El presidente aún no envió el proyecto. Los radicales, el kirchnerismo y el massismo ya tienen los suyos.
Mauricio Macri no presentó el proyecto para bajar el IVA a los alimentos que anunció varias veces y en Diputados ya presentaron iniciativas con esa idea de la UCR, el Frente para la Victoria y el Frente Renovador.
Todas esperan su tratamiento en las comisiones y si Macri no se apura, lo que era una de sus hasta ahora escasas banderas para proteger el poder adquisitivo de los sectores más desprotegidos, le será arrebatada por la oposición o, en el mejor de los casos, por sus socios de Cambiemos.
El radical pampeano Daniel Kroneberger viene presentando un proyecto desde hace tres años para eliminar el IVA a “todos los productos de la canasta básica de alimentos elaborada por el INDEC, el agua ordinaria natural, la leche fluida o en polvo, entera o descremada sin aditivos”.
Quintana amenazó días atrás a Bagó con abrir la importación de medicamentos si vuelven a subir los precios. El vicejefe de Gabinete arrastra un viejo pleito con los laboratorios.
Lo curioso es que el beneficio sería para los consumidores finales pero también para el Gobierno nacional y los provinciales u otros organismos del Estado que adquieran alimentos. El proyecto también solicita bajar el IVA para medicamentos, cuyo precio creció de forma sideral con la devaluación y los laboratorios planean seguir aumentando.
De hecho, el ascendente vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, amenazó días atrás al laboratorio Bagó con "abrir la importación" si vuelven a aumentar los precios. Quintana como dueño de Farmacity arrasta un viejo y áspero conflicto con los laboratorios que lidera Roemmers.
Como sea, la semana pasada a Kroneberger lo copió su correligionario Marcelo D’Agostino. Más simple, propuso eximir de IVA a los alimentos de la canasta familiar, los útiles de la canasta escolar y los alimentos para celíacos.
Sergio Massa es otro de los interesados en reducir el IVA a los alimentos y ya le encargó un proyecto a Marco Lavagna, su gurú económico en el Congreso.
El kirchnerismo no quedó atrás. El sanjuanino Daniel Tomas presentó un proyecto más mesurado, que plantea reducir a la mitad del IVA de los productos de la canasta familiar.
En el Congreso Cristina Kirchner evaluó esta medida en 2013 pero finalmente la creyó innecesaria, porque evaluó que los formadores de precios pueden subir los precios de cualquier manera. “Es mejor subir el aporte a los que lo necesitan y listo”, sostenían en el Frente para la Victoria.
Al igual que su antecesora, Macri no está convencido de bajar el IVA a todos los alimentos y prefiere favorecer a los sectores más humildes con transferencias directas, pero no siempre es fácil identificarlos y menos conseguir que paguen con medios electrónicos. Sólo así se podría aplicar el descuento.
Curiosamente, el más moderado de los proyectos para reducir el IVA a los alimentos lo presentó el kirchnerismo a través del diputado sanjuanino Daniel Tomas.
Ese es el dilema que tiene su equipo. Pero mientras tanto, el resto de las fuerzas tiró la primera piedra y puede reunir mayoría sin hablar con nadie del PRO.
El único atajo que tendría Macri para frenar un proyecto que no le guste es apelar a Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto de Diputados, que debe darle dictamen a cada proyecto que conlleve una erogación de recursos. Laspina puede no convocar a la comisión si al presidente no le gustan los asuntos a tratar.
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