Por Leonardo Mindez.Se olvidó por un rato de las encuestas y los consultores y se tomó el tren Mitre de Tigre a Retiro y de allí el subte C a Constitución. Quería ver qué le decía la gente.
Con los números de su lado, Massa quiere jugar el juego que mejor juega y más le gusta al kirchnerismo: esperar hasta el filo del plazo legal para definir su eventual candidatura electoral. Mientras tanto, la estructura política que tejió en los últimos años, la quincena de intendentes aliados y los legisladores y dirigentes del Frente Renovador, recorren la provincia como si Massa ya fuese candidato.
El viernes pasado, en Mercedes, el intendente local, Carlos Selva, Luis Acuña (Hurlingham), Joaquín de la Torre (San Miguel) y José Eseverri (Olavarría) lanzaron junto a dirigentes de la primera sección electoral la agrupación “Lealtad y Solidaridad”.
Dos días antes, en San Pedro, otra agrupación massista, Perón Vive, paseó colectivos ploteados con la gigantografía de Massa y la leyenda “Iré donde la gente me lleve” antes de un encuentro de referentes de la segunda sección encabezado por los legisladores Jorge Solmi y Ramiro Gutiérrez, al concejal platense Carlos Menzi, el ex senador Jorge Villaverde y el ex secretario de Deportes menemista, Fernando “Pato” Galmarini.
“En la última reunión que tuvimos hace diez días, Sergio se mostró muy preocupado por la reforma judicial y, aunque cree que la Justicia la va a voltear por inconstitucional, me parece que está convencido de que le llegó el momento de tirarse a la pileta ”, contó a Clarín un intendente que comparte el armado massista y que espera que haya definiciones este sábado, en un encuentro con el intendente de Tigre.
Quizás se quede con las ganas. Con encuestas que lo muestran como el dirigente con mejor diferencial de imagen en la Provincia (alta positiva y muy baja negativa) no quiere darle ventaja a la Casa Rosada. “Si Cristina no confirmó su candidato, si no se sabe dónde va a jugar Scioli.
¿Por qué yo tengo que mostrar mis cartas antes de tiempo?
”, le escucharon en los últimos días. Y mantiene abierta las opciones: encabezar la boleta de diputados, guardarse en Tigre hasta 2015 o una tercera: apoyar desde afuera una boleta que lleve a su esposa, Malena Galmarini, junto a Felipe Solá y otros dirigentes massistas.
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