El conflicto con los ocho empleados de la planta no permanente de la Cámara de Senadores concluyó antes de lo esperado y los trabajadores de la Cámara alta suspendieron la movilización que se había planeado para esta mañana.
A última hora del miércoles se decidió anular los decretos de baja porque presentaban una serie de irregularidades y finalmente podrán reintegrarse el lunes porque hoy no hay actividad, según lo informó el dirigente de la Asociación de Trabajadores del Senado, Juan Nieva.
Tras una reunión de la que participaron varios senadores del bloque del FJV y los secretarios del Senado, se logró un acuerdo y se destruirán los decretos que se firmaron con la baja de los ocho empleados, ya que consideraron que no tenían validez. En primera instancia, habían sido firmados por el presidente provisorio del Senado y a cargo de la Vicegobernación, Marcelo Cordero, cuando éste estaba a cargo del Ejecutivo provincial (por la ausencia de la gobernadora Lucía Corpacci, que participa de una foro minero en Australia); y en segunda instancia tenían un error de forma: según el gremio, algunos tenían como motivo de despido la falta de recursos “del presupuesto 2018”, cuando el presupuesto vigente es el de este año.
Estas razones, sumadas a la explicación que había adelantado el secretario administrativo, Diego Véliz, quien aseguró el miércoles que los cesanteados “aún no habían sido dados de baja en los libros contables”, hicieron que la situación se solucione sin la necesidad de dictar un nuevo decreto que anule los anteriores.
En diálogo con El Ancasti, el referente de la Asociación de Trabajadores del Senado, Juan Nieva, comentó que los senadores justicialistas se reunieron con Cordero para tratar de llegar a un acuerdo. “Trascendió que Cordero reconoció que la medida había sido por un acto de enojo, y que por eso daban marcha atrás”, señaló.
En el mismo sentido, diputados del FCS-Cambiemos habrían mantenido contactos con el presidente del bloque de senadores del FJV, Oscar Vera, a quien le solicitaron que intercediera con Cordero para solucionar el conflicto.
Por su parte, el senador de Valle Viejo, Jorge Malnis (FCS-Cambiemos), en Radio Ancasti aseguró que “la intención es que el lunes se reincorporen”. “Entendemos que más allá de las cuestiones presupuestarias que se alegaron, coincidimos todos en que se puede hacer un esfuerzo para que no se concreten estas bajas, porque es una situación extraordinaria y muy puntual”, expresó respecto a que los afectados tenían todos relación con el departamento Paclín y con dirigentes del FCS. “Era una situación muy injusta, había una casualidad muy grande y parecía cualquier otra cosa; es lógico que ningún empleado lo quiera aceptar”, añadió.
Para Malnis, más allá de que existan errores en los decretos de baja o no, consideró que se trata de “cuestiones internas” que no le interesan al trabajador, “que quiere volver a la normalidad”. “Cordero primero explicó que buscaban reducir porque así son las pautas que envía la Nación para el presupuesto 2018, pero es algo que hay que estudiar”, expresó.
El escándalo explotó cuando ocho trabajadores de la planta de personal no permanente de diferentes áreas del Senado, todos oriundos de Paclín y con hasta siete años de antigüedad, fueron notificados de sus bajas que habían sido firmadas la semana pasada, y aseguraban que Cordero los sancionaba porque ellos o sus familias no habían votado por él el pasado 22 de octubre, cuando perdió la senaduría a manos de Omar Noriega (FCS-Cambiemos).
Sindicalismo
En Facebook, el Sindicato de Empleados Legislativos se adjudicó la responsabilidad en la reincorporación de los empleados del Senado, luego de que Cordero concediera una audiencia a la secretaria general, Inés Rodríguez. Sin embargo, un grupo de empleados del Senado felicitó a Juan Nieva, de la ATS, por la manifestación del miércoles, que de algún modo permitió poner en discusión los decretos que se habían notificado de manera informal, a pesar de que en ningún momento fueron recibidos por las autoridades de la Cámara.
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