Por un lado diez ciudades serán centro el jueves de la “Gran Marcha Colombia Pacífica” y, por otro lado, los partidarios del NO que rechazaron el acuerdo en el plebiscito del 2 de octubre se manifestarán el sábado 29.
El líder de las FARC, Iván Márquez, advirtió ayer que si se demora la renegociación del acuerdo de paz, el proceso puede pasar “del limbo al infierno” y el presidente Juan Manuel Santos se mostró confiado en un entendimiento que “esperan miles de víctimas”. Mientras tanto, diez ciudades serán centro el jueves de la “Gran Marcha Colombia Pacífica” y por otro lado, los partidarios del NO que rechazaron el acuerdo en el plebiscito del 2 de octubre, se manifestarán el sábado 29.
El jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, advirtió que, si se demora, el proceso de paz con el gobierno puede pasar “del limbo al infierno”, aunque manifestó la voluntad de la guerrilla de salvarlo. “Hay que escuchar a todo el mundo, pero en un lapso de tiempo no muy amplio, porque si no, se nos muere este proceso”, sentenció Márquez durante una entrevista divulgada en Estados Unidos por la cadena hispana Univisión realizada en Cuba, en la que además expresó dificultades en materia económica para sostener a los integrantes de esa guerrilla en medio de la tregua.
Márquez expresó: “No hace mucho tiempo, tal vez algunos meses, suspendimos las impuestaciones. Esto nos está generando una situación económica que tenemos que discutir con el gobierno. Creo que vamos a tener que recurrir a las organizaciones internacionales para poder sostener a este Ejército encampametado en tregua”, dijo el vocero de la guerrilla, según citó Caracol radio en su página web.
Otro de los negociadores de las FARC, Pastor Alape, también pidió implementar rápido la renegociación, pero incorporó otras apreciaciones. “Consideramos que esto hay que hacerlo rápido, porque quienes proponen que esto se extienda están en una estrategia política-electoral, y quieren generar ingobernabilidad para llegar al 2018 en condiciones que los posicionen en el gobierno”, dijo Alape en una entrevista publicada ayer por el diario colombiano El Tiempo.
El problema que afecta al acuerdo es más político que jurídico, pues Santos no estaba obligado a convocar a un plebiscito de refrendación.
Entre las alternativas que se plantean para implementar el acuerdo está la reapertura de la negociación para incluir las objeciones de quienes votaron por el NO. También se considera la posibilidad de que el Congreso, con mayoría del oficialismo, expida leyes para implementarlo o que se convoque una Asamblea Constituyente.
Alape indicó que lo que posiblemente esté buscando la derecha radical del ex mandatario Álvaro Uribe, principal promotor del NO, es dilatar el proceso para que coincida con el inicio de la campaña de cara a las elecciones de 2018 y buscar, mediante una Constituyente, una reforma para que el ahora senador pueda volver a ser presidente, pues la actual Constitución lo impide.
Con todo, Santos pidió a los colombianos que tengan la seguridad de que el Ejecutivo no los dejará como dicen popularmente, “colgados de la brocha”. “Tenemos que cumplirles a millones de víctimas. Todas están esperando el acuerdo se comience a aplicar, el nuevo acuerdo, para que se garanticen sus derechos”, aseguró. Santos destacó el hecho de que se escuchó, en un diálogo nacional muy intenso, a propósito, a los voceros de las diversas vertientes y dio por hecho que van a avanzar para lograr el acuerdo que piden víctimas, que piden ciudadanos, en calles y plazas del país.
Alape, a su turno, advirtió que muchos de quienes se oponen al acuerdo buscan impedir que los agentes de seguridad del Estado respondan ante el tribunal de la justicia transicional porque se verían expuestos ante el país. “Aquí van a tener que responder los de los ‘falsos positivos’ (ejecuciones extrajudiciales), quienes patrocinaron el despojo de las tierras de los campesinos, quienes generaron el desplazamiento en Colombia. Eso es lo que se teme”, evaluó.
A su vez, 24 integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), entre ellos uno de los jefes en el departamento colombiano del Chocó conocido por el alias de Horacio, se desmovilizaron el lunes, a apenas diez días del inicio de los diálogos formales con el gobierno en busca del fin del conflicto armado. Los guerrilleros se desmovilizaron en el municipio de Pizarro, en la región chocoana del bajo Baudó, y entregaron numerosas armas y material de intendencia, indicó la Armada en su cuenta de Twitter. Todos formaban parte del grupo “Frente Cimarrón” del ELN, que opera en el selvático Chocó y contra los que la Armada desarrolla una gran operación desde hace meses. Los 24 desmovilizados fueron trasladados en buques de la Armada a la ciudad de Buenaventura. El gobierno colombiano y el ELN anunciaron el lunes que comenzarán la fase pública de diálogos de paz el jueves 27, en Quito.
Por otra parte, la “Gran Marcha”, que se realizará en Medellín, Bojayá, Quibdó, Arauca, Buenaventura, Bucaramanga, Cali, Granada, Yopal y Bogotá, se propone construir escenarios de paz y superar la polarización de la sociedad tras el resultado del plebiscito, informaron los organizadores. Los manifestantes llevarán ropa y banderas blancas y una vez lleguen a los puntos de destino se sentarán alrededor de una mesa que representa la mesa de negociaciones, y, en silencio, prenderán la luz de los celulares para enviar el mensaje a las partes y encontrar un acuerdo definitivo sin dilaciones.
La iniciativa fue motorizada por un grupo de estudiantes que busca fortalecer el tejido social y promover el respeto a la diferencia y la unidad nacional, agregó la información. La convocatoria al evento se realiza en las redes sociales con la etiqueta #EstamosListos para expresar que la sociedad civil está unida y que, a pesar de sus diferencias, está lista para afrontar los desafíos de vivir en un país en construcción de paz.
Por su parte, simpatizantes del NO en la consulta están convocando a marchas para el sábado 29 para exigir que en la mesa de negociaciones de paz instalada en La Habana se respete la votación del pasado 2 de octubre y que se tomen en cuenta las propuestas hechas por los promotores del rechazo a los acuerdos entre el gobierno del presidente Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El pasado 26 de septiembre se firmó en Cartagena el acuerdo de paz entre el gobierno y la principal guerrilla, luego de de casi cuatro años de negociaciones para acabar con el conflicto armado que afecta al país hace más de medio siglo. Sin embargo, el pacto no fue refrendado en el plebiscito del pasado 2 de octubre porque la opción del NO se impuso en las urnas con un 50,21 por ciento de los votos, mientras el SÍ alcanzó el 49,78 por ciento, con una abstención que superó el 63 por ciento del padrón, lo que dejó en la incertidumbre el acuerdo y llevó al gobierno a entablar un diálogo con la oposición para destrabarlo.
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