Este miércoles vendría el ministro de ministro de Economía y pre candidato de Unión por la Patria. Espacio propio atomizado. Cita con la CGT y varias posibles actividades.
Por: Bettina Marengo.
Luego de varias modificaciones de agenda, Sergio Massa vendría a Córdoba entre el miércoles y jueves de esta semana en su primera visita como precandidato a presidente de Unión por la Patria. El viernes pasado estuvo el otro candidato del espacio, Juan Grabois, cuyo público meta a fidelizar es más obvio: el voto duro e histórico del kirchnerismo local.
En cambio, no hay massismo en Córdoba, más allá de algunos dirigentes. Y el candidato tiene que salir a la cancha con la conducción del PJ provincial ordenada bajo la candidatura de Juan Schiaretti y el partido de gobierno cerrado políticamente para el oficialismo nacional. En ese escenario, el ministro de Economía recuesta su estrategia electoral en el segundo distrito del país en el exFrente de Todos, donde comparte voto con Grabois, en el espacio del intendente Martin Gill y aliados, más otras tribus de intendentes y referentes del peronismo no schiarettista, y en una buena parte del movimiento obrero cordobés: la CGT Regional Córdoba normalizada y organizaciones sindicales por fuera de ésta. Otro cantar es el tramo para Diputados: los sectores gremiales y los ligados al PJ prometen no votar la lista que encabeza la titular de La Cámpora Córdoba, Gabriela Estevez, algo que según la dirigente no tendrá impacto.
En ese escenario de dispersión interna, con comandos no unificados y un elector provincial fuertemente anti kirchnerista y anti peronismo nacional, Massa busca alcanzar entre diez y quince puntos en las PASO, sin cruzar a Schiaretti, al que necesita fuerte contra Juntos por el Cambio, y con la ilusión de un Martín Llaryora que, para la eventual segunda vuelta, se vuelque hacia el PJ/Unión por la Patria. “Se hará lo que pueda para estas Paso, luego se verá para octubre”, suspiró uno de los armadores massistas en relación al complicado menú.
El camino al voto no Juntos por el Cambio y no Milei cordobés está lleno de piedras y todavía no hay un afiche del renovador en Córdoba.
Schiaretti el viernes dijo que para el ballotage piensa en un acuerdo con Horacio Rodriguez Larreta e incluso con Patricia Bullrich, si ésta la afloja con la grieta, pero nunca con candidatos vinculados al peronismo cristinista. Llaryora en persona va a ajustar al cordobesismo y todo dirigente PJ que tenga pretensiones de jugar dentro de su gobierno. Hacemos Unidos por Córdoba puede evitar fugas hacia Larreta, como las anunciadas por Javier Pretto, el vice de Daniel Passerini, recientemente expulsado del PRO, pero nunca hacia otro peronismo. Salvo salvo excepciones ya habladas, caso Gill, la orden del llaryorismo es “todos con Juan”.
Con cautela porque aún hay margen para cambios, Massa iniciará su desembarco en tierra mediterránea con una cena con la CGT normalizada que se realizaría en un salón de la localidad de La Calera, ciudad más importante del departamento Colón que el PJ acaba tras un juego de doble candidaturas. El encuentro con los gremios fue fogoneado sotto voce por el propio entorno del precandidato, que pidió la formación de una mesa sindical “Massa Presidente” en la búsqueda de un puente con los trabajadores, sector al que Unión por la Patria le habla para marcarle los riesgos de un triunfo electoral de alguno de los candidatos de Juntos por el Cambio, o del exponente de extrema derecha, Javier Milei, que vienen anunciando leyes flexibilizadoras. La convocatoria es amplia para el sindicalismo, y trasciende la CGT Regional Córdoba que conduce el triunvirato formado por Rubén Urbano (Uom), Edgar Luján (Camioneros) y Ricardo Lopez (Atsa), uno de los organizadores. Irían también dirigentes que no están dentro de esa central, que tienen sus propias organizaciones vinculadas al espacio K, y también representantes de la CTA local.
Al día siguiente, Massa participará de una actividad institucional con rectores de la Universidad Nacional de Córdoba que organizan Gill, Estevez y Leticia Medina, la tercera candidata a diputada nacional, que es docente universitaria y secretaria adjunta del gremio de los docentes de la UNC.
Al cierre de esta nota, se hablaba de una escala en Montecristo, departamento Río Primero, en la fábrica de pisos y cerámicos para la construcción Blangino. El massismo asegura que la invitación para visitar la planta está desde hace varias semanas de parte de su dueño, Juan Blangino, cuyo hijo es legislador departamental de Hacemos Unidos por Córdoba y presidente de la comisión de Economía en la Unicameral. También está en agenda una serie de contactos con cámaras empresariales de Córdoba, y seguramente hará ronda de medios.
En esta agenda muy discutida de actividades, es posible que el precandidato a también viaje a la ciudad de Río Cuarto, una zona donde le va muy bien a Juntos por el Cambio y donde le fue muy mal al PJ en las elecciones provinciales del 25 de junio.
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