2008, trató de desplazar a Jorge Bergoglio y canalizar las relaciones del kirchnerismo a través de la Nunciatura. “El Papa perdona pero no olvida”, se escucha hoy entre los allegados al Sumo Pontífice, cuando se requieren los orígenes de una decisión que sorprende, dado que el Papa ha recibido prácticamente a todos los políticos argentinos que se lo han pedido.
Pero Massa, a pesar de esa dificultad extrema en su carrera política, se da otros gustos. Llega casi a la veneración de Juan Garivoto, un caudillo de fuste en el P.J. y ex hombre fuerte de la “diputadora”, como se la conocía a organización de diputados que manejó esa Cámara, durante la gobernación de Eduardo Duhalde y la Presidencia de Carlos Menem.
No había acuerdo que no pasara por las manos de “Juancito” (Garivoto). Primera, Quinta o Séptima Sección Electoral, cualquiera, giraban en torno a los arreglos con el diputado marplatense. Massa, que provenía de la UCeDé, hizo buenas migas con él, en esos difusos tiempos en los que se había prometido el salariazo y la revolución productiva.
Garivoto, tuvo una frustrada intención en 1991, de convertirse en intendente de General Pueyrredon, cuando logró sólo el 24,5 % de los votos, cuando Mario Roberto Russak fue consagrado con el 29,9 % y José Cano por la UCR 21,5 %. Garivoto recaló en la Cámara de Diputados de la Provincia, donde comenzó a acumular poder, en una época dorada para del peronismo bonaerense, que manejó la legislación provincial desde 1987.
Dicen quienes lo frecuentaban en aquellos años que el negocio de Garivoto era que el justicialismo perdiera en General Pueyrredon, lo que reconoció el propio ingeniero Mario Dell Olio en 2003, el titular de OSSE hoy de licencia prolongada por las vacaciones que el adeudan, no dudó en señalar en forma reservada, que para que no sea intendente “Garivoto le había jugado en contra”, según fuentes irreprochables.
¿Qué pasó ahora? Cómo era de esperar y se sabía, el teatro de la Quinta Sección Electoral le quedó grande a Javier Faroni. Esto es casi una crisis, aunque por supuesto lo desmentirán en 17 idiomas. Pero para el empresario teatral no es lo mismo manejar un éxito artístico, que ordenar el cierre de listas en la sección electoral más grande la provincia de Buenos Aires. Porque no conoce a los actores, de la política, claro está. Y esto se ha convertido en un quilombo importante, para la suerte de Sergio Massa, aquí donde Mar del Plata y Tandil reúnen el 75 % de la Quinta.
Para el “hombre de Tigre” que en realidad nació en San Martín, pero que su casamiento con Malena Galmarini lo llevó a esa bella zona del Delta, el encuentro con Juan Garivoto era considerado fundamental en esta última visita a Mar del Plata. Digamos que es como para intentar poner la casa en orden a días del cierre de listas. El comando de campaña quedó en la ciudad a cargo de Héctor Rosso, con el cual inaugura responsabilidades en su nueva fuerza política, luego de 16 años como concejal de Gustavo Pulti (casi un eufemismo de Acción Marplatense).
Así las cosas, la construcción política del Frente Renovador en Mar del Plata, resulta muy complicada, como para todos, ya que en ese sentido están en un pié de igualdad. Las malas noticias vienen de las flojas mediciones del “Cholito” Ciano, que a pesar de todos sus intentos, no logra superar el porcentaje mágico del 8,66 %, el equivalente necesario para acceder una banca de concejal. Hay preocupación en las carpas gastronómicas.
No quieren dejarlo sólo a Cristian Azcona, tras la partida de Luquitas Fiorini y Alejandro Carrancio, transfugados por Joaquín de la Torre, precisamente un ex intendente de “Massita” como lo llamaba Néstor Kirchner, a quien intentará convertirse en senador nacional en primer lugar, y según datos del Frente Renovador aspira a ganar la Provincia de Buenos Aires.
Comentá la nota