Lo que es dramático para los pobladores, ya es desesperante para los productores y sus animales, por eso ante la falta de respuestas y de plata para comprarles agua a los Gildistas que hacen negocios con su venta, los productores decidieron cortar la ruta desde el martes en Ingeniero Juárez.

LA INVISIBILIDAD DEL RECLAMO

Desde hace mucho tiempo y sin ningún tipo de repercusión mediática, porque la política comunicacional de Pomelo Ferreira y Jorge Bazán es "lo que no se hace público no existe", aborígenes y pobladores criollos están cortando la ruta provincial Nº 39 en Ramón Lista, en reclamo de mejor atención en salud, la investigación de una 30 muertes dudosas y agua potable para la población.

Desde el gobierno recién se dieron a conocer este corte y estos reclamos no escuchados, cuando denunciaron que el corte que se da en el acceso a Los Blancos - Palmar Largo, impide el ingreso a las áreas de producción de hidrocarburos de El Surubí y El Chivil, lo que impide la normal evacuación del crudo a tal punto que los tanques lugareños prácticamente están agotados lo que implicaría la paralización de las actividades de producción de petróleo, lo que generaría una cadena de impacto desfavorable para la provincia en materia de regalías y del impuesto a los ingresos brutos, entre otras consecuencias.

Sorprende que en lugar de atender los reclamos, se preocupen por regalías e impuestos que nunca llegan a los pobladores de la zona.

La falta de atención y de respuestas a los reclamos recrudecen la protesta e incluso ?según el gobierno- ya que producen cortes en el servicio de energía eléctrica arrojando boleadoras de alambre sobre los cables que distribuyen el valioso fluido en el departamento Ramón Lista, dejando sin energía eléctrica a Pozo de la Chiva, Santa Teresa, acceso a Los Blancos, Palmar Largo, El Surubi, El Chivil, como también las más importantes poblaciones de cabecera como General Mosconi y El Potrillo.

Lamentablemente el gobierno todavía no aprendió, ni con la experiencia del Dr Honoris Causa Félix Díaz que el ignorar los reclamos, hacerlos invisibles a la opinión pública, no quiere decir que no existan, que no van a trascender y mucho menos que no van explotar en situaciones desagradables, que solo abonarán la percepción que muchos tienen en el orden nacional de que "Gildo Insfrán es un asesino, que avergüenza a todos los argentinos".