“La prioridad es sumar votos para que Mauricio Macri sea Presidente”, repiten todos los dirigentes del PRO de San Martín. Y, esa táctica electoral, deja abierta la posibilidad de que ingrese una figura con nombre propio que pueda sumarle al jefe de Gobierno porteño.

El PRO local no presentó lista en 2013 y, en 2011, lo hizo con boleta corta, con la única intención de que el entonces concejal Pedro Buonsante, renovara su mandato. Pero no logró siquiera pasar el piso de las PASO de 1,5 por ciento de los votos.

Ese año, los había dejado “en banda” el propio Mauricio Macri, quien a último momento desistió de su candidatura a Presidente. Y en 2013, en las cuartos oscuros de San Martín no hubo boleta amarilla porque el PRO se alió a Sergio Massa en la Provincia.

Ahora, sus referentes prometen que la historia cambiará y que tendrán su propia boleta, con la esperanza de que el “arrastre” de la candidatura de Macri les permita meter concejales. “O pegar el batacazo y llegar a la Intendencia”, se entusiasman los más optimistas.

Jorge Macri sigue coqueteando entre ser candidato a Gobernador o a Intendente de Vicente López. Lo mismo hizo en 2011 y, finalmente, optó por la segunda opción. Lo más probable es que esta vez suceda lo mismo.

En ese sentido, la suerte bonaerense queda atada a la postulación de María Eugenia Vidal, vicejefa de Gobierno porteño. Tras el “no” de Gabriela Michetti, el Ingeniero se inclinó por Vidal para liderar la campaña en la Provincia. “María Eugenia era nombre puesto para suceder a Mauricio en la Ciudad, así que si cruzó la General Paz y se mudó a la Provincia, no hay vuelta atrás con su candidatura. Más si fue el propio Mauricio quien le pidió que lo hiciera”, confían en el entorno de Vidal.

Los “vidalistas” abren el paraguas antes de tiempo por la chance de que Gustavo Posse deje el massismo e intente llegar a la Gobernación a través del PRO. Esta posibilidad es cada vez más fuerte. Y lo mismo podría hacer Jesús Cariglino. Si se concreta este escenario, el PRO tendría unas PASO dinámicas en la Provincia.

LOS DOS ESPACIOS MACRISTAS

En San Martín, el PRO tiene dos espacios. Los que se referencian con Jorge Macri son conducidos por Susana Martinengo, ex funcionaria de Ricardo Ivoskus. Y el acompañamiento a Vidal lo encabezan el subsecretario de Fortalecimiento Familiar y Comunitario de la Ciudad, Santiago López Medrano y el ex concejal Alejandro Keck.

Sin embargo, desde el PRO estuvieron “sondeando” a varios empresarios y figuras con perfil alto de San Martín para que sean candidato a Intendente. Pero no tuvieron éxito. En este contexto, sería Keck el postulante local y López Medrano –hombre de confianza de Vidal– aspiraría a integrar la lista de legisladores bonaerenses.

Si bien la intención de contar con un apellido de renombre no prosperó, en el macrismo local están tranquilos y confían en que “estar colgado a la boleta de Macri, según las encuestas, nos da en el distrito un piso de entre 15 y 20 por ciento”. Y recuerdan lo que le sucedió al actual Intendente: “Gabriel Katopodis, en 2011, llegó por el arrastre y el acompañamiento que tuvo de Sergio Massa”.

EL EFECTO IVOSKUS Y POSSE

LaNoticiaWeb publicó a principio de mes que el macrismo bonaerense le abriría las puertas a Ricardo Ivoskus si su intención es desembarcar en el PRO para regresar a la Intendencia. Sin embargo, su exigencia es que no lo confirme semanas antes del cierra de lista, una estrategia que “Honestidad y Trabajo” repite en cada año electoral.

“La gente de Ivoskus siempre habla con el PRO. Pero por lo que tenemos entendido, ellos tienen un acuerdo con Scioli. Si entran o no al PRO, deberán ir a las PASO, porque el PRO de San Martín no coincide con Ivoskus”, afirmó Alejandro Keck a este portal. Y puso en duda la cantidad de votos que tiene asegurada Ivoskus: “Sólo el 3 por ciento de los distritos gobernados por una estructura política pierde una elección. Y eso fue lo que les pasó a ellos en 2011”.

En el PRO local son más entusiastas con la posible llegada del sanisidrense Gustavo Posse, cuya mano derecha, Walter Carusso, es oriunda de San Martín.

Dejando de lado lo electoral, el macrismo distrital se muestra entusiasmado con poder llegar a inaugurar el séptimo local antes de marzo, ampliar la presencia de la militancia y tener cerrada la estructura de fiscales.