El candidato de Unión por la Patria se dedicó a preparar la estrategia que llevará a la Facultad de Derecho. Mantendrá los ejes de la campaña que vino desarrollando e insistirá en mostrarse como el garante del fin de la grieta. El crecimiento de las micromilitancias tendrá su reconocimiento en el cierre.
Por: Gimena Fuertes.
Este domingo por la noche Sergio Massa tiene la última oportunidad de conquistar aquellas voluntades que todavía no se decidieron a votar por Unión por la Patria, en una cancha en la que se sabe mover bien: el debate público, mano a mano. Su campaña excedió por mucho los bordes de la política electoral. Su candidatura terminó representando a las fuerzas democráticas que vieron, como nunca desde hace tiempo, ponerse en cuestión los acuerdos mínimos de convivencia en sociedad logrados desde el regreso de la democracia.
Este último tramo de la campaña mostró al candidato solo en contacto con la gente, sin su equipo alrededor y sin dirigencia política, una forma de focalizar en su persona ya que el domingo 19 sólo se vota a presidente.
La campaña de Massa fue avanzando en profesionalización, «como si hubiera nacido para esto», sintentizó una consultora política. Sabe, sin embargo, que la irascibilidad de su contrincante puede llegar a detonar situaciones inesperadas. «Es una incógnita, no sabemos cómo va a estar su estado de ánimo, si va a estar muy arriba o abajo -reconocen en UP– pero Sergio sabe que el debate es una oportunidad más para comunicar sus propuestas y mostrar que será presidente desde el primer día, sin meterse en chicanas personales» cuentan.
Este jueves y viernes Massa estuvo dando notas a medios de distintas provincias para federalizar y regionalizar su mensaje. Luego, se «internó» a repasar los ejes del debate. El sábado el candidato estuvo repasando sus palabras junto a uno de sus históricos colaboradores en el área de comunicación, Santiago García Vázquez. Según pudo saber Tiempo, este domingo por la noche desde la facultad de Derecho de la UBA, Massa no se moverá de lo que fueron los ejes de su campaña, por más que desde la oposición hayan querido mover el discurso público hacia límites nunca antes explorados ni siquiera por el macrismo puro en 2015.
Los ejes del debate de este domingo son: economía, relaciones de Argentina con el mundo, educación y salud, producción y trabajo, seguridad, Derechos Humanos y convivencia democrática.
Massa insistirá con su planteo superador de «la grieta» con su mensaje de instauración de una nueva etapa de gobierno de unidad nacional «con los mejores y las mejores ideas». Para ello volverá a plantear el cambio de «programas sociales por programas de empleo»; hará eje en la construcción de un «Estado eficiente y con control del gasto público, pero sin que la cuenta la paguen los argentinos que trabajan», para lo que propondrá un sistema tributario con «menos impuestos más trabajo y producción».
Con respecto a uno de los tópicos centrales de la campaña, impuesto por el candidato opositor que propuso la privatización del sistema educativo, Massa defenderá la educación pública y de calidad a través de la incorporación de tecnología en las escuelas a la vez que retomó una de las demandas más marcadas de las poblaciones más vulnerables y que afectan a los hogares monomarentales: más jardines maternales.
En cuanto a la seguridad, Massa se siente cómodo al traer a la memoria el modelo que implementó en el municipio de Tigre, donde estableció el sistema de cámaras en la vía pública y promete replicarlo en todas las ciudades del país. A su vez, a diferencia de su oponente, que propuso mezclar las fuerzas armadas con las de seguridad, Massa propone «valorización y profesionalización de las Fuerzas de Seguridad». Su plataforma sostiene además que el Poder Judicial deberá ser «independiente y eficaz».
Enfrente estará un candidato que durante días peleó para poder llevarse machetes al atril. Y este domingo Massa será claro con un punto clave: Javier Milei quiere gobernar por decreto. «Lo que dice lo va a hacer. El Milei moderado de esta nueva etapa no es real», sostienen desde el equipo de Unión por la Patria.
Por lo pronto, este sábado se produjo una catarata de pronunciamientos de colectivos de la sociedad civil a favor del cuidado de la democracia como sistema no solo político sino de convivencia. Clubes de fútbol –grandes y chicos–, colectivos feministas, agrupaciones representantes de la comunidad LGTTBQ+ se manifestaron en las redes en contra de la violencia y la vuelta a sistemas políticos predemocráticos. «Más allá de las preferencias políticas diversas que podamos tener, todas las mujeres firmantes tenemos la convicción de que es necesario defender el Estado de derecho y repudiar el terrorismo de Estado», comienza el texto que se denominó «Mujeres, democracia y balotaje» y que fue rubricado por más de mil mujeres de la cultura, las artes y las ciencias. A esto se sumó la campaña de los clubes de fútbol que publicaron sus respectivos comunicados en contra de la privatización de esas entidades, propuesta por Milei y Mauricio Macri.
Incluso, tras las declaraciones reivindicatorias de la dictadura que hizo la candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel, represores y militares retirados se animaron a volver a pronunciarse de manera pública en contra de la democracia, lo que generó que las Fuerzas Armadas tuvieran que emitir un comunicado en el que rechazaron «en forma absoluta las recientes expresiones de personal militar en situación de retiro y exintegrantes de las Fuerzas Armadas, como las mencionadas en el día de la fecha en diferentes redes sociales, por irresponsables, falaces y malintencionadas».
Por lo pronto, desde UP todavía no tienen definido cómo, cuándo y dónde será el acto de cierre final de una extensa e intensa campaña electoral que comenzará a transitar esta semana su tramo final. El acto de cierre previo a las elecciones generales se hizo dentro de una fábrica junto a trabajadores. Pero esta vez, Massa quiere que se muestre una masividad que represente a toda la variopinta movida de micromilitancia que se lanzó a pelear por su candidatura como expresión de la continuidad democrática. «
La DINE ensayó el escrutinio
La Dirección Nacional Electoral (DINE) llevó adelante la prueba general previa a la segunda vuelta electoral prevista para el 19 de noviembre, proceso durante el cual se evaluó exitosamente el funcionamiento del sistema de transmisión, recuento provisional de votos y difusión de resultados electorales, y que contó con la presencia del secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; y el titular de la DINE, Marcos Schiavi.
De la prueba participaron también los apoderados y responsables informáticos de las dos fuerzas políticas en disputa: Leandro García (Unión por la Patria); Fernando Cerimedo y Alejandro Cosentino (La Libertad Avanza).
Durante esta prueba se reprodujeron las tareas de transmisión, recepción, carga y procesamiento de los telegramas, con resultados simulados para todas las mesas del país, así como la fiscalización por parte de las agrupaciones políticas en disputa y la totalización de los resultados para su difusión.
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