La decisión fue adoptada a las 23 del miércoles por la mayoría de los casi 200 efectivos de unidades operativas que se reunieron en la unión vecinal del barrio Mirador, sobre un total de aproximadamente 300 que se plegaron a la protesta desde un primer momento.

Las manos que avalaron la “autoconvocatoria” se levantaron inmediatamente después de que en ese mismo ámbito finalizara un infructuoso diálogo con el ministro de Gobierno, Gustavo Martínez, quien concurrió acompañado por el jefe de la plana mayor de la fuerza de seguridad, Salomón Aleuy, y el responsable de la Unidad Regional Zona Norte, Dante Abboud.

El titular de la cartera política sabía de antemano que ese encuentro estaba destinado al fracaso si no formulaba una promesa de recomposición salarial inmediata, pero igualmente acudió para dejar sentada una firme postura: para lo que resta de 2014 el Gobierno no está en condiciones económicas y financieras de otorgar incrementos, ni para la policía ni para otros trabajadores de la administración pública provincial.

También les pidió que respeten a la entidad que los representa, la Asociación Policial, que es la única que se reconoce ante el Consejo del Salario creado por el Gobierno para atender los reclamos de la fuerza, una suerte de mesa de paritarias adaptada para quienes por normativas legales no pueden conformar una estructura gremial.

Tampoco tuvo restricciones para decir que, en comparación con agentes de otros ámbitos provinciales, los ingresos económicos de los policías son más elevados.

Al mismo tiempo, hizo saber que el gobernador Daniel Peralta se encontraba en Buenos Aires gestionando fondos de Nación para compensar el déficit de 150 millones que se necesitan para cubrir los sueldos de todos los trabajadores estatales.

COSTOS “PETROLEROS”

Por su parte, los hasta ese momento adheridos al “quite de colaboración” le plantearon varios problemas sociales, pero hicieron principal referencia a la faz económica, recordándole que en ciudades como Caleta Olivia, Pico Truncado y Las Heras, los costos de alquileres y de canasta familiar están signados por “precios petroleros”.

La conversación terminó abruptamente cuando un veterano policía le preguntó qué hacia el Gobierno con la plata, a pesar de que el ministro ya había dicho que el 90% de los ingresos se destinan al pago de sueldos.

La nueva medida de fuerza también habría sido acatada por un grupo de entre 60 a 80 policías de Río Gallegos, pero el foco central del conflicto se mantenía ayer en Caleta Olivia con la adhesión de gran parte del personal de cuatro de las cinco comisarías (a excepción de la Seccional Segunda), Comando Radioeléctrico y cuerpo de Infantería.

Las calles eran patrulladas en forma espaciada solo por algunos patrulleros ocupados por oficiales y además se había sumado personal de la Prefectura local.

La sensación de inseguridad había comenzado a cobrar cuerpo al promediar la tarde del miércoles cuando numerosos comercios cerraron sus puertas más temprano de lo acostumbrado, por recomendación del municipio.

Esa instancia se profundizó ayer, al notarse que en algunos restaurantes y cafeterías atendían con llave en puerta, observándose carteles en los que se solicitaba a clientes que golpearan para ser atendidos.

Anoche se esperaba la llegada de fuerzas de Gendarmería Nacional ya que el Gobierno había solicitado apoyo del comité de crisis del Consejo Nacional de Seguridad.

ACCIONES PENALES

La convocatoria de otras fuerzas fue confirmada por el propio ministro Martínez en una conferencia de prensa que ofreció a media mañana de ayer. En ese marco atribuyó el origen del conflicto a una “interna” dentro de los cuadros subalternos, aunque no descartó que existieran motivos adicionales que conllevan a una actitud “desestabilizadora”.

Como fuera, dejó en claro que la Provincia hará una presentación ante la Fiscalía de Estado para se instruya una acción penal, al tiempo que consideró que la “autoconvocatoria” no se propagará.

Por otro lado, estimó que en Caleta se requerirán unos 70 gendarmes y prefectos para colaborar con el personal policial que no se plegó a la medida, en tanto que el jefe de la Unidad Regional, Dante Abboud, aseguró que hasta el mediodía de ayer no se habían registrado hechos delictivos atribuibles al conflicto de referencia.