Este martes fue para Sergio Massa una jornada plagada de informaciones cruzadas, en la que el ex candidato a presidente de la alianza UNA siguió avanzando en el documento programático que hoy presentará en un hotel porteño.
En simultáneo, en el massismo desmintieron rumores de hipotéticas ofertas para negociar su apoyo a cambio de cargos llegadas del sciolismo y del macrismo, aunque sí admitieron los contactos con su rival de Cambiemos del domingo pasado, Mauricio Macri, a quien el líder del Frente Renovador envió señales favorables, aunque por elevación.
‘Sería muy irrespetuoso fijar posición sin hablarlo con los integrantes de nuestra fuerza política”. Así se desligó ayer Massa de las consultas periodísticas de cómo jugará de cara a la segunda vuelta. Hasta ahora, lo que se sabe es que hoy a las 17.30, en el Hotel Hilton de Puerto Madero, la mesa chica de UNA hará público el documento de propuestas que pondrá sobre el tablero electoral.
Por ahora descartan que el ex jefe de Gabinete vaya a brindar su apoyo abiertamente a alguno de los dos presidenciables que definirán el 22 de noviembre. Pero la letra de ese documento dejaría bastante claro hacia qué lado desea el massismo inclinar la balanza. “Esperemos que haya un compromiso de los candidatos con respecto a los temas que les vamos a proponer agregó Massa-. Y que la agenda se respete”.
Antes de la presentación de ese plan programático, Massa empezó a dejar entrever parte de su pensamiento. A la campaña netamente opositora al kirchnerismo que encaró luego de las primarias de agosto, este martes agregó una frase que deja poco espacio para la imaginación: “La gente marcó un rumbo claro de hacia dónde quiere que vaya Argentina”. Igualmente, a eso sumó una idea más neutral, en la que resaltó que lo importante para el porvenir político de la fuerza que lidera será “que tengamos la posibilidad de imponer una agenda, que no sea sólo de cambio o continuidad”.
Macri blanqueó sin tapujos los contactos con Massa. “Estamos hablando con Sergio. Hay vocación de acordar políticas, de buscar coincidencias”, soltó el jefe de Gobierno porteño. “Llamó todo el mundo, directo e indirecto. Pero Massa no va a hablar. No vamos a entrar en ninguna rosca que desvalorice los 5 millones de votos que recibimos”, aclaró su cuñado y senador bonaerense, Sebastián Galmarini. Desde el comando de campaña massista admitieron: “Hablamos con todos”. Y consultados sobre si esas charlas son directas entre Massa y Macri o si se dan en niveles más bajos, fueron contundentes: “no hay lugar para segundas líneas en este escenario”.
Guerra de nervios
Ayer circuló un rumor en el mundillo político que rápidamente desmintieron desde los dos espacios políticos que tenían como protagonistas. Aseguraba que el candidato a presidente por el Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli, había intentado negociar el apoyo de Massa a cambio de sumar a un futuro gabinete sciolista al ex ministro de Economía Roberto Lavagna y al gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota. Hubo otro, que aseguraba que desde el macrismo ofrecían cargos en el gabinete de la gobernadora bonaerense electa, María Eugenia Vidal, para dirigentes cercanos a Massa. Es probable que de aquí al domingo broten más versiones como estas.
Cita con Morales, tras la exitosa sociedad en Jujuy
El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, recibió ayer en sus oficinas de Tigre al gobernador electo de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales. El senador radical se impuso el último domingo por casi 23 puntos sobre el oficialismo encabezado por el actual gobernador, Eduardo Fellner, quien buscaba la reelección.
Morales se presentó a la disputa electoral en la alianza Frente Cambia Jujuy, integrada por 21 partidos de oposición, entre los cuales se encontraban el espacio UNA.
El senador nacional cosechó el 58,34 por ciento de los votos, con triunfos en las principales intendencias, como San Salvador, San Pedro, Palpalá y Humahuaca, mientras que el candidato del Frente para la Victoria y Presidente del PJ Nacional, apenas alcanzó el 35,63 por ciento.
El aporte de Massa a la victoria de Morales fue determinante, ya que el tigrense fue el aspirante presidencial que mayor porcentaje electoral acaparó en Jujuy, con el 41,2 por ciento, desplazando al postulante oficialista, Daniel Scioli, al segundo lugar con el 37,32 por ciento.
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