La diputada porteña juega otra vez al misterio y cuela postulantes a ambos lados de la grieta PRO. Los nombres y qué le depara el futuro político.
La diputada del PRO por la Ciudad de Buenos Aires María Eugenia Vidal esconde sus cartas en plena campaña electoral y no dice públicamente si respaldará a Horacio Rodríguez Larreta o a Patricia Bullrich en la contienda interna de Juntos por el Cambio (JxC) por la Presidencia. La decisión quizá se deba a que la exgobernadora que salió eyectada del sillón de Dardo Rocha cuando perdió contra Axel Kicillof colocó a hombres y mujeres de su confianza en ambas listas. Jugar a dos puntas le permite evitar que su estructura continúe diluyéndose, aunque genera cierta suspicacia en la cúpula de dirigentes opositores.
Los casos más explícitos son los de Cristian Ritondo, su alfil de origen peronista que encabeza la lista de aspirantes a la Cámara de Diputados de Bullrich; y de Federico Suárez, su guró de comunicación y estrategia política que está en el quinto puesto de precandidatos de la nómina de Larreta.
La misma estrategia se ve en otras categorias: Alex Campbell, su representante en la Legislatura bonaerense, quien iba a encabezar la nómina de aspirantes a la Cámara baja por la Primera sección electoral, terminó en el segundo lugar de la tira de senadores por la Sexta, también en la boleta del team halcón que lidera Néstor Grindetti en la provincia. Al otro lado de la grieta, algunos operadores suyos como Federico Salvai también están en el team paloma que tiene su sede central en las oficinas de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Todavía es una incógnita a qué punta mandará a jugar a los heridos de ambas listas, por caso, el senador Owen Fernández o la diputada Anastasia Peralta Ramos, que se quedaron afuera de todo. Pese a los acuerdos en distintas terminales, se especula con que, finalmente, Vidal se inclinará en algún momento de la campaña por Larreta, no sólo porque le puede garantizar mayores fierros para evitar la fuga de sus dirigentes en el llano, sino también porque mantiene una relación algo distante con Bullrich.
Fuera de la carrera por la Casa Rosada con la que alguna vez soñó, incluso desplazada de la pelea por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, que era su Plan B después de haber regresado al territorio porteño en 2021, nadie se anima a marcar un futuro claro para la diputada. De momento, tal vez se aferre a un resultado equilibrado entre Larreta y Bullrich para no perder demás en términos legislativos.
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