En declaraciones a Cadena Sudamericana, el referente justicialista fue claro. "Hay posiciones contrapuestas, pero hay respeto y diálogo.
Hay convicción de que el adversario a vencer está afuera y es el radicalismo", dijo. Remarcó que si hay racionalidad las cosas se resolverán en el ámbito del partido. Aunque destacó que con la experiencia de tantas internas es consciente de que hay que tomar reaseguros para evitar sorpresas. Instó a la responsabilidad de la dirigencia para priorizar la posibilidad de una construcción colectiva. Y destacó que todos son importantes. Sostuvo que el partido no se agota en el acuerdo o desacuerdo de dos dirigentes, así como señaló que ahora no se debe "pagar el costo de una pelea que demoró tres meses el desarrollo del proceso electoral". Hoy estará en el programa matutino de LT7, de Cristina Vicentín y Pelozo.
El referente mayor de Vamos Compañeros dejó en claro la posición de la agrupación en torno al proceso electoral. Apuntó a que haya tiempo para una campaña que permita la participación del afiliado. Y anticipó que esta semana habrá una tregua en el ámbito tribunalicio. Consideró además que los problemas que se originan en la política en ese ámbito deben resolverse. "Debemos preservar a los jueces", remarcó, aunque consideró que si no hay acuerdos "son ellos los que están llamados a interpretar la ley y a aplicar los precedentes que en materia electoral son determinantes". Puso de manifiesto que si prima un consenso superador que contemple una integración que respete los espacios de poder de los tres sectores no pondrá objeciones, "porque siempre es mejor un mal arreglo que un buen pleito, tanto más cuanto en este caso los dirigentes tenemos la responsabilidad de quebrar el maleficio de estar desde hace cuatro décadas en el llano".
El diálogo entre el equipo periodístico de Natalio Aides y el referente de Vamos Compañeros Rodolfo Martínez Llano se dio de la siguiente manera:
-Con esta reunión del Consejo, de alguna manera se solucionó el tema de la prolongada acefalia que desde noviembre tenía el Partido Justicialista. Se eligió por consenso unánime al nuevo presidente, el contador Jorge Antonio Romero; y desde la visión de quien habla, que ha ido a la reunión a pesar de no ser miembro del Consejo Provincial, pero me sentí obligado a ir como partícipe del proceso electoral interno para expresar mi opinión, mis puntos de vista, así como el deseo y la voluntad de que este proceso electoral sirva para la unificación del justicialismo. Quedó claro que hay voluntad de todos los sectores de priorizar la voluntad del partido y no perder de vista el objetivo, que es cohesionar al justicialismo como la principal fuerza con posibilidades de pelear la Gobernación del año 2017.
En este marco, también es cierto que la pelea entre dos dirigentes, que fue lo que estuvo en el tapete en estos últimos tres meses y el hecho de la acefalia que se produjo como consecuencia de esa pelea, de ninguna manera puede llevar a enturbiar el proceso electoral y a que tenga secuelas o consecuencias. En este punto manifesté -a viva voz- y de cara a los compañeros la disconformidad en cuanto a que esa pelea termine repercutiendo en el cronograma electoral. Es decir, que ahora tengamos que salir a hacer las cosas a las apuradas con un cronograma electoral muy acotado. Creo que esto no sería serio, es absolutamente dañoso y no puede mantenerse porque además desvirtúa el sentido de lo que es el voto directo que hace a la participación del afiliado y a la movilización del partido. Es decir, que hay que pensar que si queremos hacer una interna como Dios manda y si tenemos en cuenta que en el justicialismo -hace muchos años- hemos cambiado el sistema de Congreso -que antes existía para la elección de los candidatos- cambiándolo por el voto directo de los afiliados, este sistema obliga necesariamente a que haya un tiempo suficiente de campaña electoral para que los dirigentes puedan llegar a las bases, para que el justicialismo se movilice, para que los afiliados participen y sean acores del consenso. El respeto a los afiliados es lo que nos obliga a hacer las cosas bien, en el sentido de poder realizar reuniones barriales, en el Interior, motivar y movilizar, porque esto fue el secreto del triunfo peronista allá por la década del '80, cuando -en consecuencia de una elección directa entre Cafiero y Menem- se logró el objetivo buscado. Pero fueron varios meses de intensa campaña.
Entonces, ésta es una primera disconformidad de mi parte, que lo digo así, de la misma manera que lo dije en el Consejo; y lo dije porque, al no estar de acuerdo, evidentemente hay un punto que hay que tenerlo en cuenta, que es que ahora no podemos salir corriendo a ejecutar un cronograma electoral porque no vamos a tener tiempo de llegar con el mensaje ni de buscar la adhesión de la gente que quiere participar de este proceso electoral interno.
Vamos Compañeros como tal, más allá de los hombres y los nombres de una marca registrada, esa es la ventaja respecto a los otros dos sectores, pero requiere tiempo para llegar al diálogo con el dirigente y la gente.
El segundo cuestionamiento que deviene de la reunión del sábado es el hecho que, si bien el ingeniero Ríos se alejó de la conducción en una actitud ética, manteniendo su criterio de que para contribuir en la claridad del proceso no correspondía que él esté a cargo del mismo, no ha sido feliz el hecho de que paradójicamente la Junta Electoral vaya a funcionar en las oficinas del propio Ríos. Creo que esto es una contradicción. Creo que no es bueno, más allá de que no juzgo ninguna intención; mantengo una buena relación con el amigo Fabián, pero en este caso, la mujer del César no solamente debe ser honesta, sino parecerlo. Y creo que es una contradicción muy importante que debe también ser solucionada, porque nosotros, desde Vamos Compañeros, hemos tenido la mala experiencia. Si recordás, allá por la década del '90, cuando estando las urnas dentro de la casa del partido entró aquel famoso bicho canasto, violó las urnas y terminó en una intervención del PJ que luego llevó a la derrota electoral de las elecciones generales. De manera que no es un hecho menor el que la Junta Electoral funcione en un domicilio, absolutamente imparcial. Creo que además no fue el espíritu del ingeniero Ríos, cuando dio un paso al costado a la Presidencia del partido.
Aides: ¿de alguna forma la fecha de 29 de marzo se va a judicializar?
-La fecha del 29, como fecha de interna no existe. En esto hay que ser claros. De parte nuestra estamos en una semana de tregua, una semana de decisiones, una semana de búsqueda de consensos políticos respecto de las reglas de juego. Y la instrucción que he dado al apoderado es que pida al Juzgado que suspenda la tramitación de las causas que están promovidas y en trámite, así como las que puedan surgir, porque es mi voluntad, como es la voluntad creo de todos de tratar de encontrar un marco de entendimiento que evite que las diferencias sean volcadas al plano de la Justicia. Pero, evidentemente, si hay cuestiones en las que no nos ponemos de acuerdo tampoco no es ningún cuco el hecho de que haya alguien -con autoridad suficiente- de la que lo embiste la Ley como para decir quién tiene razón. Creo que nadie debemos considerarnos los dueños de la verdad y por eso, en un marco de mucha sinceridad política, expresé -en el ámbito del Consejo- estas diferencias que las vuelvo a hacer públicas, a través de estos micrófonos. Estas diferencias se mantienen y apelo a la reflexión, a la inteligencia y a la clarividencia de los dirigentes para entender que el adversario a vencer es el radicalismo y que tenemos que tener la suficiente comprensión como para poder llevar adelante un proceso electoral con tiempo suficiente y seriedad. Porque te imaginás que hoy es 2 de febrero, que se pretende que se vote el 29 de marzo y, siendo que las elecciones son en julio ¿para qué el apuro? Lo dije, no tenemos que pagar esta pelea que hubo entre Camau y Fabián ni nosotros, ni los afiliados; porque -en esto- rescato la importancia, el respeto y la jerarquía que tiene en el consenso, la voluntad del votante. De manera que -en este punto- soy absolutamente terminante en el aspecto de que la semana que viene, si es que no se logran soluciones, se trasladará la controversia al ámbito de la Justicia Electoral, esta cuestión que hace a la nulidad o no del cronograma y de la convocatoria, porque viola el espíritu del voto directo y el criterio del Congreso. Si queremos la unidad del partido, la unidad la da la participación en un marco de apertura y transparencia, con tiempo, con garantías y con la contratación del Correo Argentino.
Recordarás Natalio muy bien, porque tomaste fama en el micrófono político, en aquellas largas disputas de la interna peronista del '82. Fue una interna de varios meses. Y después la del '90, con Julio Romero también. No se hizo a tambor batiente. Acá lo importante es que la gente se mentalice y sepa qué es lo que vota, que entienda, que vea a los dirigentes; que los dirigentes sean vistos por la gente. Este tiempo es que pido que se respete: la posibilidad de construir proyectos sobre la base de la participación del afiliado peronista. Creo que es una cosa razonable, porque o si no, no tendría sentido instalar el voto directo. Estaríamos instalando un esquema hecho a la medida de un juego de superestructura, que es armar a las apuradas una lista y salir a las apuradas con un cronograma electoral que no permite que los dirigentes ni afiliados tengan en claro quiénes son sus candidatos. Como digo no solamente los afiliados, sino también los dirigentes de los distintos departamentos tienen que tener el tiempo suficiente para la reflexión, para el análisis, para tomar partido por una u otra lista.
Aides: ¿usted pretende ser candidato a diputado provincial?
-Vamos Compañeros pretende espacios de poder. En ese marco creo que hay muchos que en política, por ahí, están por los cargos. Los cargos son importantes, los cargos legislativos, pero también son importantes los cargos partidarios. Pretendo ser parte, parte nomás del conjunto. Esto debe ser una construcción colectiva común en la que todos debemos poner el hombro, ayudar y apoyar, contribuir. Nadie tiene que sentirse el dueño de todo. Y si pretendo ser diputado es porque quiero recuperar la Presidencia de la Cámara de Diputados en estos años de oposición, y a partir del año 2017, con el futuro gobierno peronista, candidatura que ya me he auto excluido. Hasta ahora hay dos candidatos respetables, los dos son buenos candidatos. En su momento se verá quién será, pero creo que -desde la Legislatura provincial- es un buen soporte.
Repito: no estoy detrás de un cargo, porque los he tenido y durante muchos años no los he tenido, pero siempre conservé una cuota de poder en la política provincial que es a lo que apunto. Por eso soy claro: estoy detrás de espacios de poder y de la posibilidad de que el justicialismo sea gobierno. De la misma manera que puedo ser candidato a diputado provincial, también -si veo que después de la elección los números no me dan para la presidencia de Diputados, aun ganando- no hay que descartar que sea como, por ejemplo, lo ha sido Capitanich, candidato a legislador nacional. Es decir, las reglas de juego de las Paso permiten y posibilitan que todos aquellos que quieran competir puedan hacerlo y que el justicialismo pueda tener dos, tres o cuatro listas, todas apoyando al candidato a Presidente.
De hecho, en el '99, siendo diputado provincial renuncié a los seis días de que se conformó la nueva Cámara de Diputados de la Nación y asumí tardíamente como legislador nacional, que en lo personal me gusta más, aunque priorizo las necesidades del partido y donde creo que puedo ser más útil.
Aides: ¿habría una sola lista unificada?
Arqueros: eso quería preguntar, porque Martínez Llano plantea la cuestión de tiempo. Es entendible su planteo, pero la salida cuál es ¿Es estirar la fecha de las elecciones o que las candidaturas se definan por Congreso?
-No, por Congreso no se pueden elegir. En este contexto actual no se pueden elegir. Decía el otro día: no sé hasta dónde, de acuerdo a estos vientos que soplan últimamente, el sistema anterior no era mejor, porque revalorizaba la dirigencia territorial, revalorizaba el rol y papel que tienen cada uno; y bueno, si hay que darle también alguna voz a los intendentes, tiene que estar plasmado en la Carta Orgánica. Pero nuestro sistema actual es otro. Jugamos con reglas de juego que es el voto directo con la participación del afiliado. Eso no quita que los distintos sectores y actores políticos se sienten en una mesa y acuerden una lista común que lleve a que, por determinadas circunstancias no haya interna, pero de alguna manera, con un consenso previo. Esto es, si hay otros dos sectores que están de acuerdo y hay la posibilidad de hacerlo, no soy el que pondrá palos en la rueda, habrá que buscar mecanismos de integración que respeten los espacios de poder que pretendemos. Pero -hoy por hoy- creo que la cuestión política pasaba por tres elementos: el primero se solucionó, que fue el de la acefalía con la designación de Romero; el segundo tiene que ver con las reglas de juego, y el tercero es la posibilidad o no -de hecho la última vez se dio- de un acuerdo integrador. No quiero descartarlo porque sería antipático de mi parte aparecer en una posición intransigente. Si hay racionalidad y razonabilidad, es una alternativa a considerar. Pero hoy creo que debemos ir por lo primero, que es enfocar la cuestión en las reglas de juego. Aunque no deja de estar vinculado a lo segundo y a lo tercero, porque si se llegara a un acuerdo, es como que queda abstracto lo anterior.
Aseguro, durante que esta semana, como me he comprometido, va a haber una tregua. Pero a partir del lunes sí va a haber, de alguna manera, la efectivización de las razones que son absolutamente determinantes e irrefutables en cuanto al planteo que hago. Si algo hemos demostrado -a través de la experiencia de muchas internas- es que no somos improvisados, sabemos lo que hacemos y cuándo debemos hacerlo. Y repito: la judicialización tampoco debe ser como el gran cuco. Creo que se produce cuando actores políticos no se ponen de acuerdo en la interpretación de algunas normas, que -en este caso- creo que hacen al respeto que deben tenerse para con el afiliado y para que se cumpla con el espíritu del sistema del voto directo. Por eso es que, habiendo una parte que en este aspecto reclama la posibilidad de que haya una elección con tiempo suficiente, creo, me siento muy fuerte desde Vamos Compañeros en el acompañamiento, en la medida que tengamos tiempo para llegar con nuestra propuesta. En el voto directo la voluntad de la gente prima sobre los propios dirigentes. No le tengo miedo de ninguna manera a que fulano se arrogue más o menos intendentes. Creo que nadie es dueño ni de los intendentes, ni de los dirigentes, ni siquiera de los votos. Va a depender de la posición de fuerza que -al momento de cerrarse las listas- tenga cada uno de los sectores.
Aides: se habla de Camau y Ríos juntos.
-No importa eso. Que vengan juntos o separados, da lo mismo. Desde nuestro punto de vista creo incluso que el hecho de que vengan juntos hasta sería mejor. Hay un segmento electoral que no está contenido en ninguno de los dos y que se repite hacia abajo, porque las diferencias que están instaladas -a nivel de los distintos pueblos- hacen que esas diferencias, por más que haya acuerdos, se mantengan. Aspiro a ganar o perder, pero compitiendo. Porque así lo hemos hecho siempre. Y, siempre, ganando o perdiendo, hemos estado dentro del partido. Nunca he sido candidato por fuera del partido. Y sé que -aunque me tocara perder, tal como está la cosa y como ha sido una constante de las internas peronistas de las tres últimas décadas- cada una de las listas sacará lo suyo. Porque al ponerse de acuerdo dos, hay mucha gente que va a votar a Vamos Compañeros porque tiene la camiseta desde siempre, es una marca registrada -como decía- con capital propio. A la militancia le gusta el parlante en la calle, porque le gusta el programa de radio. Y habrá otros que van a votar por las contradicciones que hay en cada una de las localidades, porque no están contenidos, porque están enojados. En este aspecto, lo importante desde Vamos Compañeros es legitimar un espacio político propio, se gane o se pierda, porque además el sistema D'hont permite que, compitiendo, cada uno tenga lo que el afiliado le da.
Aides: ¿se reunió con Jorge Antonio Romero?
-Quedamos en reunirnos porque además el compañero Jorge Antonio es un compañero con el que hace muchos años tenemos una muy buena relación. En la reunión del Consejo se habló como que la Presidencia del partido es como algo administrativo, eso no es para nada así. En un proceso electoral que pueda venir complicado pasa a ser un actor central, mucho más que la Junta Electoral. Habrá que ajustarse los cinturones porque habrá algo más que turbulencias. Porque si hay planteos, hay audiencias y demás, el presidente del partido y el partido mismo debe ir fijando permanentemente posición.
Arqueros: dijo esta semana es de tregua. Esto significa que desde el domingo se está conversando, se está negociando ¿Es para eso esta semana?
-A mi criterio creo que así va a ser. Entiendo que si se comprende el mensaje, de hecho repito, tengo previsto conversar con el Presidente del partido; de hecho, en la reunión del Consejo hemos departido con mucho afecto con los demás; es decir, creo que -a veces- en política, siempre lo digo, el que se enoja pierde. Uno puede tener visiones distintas. Y bueno, si le quiere meter que le meta. En este sentido, no me enojo. Está claro que no son el todo. Nadie es el dueño ni la verdad, ni de la pelota. Es decir, que la presencia de Vamos Compañeros y la decisión política de ir a las elecciones internas apuntan al equilibrio político para los próximos años también.
Aides: para cerrar ¿el lunes que viene qué?
-Seguramente el lunes a esta misma hora podrán hablar con el doctor Morales, que es el apoderado de nuestro sector y va a dar cuentas. No quiero hablar de las cuestiones técnico jurídicas porque tampoco puedo revelar la estrategia antes de tiempo. Lo que quiero decir es que tengo en claro qué es lo que hay que hacer, cuándo hay que hacerlo y respetar las posibilidades del consenso, que es lo que sanamente se ha conversado en el ámbito del Consejo partidario. Y si no hay acuerdos, les aseguro que los elementos disponibles son tan irrefutables como irrebatibles. Va a haber sorpresas.
Arqueros: sacando estas cuestiones que usted objeta ¿qué saca en general de esta reunión?
-Un clima de convivencia, de construcción, un clima del deseo de la dirigencia de encontrar un rumbo en común. Eso que se vio el sábado es el reflejo de lo que también se ve en la gente. Nos piden a los dirigentes que encontremos la forma de llevar a buen puerto un proyecto superador que permita desalojar al radicalismo del poder. Creo que hay buenos vientos. Va a depender de que cada uno ponga lo mejor de sí para tratar de encontrar la forma de poder transitar de la mejor manera el tiempo de desafíos que se viene por delante.
Aides: muchas gracias. Nos encontramos el lunes que viene.
-Gracias a ustedes. Se encuentra con el doctor Morales. En esto cada uno cumple su rol más allá de que lo jurídico está subordinado a lo político.
Aides: por ahí hay humo blanco.
-Si hay lógica, racionalidad, equilibrio y razonabilidad no seré quien ponga palos en la rueda. El justicialismo no se merece actitudes mezquinas de nadie.
Pero además quiero decir también que el hecho de que el lunes que viene el doctor Morales, con mucho desenvolvimiento plantee las cuestiones tal como están, en un proceso electoral y en una cuestión que se judicialice siempre hay posibilidades, porque el mismo juez antes de resolver tiene que llamar a una audiencia de conciliación, que es parte de un proceso. No podemos ser ingenuos de dejarnos ganar por los tiempos. Por eso es que tenemos que hacer las cosas de manera de no caer en el hecho consumado de caer en situaciones que no puedan revertirse. Como dice el refrán: "Si quieres la paz, prepárate para la guerra". Estamos preparados para una cosa y para la otra. Pero quisiera que la guerra la libre el justicialismo en su conjunto, en el buen sentido de la palabra, contra un gobierno radical que realmente ha cumplido un ciclo, que ha cansado a los correntinos, que no ha dado respuestas, que es un ciclo acabado, que si por algo los justicialistas hace cuatro década estamos en el llano es porque no hemos sabido administrar nuestras contradicciones internas. De ahí también el grado de racionalidad y mis buenos oficios, si se quiere, para contribuir a un buen entendimiento.
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