El ex jefe de Gabinete y el ex ministro de Hacienda estuvieron en el búnker PRO. Consultoría, oportunismo y política.
Marcos Peña y Nicolás Dujovne fueron dos visitas llamativas el domingo 14 de noviembre en el búnker de Juntos Por el Cambio en Costa Salguero. ¿Por qué? Porque no habían estado en ese mismo búnker para las PASO. Cuando los vieron entrar, las miradas se posaron rápidamente sobre ellos y los murmullos comenzaron a circular.
Aunque no gocen de buena imagen hacia dentro de la coalición, ambos players tienen la estima de los líderes del espacio. Peña es valorado por Horacio Rodríguez Larreta y en el último año mejoró su relación con María Eugenia Vidal. Dujovne es un mimado de Mauricio Macri.
Marcos. El ex jefe de Gabinete tiene un origen común con Rodríguez Larreta y Vidal en los inicios del PRO en la Ciudad de Buenos Aires. Crecieron a la par. El triunfo electoral de 2015 los separó y también los colocó a los tres como posibles sucesores de Macri, pero el tiempo diluyó esa idea para Peña. Larreta y Vidal siguen en carrera.
Hoy Peña es un hombre de consulta del jefe de Gobierno porteño y su visita en el búnker tuvo que ver con la euforia que se vivía en los días previos y la ventaja que había obtenido Juntos Por el Cambio en las PASO.
Durante 2020 se dedicó a la actividad privada como consultor y llegó a tener conversaciones con diferentes dirigentes de América Latina, como el presentador televisivo de la cadena O’Globo Luciano Huck, una estrella comparable con Marcelo Tinelli, pero a escala brasileña. Hasta allí habría llegado vía el empresario Alejandro Gravier, marido de Valeria Mazza y amigo de Huck, quien lo habría puesto en contacto con Mauricio Macri. Luego de una conversación entre Huck y Macri, el ex presidente argentino le recomendó a Peña como asesor. Al final no avanzaron, porque el presentador brasileño tuvo una oferta millonaria de la cadena O’Globo que postergó su carrera política por un tiempo.
Regla. Uno de los temas que desvela a Peña es el camino a 2023 y la cantidad de aspirantes presidenciales que tiene el espacio. Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo, Gerardo Morales, Patricia Bullrich, Facundo Manes, Miguel Angel Pichetto, Vidal y Mauricio Macri están en esa lista. ¿Quién será el candidato? Quien sea, tendrá como misión ser el representante de la unidad. Pero al haber tanta disparidad entre las opciones será difícil conseguir esa representatividad. Hoy Peña está pensando en buscar una especie de reglamento para despejar esa discusión y depurar la lista. La coalición hoy es muy distinta a la de 2015, cuando se llamaba Cambiemos, y también a la de 2019, cuando adoptó el nombre que tiene actualmente. Rumbo a 2023 también sufrirá cambios y podrían surgir nuevos representantes. Ya no lidera sólo Macri y el electorado va mutando. En 2023 votarán adolescentes que nacieron en 2007, que no miran tele, no usan Facebook, ya están dejando Instagram y TikTok les parecerá vintage. ¿Por donde se les habla a esos votantes? Peña está pensando en todo eso.
Dujovne. El ex ministro de Hacienda está en otra sintonía. Desde que dejó la función pública en medio de corridas cambiarias decidió bajar el perfil y volver a su actividad como consultor, anexando una nueva unidad de negocios: un fondo de inversión.
Dujovne trabó un buen vínculo con el también ex ministro de Hacienda mexicano José Antonio “Pepe Toño” González Anaya y juntos crearon un fondo que rondaría los 200 millones de dólares para invertir, sobre todo, en bonos de países emergentes, la especialidad de Dujovne. Hoy, según pudo saber NOTICIAS, sus clientes tienen papeles de la deuda del Líbano y también bonos corporativos de empresas argentinas. Diversificado.
Con su consultora continúa dando charlas sobre actualidad económica en países emergentes, tiene clientes sobre todo extranjeros y también algunas compañías locales. La semana pasada dio una charla en la Bolsa de Comercio de Córdoba donde dejó algunas reflexiones. Dijo que una “proyección conservadora” del déficit para el próximo año es de entre 5 y 5,5 puntos porcentuales y que eso debería reducirse al 2,5% porque Argentina hoy solo se financia con emisión monetaria, lo que podría llevar a una aceleración inflacionaria. También dijo que un tema tabú en la Argentina es la reforma previsional y que se necesita encarar el tema con responsabilidad y un gran acuerdo político transversal porque es una reforma que podría regir durante décadas. Dijo que el sistema previsional representa un 12% del gasto del Estado, comparado contra otros países en los que representa el 7%. Habló de las jubilaciones de privilegio que ocupan el 10% del sistema previsional y solo son asignadas a un universo muy pequeño de personas.
Esta no fue la única aparición pública de Dujovne. A fines de septiembre brindó una entrevista al diario Clarín, donde dio apreciaciones sobre el rumbo económico del Gobierno e hizo un balance de la gestión anterior.
Luego de esa entrevista viajó a Miami, donde se encontró con Mauricio Macri. Allí el ex presidente lo invitó a una comida con amigos, donde sorprendió su presencia. Esperaban a Macri solo.
La siguiente aparición de Dujovne fue a fines de octubre en la marcha que acompañó a Macri para su declaración en el juzgado de Dolores. Esa peregrinación se consumó en un almuerzo en el Antiguo Almacén Sol de Mayo, un restaurante al costado de la ruta 63, muy cerca de Dolores. Allí se sentaron a comer Macri y Dujovne junto con Patricia Bullrich, Gerardo Millman, Guillermo Dietrich, Gustavo Santos, Fernando De Andreis, Pablo Avelluto, Andrés Ibarra y Francisco Cabrera, entre otros.
Costa Salguero. Toda esa camaradería previa a las elecciones generales de noviembre le dio a Dujovne el pase VIP para el búnker de Juntos Por el Cambio. En el búnker se encontró con viejos compañeros del Gabinete y también con Marcos Peña, con quien durante el año pasado compartieron presentaciones ante empresarios para dar un panorama sobre la Argentina. Dujovne exponía sobre la dinámica económica y Peña sobre la política.
Antes de las elecciones generales, Dujovne veía un escenario político de crisis total dentro del Gobierno con el presidente acorralado y recurriendo a una asamblea legislativa en el Parlamento para ordenar una transición. Una situación que, hasta ahora, no pareciera estar en el horizonte. Tal vez por esto los análisis políticos los hacía Peña. Pero, en defensa de Dujovne, la hipótesis de la asamblea legislativa designando a una suerte de primer ministro se barajó entre los escenarios de diferentes analistas del círculo rojo.
Peña y Dujovne son considerados, dentro de un sector de Juntos Por el Cambio, como la dupla maldita. Cabe recordar que el Gobierno de Macri estaba dividido entre los macristas puros, donde estaban ambos ministros, y el “ala política”, el sector que estababan Rogelio Frigerio y Emilio Monzó. Por otro lado también estaba el vidalismo en la provincia de Buenos Aires, que había sido víctima del espionaje de la AFI macrista de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Sobre todo, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo. Estos viejos episodios configuran la base de las relaciones de hoy. Aunque en los niveles dirigenciales haya buena sintonía y diálogo, aquellos viejos rencores todavía persisten, sobre todo, en los equipos de trabajo de los dirigentes.
Esta dinámica es más aplicable a Peña que a Dujovne, quien pasó por el búnker como si fuera un turista con acceso VIP. El ex ministro ya expresó que no tiene interés en volver a la actividad pública. Peña, en cambio, conserva inquietudes políticas que lo mantienen en el circuito de reuniones y consultas. En el búnker por momentos se quedaba solo contemplando la pantalla y analizando las mesas testigo. Estuvo con Macri, quien llegó acompañado por Juliana Awada y Fernando De Andreis y otros dirigentes.
Peña y Dujovne se muestran cerca y, cada uno desde su lugar, están pensando en reciclarse.
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