Por Mariano Spezzapria

En un encuentro a puertas cerradas, a tono con el acuerdo para no ventilar la interna oficialista en un momento delicado para el gobierno, Sergio Massa llamó hoy a sus partidarios a “cuidar el equilibrio” del Frente de Todos y afirmó que a la coalición le “queda una oportunidad” para encauzar la gestión y ponerse competitiva para las elecciones de 2023. En línea con Cristina Kirchner, también desgranó críticas contra el exministro de Economía Martín Guzmán, a quien responsabilizó por “la situación macroeconómica y la inflación”.

Así lo pudo reconstruir LA NACION en contacto con dirigentes del Frente Renovador que participaron este viernes de una cumbre del massismo en San Fernando, al norte del conurbano, preparatoria para un congreso partidario al que formalmente no se le puso fecha. “El nuestro es un rol de responsabilidad”, advirtió el presidente de la Cámara de Diputados ante medio centenar de funcionarios, legisladores nacionales y provinciales, intendentes y concejales con base política en la provincia de Buenos Aires.

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Massa, que finalmente se quedó en el Congreso y no ingresó al Gobierno en la crisis gubernamental que provocó la renuncia de Guzmán, ponderó la constitución de la “mesa de los tres” junto al presidente Alberto Fernández y a Cristina. En ese contexto, remarcó: “Guardo silencio porque es importante cuidar el equilibrio interno”. Lo hizo después de que algunos dirigentes pidieran que el FR salga del Frente de Todos si se rompe la tregua actual; y de que otros le reclamaran que deje Diputados para desembarcar en el Gabinete.

La cumbre del Frente Renovador se realizó hoy en San FernandoFR

“No estoy para discutir poder interno; tenemos que sumar con todos remando dentro del bote”, replicó el tigrense ante los críticos de su propia fuerza. Entre otros, estuvieron en la Marina de San Fernando el ministro de Transporte, Alexis Guerrera; su par bonaerense Jorge D´Onofrio; el jerarca cegetista Carlos Acuña; los intendentes Juan Andreotti, Blanca Cantero y Javier Osuna; los diputados nacionales Daniel Arroyo y Alicia Aparicio; y los legisladores bonaerenses José Luis Pallares y Rubén Eslaiman.

Massa sostuvo que no está perdida para el oficialismo la elección prevista para el año próximo. “Nos queda una oportunidad, falta un año, hay tiempo”, buscó contener a su tropa, algo inquieta en los últimos meses, cuando arreciaba la interna entre el Presidente y su vice y no había miras de que se sentaran a dialogar a una misma mesa. Pero ahora, con el nuevo escenario que se abrió tras la salida de Guzmán, Massa dio su receta de cara a 2023: “La elección se gana con plata en el bolsillo de la gente y dólares en el Banco Central”, enfatizó.

EN LA CASA ROSADA ASEGURAN QUE CRISTINA KIRCHNER AVALÓ LAS ÚLTIMAS MEDIDAS ECONÓMICAS

Massa y la dirigencia del FR, una fuerza con base política en territorio bonaerense, quedaron en definir la fecha para un congreso partidario que podría sesionar en Mar del Plata, con el objetivo de “mostrar un camino posible”, aunque ninguno de los presentes reclamó en forma explícita que el jefe de Diputados se presente como candidato a presidente. “Hay que hablar menos entre nosotros y más hacia la gente”, coincidieron.

Pese a la mesura con la que habló de la actualidad del Frente de Todos, Massa se despachó con duras críticas contra Guzmán. “A los cuatro meses me di cuenta de que estábamos frente a un ministro que con su librito pensó que se iba a imponer”, arrancó el tigrense y abundó: “Se lo dije al Presidente y a Cristina también”. En la parte más enfática de su discurso, el titular de Diputados calificó como un “acto siniestro” la forma en que Guzmán salió del gobierno cuando, según dijo, “él sabía que se iba en junio”.