El dramático caso de una familia causó indignación. Acusan al padre de violar a sus hijas y a una nieta.
La movilización se organizó luego de que la mujer se armara de valor y revelara públicamente las violaciones que vivieron ella y una hermana por parte de su progenitor cuando eran menores de edad, y precisara que tras hacer la denuncia judicial le manifestaron que su caso había prescripto por el tiempo transcurrido.
Durante las diez cuadras que se extendió la marcha se pudo ver a mujeres invadidas por la tristeza y el dolor, quienes llorando portaban pancartas exigiendo "Condena y cárceles a los abusadores", "Basta de impunidad", "Con nuestros chicos no", "Justicia para Caro", "No a la impunidad de depravados y violadores".
Marcharon también el gabinete completo del intendente Carlos Pilotti y el Concejo Deliberante en pleno, la legisladora Irma Banegas y referentes gremiales. Los comerciantes céntricos cerraron sus puertas en señal de apoyo.
También llegaron hasta la localidad la legisladora Tania Lastra y Raúl Grün, secretario administrativo de la Defensoría del Pueblo de Río Negro, para interiorizarse del caso, a la vez que el gobernador Alberto Weretilneck puso a disposición un abogado para los hermanos Leguizamón.
"Desde hoy la justicia tendrá que escuchar a este pueblo; gracias al apoyo del pueblo porque esto nos hace seguir levantando los brazos por Caro y por mi hija, porque parece que la justicia está hecha para los delincuentes", dijo Pablo quebrado por el llanto.
En la marcha circuló un petitorio con unas 2.000 firmas que fue leído a los presentes en la puerta de la sucursal del Banco Nación, donde el acusado aún trabajan en atención al público. El documento, que fue recibido por Oscar Soria, un empleado circunstancialmente a cargo de la sucursal, decía: "Basta de complicidad ¿O no hay un indicador suficientemente grave como para que el abusador quede relegado de su cargo hasta que la justicia se expida? Los niños abusados no olvidan y acarrean durante toda su vida las consecuencias emocionales y psicológicas (...) entonces como sociedad tenemos la obligación de protegerlos y condenar todo tipo de violencia contra ellos (...) pero ¿cuánto tiempo más deberemos esperar a que alguien intervenga?". Antes de retirarse, los manifestantes colgaron sus carteles de repudio en las paredes de la entidad bancaria como forma de escrache.
La otra parada fue en la Casa de Justicia, donde la jueza de Paz subrogante, Daniela Alberdi, recibió otro escrito para elevarlo al STJ. La funcionaria mostró su adhesión al pedido y comentó que "en Río Colorado hay muchas Caros; este reclamo sirve para dar el ejemplo a otras víctimas, porque este señor no es el único imputado por abusos en nuestra comunidad".
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