Durante el acto que sirvió como cierre a la gira cordobesa del candidato presidencial de UP en Juniors, el tigrense desairó los ataques del gobernador cordobés y llamó a su sucesor.
Por Gabriel Silva.
En un General Paz Juniors colmado, y con gente que quedó afuera de las instalaciones del club cordobés, el candidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, desairó los ataques que horas antes de su presentación le propició el gobernador cordobés Juan Schiaretti. Y convocó al sucesor en Córdoba, el actual intendente Martín Llaryora a trabajar juntos.
"Voy a llamar al gobernador Llaryora que es el que eligieron los cordobeses. Le voy a decir, gobernador armemos la agenda, Córdoba es el corazón del país. Tenemos cuatro años para trabajar juntos", dijo Massa en uno de los momentos más aplaudidos por la militancia en club del que, paradójicamente, era hincha el exgobernador José Manuel de la Sota. Otro de los mencionados por el tigrense en el acto que cerró poco antes de las diez de la noche, después de una gira que antes había incluido una escala en Río Cuarto y un paso por James Craick.
Massa, al igual que hizo en otras ocasiones e ignorando a Schiaretti, reivindicó la figura de De la Sota al definirse como "el Presidente que va a terminar con tantos años de desencuentros".
Mensaje que caló hondo en la dirigencia del PJ que se encuentra enrolado en el cordobesismo y que tomó distancia de las críticas que en los últimos días lanzó con dureza el gobernador Schiaretti y su entorno. Como ocurrió este lunes, con Alejandra Vigo, senadora y esposa de Schiaretti cruzando a Massa por la tarifa eléctrica y con el propio gobernador horas más tarde cuando, en el primer acto desde su gira por el exterior dijo: "el federalismo en serio no se hace cuando faltan pocos días para las elecciones". Con fuertes críticas por anuncios en torno a la implementación de la Sube, en un acto que se hizo en Río Cuarto, y donde al mencionar al gobernador por parte del intendente local, Juan Manuel Llamosas, hubo silbidos en la capital alterna de la provincia.
"De nada sirve que vengan a firmar la Sube cuando el 75% de los subsidios queda en el Amba", dijo Schiaretti, un par de horas antes del acto de Massa en Juniors.
Después de actividades que estuvieron marcadas por la gestión y teñidas de campaña, como fue el caso de la Sube y la propuesta para los biocombustibles en Río Cuarto, en la capital cordobesa todo fue pura campaña. Por esto, no dejó de llamar la atención la manera en la que Massa desairó a Schiaretti en el discurso y cómo elevó la figura de Llaryora, quien continúa en Medio Oriente y decidió, por ahora, sostener su neutralidad.
A quien tampoco hizo mención Massa fue a su rival, Milei. Aunque, habló de la educación libre y gratuita, enviando guiños a la Universidad Nacional de Córdoba. Al igual que lo hizo cuando dijo "quiero aprovechar, para desde Córdoba, invitar al papa Francisco "pidamósle que venga a Argentina". "Él para nosotros no es el demonio como plantea el otro, es el argentino más importante de nuestra historia", dijo.
En el cierre, Massa convocó a la única persona que compartió con él un rato el escenario: el empresario Juan Blangino. Un fabricante de mosaicos que fue clave en uno de los cierres de campaña de Llaryora a nivel provincial y que tiene a su hijo, Juan José, como parte de los legisladores provinciales del oficialismo. Con Blangino, Massa quiso enviar un mensaje al empresariado y sector productivo cordobés, en busca de achicar diferencias con Milei en un terreno esquivo para el PJ nacional.
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