En el marco del primer aniversario del crimen del comerciante Daniel Farías, los vecinos de Santo Tomé marcharon desde las 16 hacia la costanera de la ciudad, pidiendo mayor seguridad.
Desde el Centro Comercial de Santo Tomé, se había emitido un comunicado invitando a los vecinos de la ciudad a participar de una marcha “por la paz y la justicia” con motivo de cumplirse el primer aniversario del crimen del comerciante Daniel Farías. La organizadora de iniciativa fue Elisa Yapura, viuda de Farías. Así fue que este 1º de mayo, la marcha se llevó a cabo desde la intersección de las avenidas Siete de Marzo y Luján. Pasadas las 16, una multitud peregrinó hacia el Anfiteatro de la costanera, el cual estuvo casi colmado de gente, y allí se llevó a cabo una misa recordatoria del mencionado comerciante asesinado hace un año atrás. De la misma participaron familias completas de la ciudad, con más de tres generaciones presentes, exigiendo mayor seguridad y tranquilidad para las calles de la vecina ciudad. Pero también formaron parte gente perteneciente a diferentes ámbitos de la comunidad. “Directoras de escuelas, familias tradicionales de Santo Tomé, la mayoría de los concejales de la ciudad, el intendente Fabián Palo Oliver, el secretario de Gobierno, el secretario de Hacienda, integrantes de diferentes secretarías municipales, el Centro Comercial con su comisión directiva con Marcelo Baretta al frente, y entidades intermedias como la Vecinal Sargento Cabral, la Vecinal San Martín, la Vecinal siete de Marzo, la Vecinal Centro, la Vecinal Las Vegas y las demás que forman las Vecinales Agrupadas, se juntaron para pedir seguridad”, afirmó Julio Rivero, Presidente de la Vecinal Sargento Cabral y persona al frente de Vecinales Agurpadas Santotomesinas. “El año pasado hubo cerca de 600 personas en la primer marcha que realizamos en esta fecha. Pero este año se redobló la apuesta con más de 1300 personas, cálculo que sacamos de la cantidad de cuadras que cubría la caravana”, afirmó. Hubo mucha gente presente y Rivero manifestó que estaban satisfechos, no por la marcha en sí, sino que porque “la gente se está haciendo eco del gran problema que tenemos. Están sucediendo cosas terribles en la ciudad que antes no pasaban. Asesinatos, empezando con el del señor Farías, arrebatos, asaltos hasta con grupos comando, violaciones como la que ocurrió hace una semana atrás en Adelina Centro. Cosas espantosas que nunca pasaron acá”. “Tenemos que procurar tomar cartas en el asunto y hacernos oír. Pero también dar aviso a las autoridades de hechos delictivos ya que muchas veces no se denuncian los robos, pero hay que hacerlo. Porque si un juez se encuentra frente a una persona que tiene sobre sí cinco o seis denuncias, tiene otro peso el caso. Por eso tenemos que ayudarnos entre todos y no dejar solamente que el gobierno solucione las cosas. El ciudadano tiene que colaborar también”. Tras la marcha, se llevó a cabo una misa a cargo de los padres de varias parroquias de la ciudad, en conmemoración del aniversario del fallecimiento de Daniel Farías. “Pero no solo se realizó esto por este triste aniversario, sino que es por la gran inseguridad que tenemos. Santo Tomé siempre fue una ciudad tranquila, y hoy ya no lo es”, continuó Rivero. Reconociendo que se sabe que el problema de inseguridad es algo que ocurre en todo el país y la provincia, afirmó que ellos se ocupan de solucionar los problemas que tienen en su ciudad. “Éste es un problema de todos y creo que entre todos tenemos que hacer algo. Hay que dejar de mantener la política, hay que dejar de mantener las cosas institucionales… lo que sea, con tal de sacar esto adelante. Porque se ve que no podemos esperar mucho de los gobiernos, entonces el ciudadano tiene que actuar, por ejemplo, denunciando los hechos de inseguridad”. “Y otro gran problema son los menores. Tenemos leyes desde hace 60 años, entonces el menor comente un delito, lo meten y al otro día temprano antes de que vos fuiste a hacer la denuncia, ya está suelto. Hay que cambiar las leyes, llegar a un lugar donde dejemos de apañar muchas cosas. Los derechos humanos tienen que ser para el que recibe los agravios o es víctima también, y a veces parece que no fuera así”.
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