Los movimientos de dos de los principales presidenciablesAunque tienen roces a nivel nacional, los radicales están ilusionados: podrían gobernar entre 8 y 10 distritos en 2015.
La foto de Sergio Massa y Gerardo Morales en Jujuy precipitó la disputa que el líder del Frente Renovador mantiene con Mauricio Macri por elbotín político que representa el radicalismo. No persiguen solamente la oportunidad de sumar candidatos con chances reales de acceder a la gobernación y sus votos, sino también el poder territorial de los intendentes radicales y su estructura para fiscalizar elecciones de la que ambos carecen. La UCR atiende su juego: como nunca antes en los últimos años tiene serias posibilidades de ganar entre 8 y 10 gobernaciones.
Las reacciones de los tres actores, tras el retrato del senador jujeño y el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner echaron luz sobre las directrices que regirán en cada espacio. Morales ratificó su apoyo a la candidatura de Ernesto Sanz y cargó duro contra el otro hombre fuerte del partido y quien más mide dentro de UNEN. “ Si hay alguien que no puede cuestionarme es (Julio) Cobos ”, sentenció Morales sobre el ex vicepresidente.
En el PRO, en cambio, se apuraron en apuntalar la candidatura del médico Jorge Gronda, ex aliado de Elisa Carrió. “Ese acuerdo tal vez nos termine conviniendo, Morales es parte de lo viejo ”, se envalentonaron cerca de Macri. Los armadores del jefe de Gobierno aspiran a presentar candidatos propios en las provincias donde no logren acuerdos con la UCR. Y donde no tienen chances de ganar,confían en su capacidad para dañar la los candidatos de la UCR, porque –sostienen– comparten un perfil similar de electorado. Esa estrategia –acusan los radicales– beneficiaría a los candidatos oficialistas.
Algo semejante ocurre en Tucumán, donde el radical José Manuel Cano se decidió por Massa y Macri ya apuesta al armado propio.
Massa, en tanto, llegará el martes a La Rioja, donde está muy cerca de cerrar un acuerdo con Julio Martínez, favorito en las encuestas. Allí el miércoles Macri se mostró con Ramón Díaz, un as en la manga al que juegan instalar como candidato a la gobernación, reconocen como un excelente partido para el Congreso, pero que difícilmente acepte embarcarse. También buscan presionar en Mendoza, donde acompañan la candidatura de Omar De Marchi, del Partido Demócrata, pero buscan acercarse al cobista e intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, de buen diálogo con Macri.
Córdoba y La Pampa son los dos escenarios en los que un acuerdo entre la UCR y el PRO luce más encaminado. La primera es la provincia donde Macri más mide fuera de Capital y adonde ya probaron en Marcos Juárez el éxito de una alianza, que ayer replicaron en Villa Dolores sumando a la Coalición Cívica, de Carrió, y al Frente Cívico de Luis Juez. Sin embargo, la proliferación de candidatos a la gobernación y su relación conflictiva entre sí podría entorpecer un acuerdo. Hasta ahora están en carrera Oscar Aguad, el intendente de Río Cuarto Juan Jure y los irreconciliables Luis Juez y Ramón Mestre, cada vez más lejos. En La Pampa, en cambio, trabajan en un acuerdo entre el diputado y ex futbolista Carlos McAllister y el ex legislador radical Francisco Torroba. En Entre Ríos varios intendentes radicales reclamaron un acuerdo con Alfredo De Angeli pero por ahora Sanz y Cobos impulsan candidatos propios.
La disputa entre referentes radicales también se repite en Formosa, donde el cobista Ricardo Buyaile mantiene conversaciones con el PRO y el senador alineado a Sanz, Luis Naidenoff, mantiene buen diálogo con el peronismo.
En público, el macrismo d esdeñó la posibilidad de apoyar de manera simultánea a candidatos radicales junto a Massa. Sin embargo, como el Frente renovador, ya oficializaron su apoyo al santacruceño Eduardo Costa. Lo mismo ocurre con la intendenta radical de Resistencia, Aída Ayala. En Corrientes, donde no se eligirá gobernador, Ricardo Colombi cuela referentes de todas los espacios. Catamarca es un caso aparte, el acuerdo entre Macri y el ex gobernador Eduardo Brizuela de Moral ya es una realidad, pero Raúl Jalil, el intendente de la capital y referente massista, podría ser su candidato a vice.
El intendente de Neuquén Horacio “Pechi” Quiroga, otro favorito, se muestra con cualquier candidato que lo visite; incluso con Scioli.
El intendente de Ushuaia Federico Sciurano, lanzado a la gobernación, fue el primero radical que se animó a posar –en junio– con la leyenda Massa presidente. Sanz, molesto entonces, no descarta darle aire a Pablo Blanco. En breve, lo más probable es que ese tipo de imágenes se multipliquen.
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