Antes del partido solidario convocado por Francisco, Diego se reunió con el ex secretario de Comercio del kirchnerismo. Después le regaló una camiseta al Sumo Pontífice.
Francisco recibió a un nutrido grupo de estrellas mundiales del futbol, entre los cuales se destacaba la presencia de Diego Armando Maradona y la ausencia de Lionel Messi, lesionado. El Papa dijo que el partido amistoso "Por la Paz" de esta noche (las 15.15 de Argentina) en el estadio Olímpico de Roma,"reavivará la conciencia de ser un válido aporte a la coexistencia de todos los pueblos, excluyendo discriminaciones de raza, de idioma y de religión".
"Ustedes saben que la discriminación es desprecio y con el partido de hoy dirán 'no' a cada discriminación", señaló el Papa argentino a los jugadores, entrenadores y dirigentes presentes que estaban acompañados por sus familiares en la gigantesca sala de las audiencias generales.
"Las religiones en particular son llamadas a hacerse vehículo de más y jamás de odio, porque en nombre de Dios es necesario llevar siempre y solo el amor. Religión y deporte, entendidos en este modo auténtico, pueden colaborar y ofrecer a toda la sociedad signos elocuentes de aquella nueva era en la cual los pueblos 'no alzaremos más la espada el úno contra el otro'", destacó Francisco con una cita bíblica.
Las autoridades vaticanas y los organizadores de la Scholas Ocurrentes y de la Fundación P.U.P.I, de Javier Zanetti, dedicadas a la beneficiencia educativa en las escuelas y entre los niños necesitados, debieron pedir que fuera habilitada la Sala de las Audiencias Generales para contener a la cantidad de gente que se congregó. Frente al Papa, en el estrado, en el sector izquierdo se sentaron los deportistas y sus familias, mientras que el sector derecho fue reservado a la prensa internacional, con una presencia masiva.
En su saludo a los promotores del primer partido interreligioso por la paz, en el estadio Olímpico, Jorge Bergoglio les agradecidió "porque adhirieron a mi deseo de ver campeones y entrenadores de varios países y diversas religioses a disputar un encuentro deportivo para testimoniar sentimientos de fraternidad y amistad. El partido de esta noche servirá para reflexionar sobre los valores universales que el futbol y el deporte en general pueden favorecer la lealtad, la condivisión, la acogida, el diálogo, la confianza en el otro".
Francisco destacó que "el evento deportivo de esta noche es un gesto altamente simbólico para hacer comprender como es posible construir la cultura del encuentro en un mundo de paz, donde creyentes de religiones distintas, conservando su identidad, puedan convivir en armonía y en el respeto recíproco".
La entrada de Maradona al ingreso de la Sala de las Audiencias fue epectacular. Diego lucía anteojos oscuros y estaba rodeado de custodios y personal de la embajada, en particular su amigo el consejero económico Guillermo Moreno, quien mañana lo agasajará con un asado en la terraza de nuestra representación diplomática ante el gobierno italiano, frente a la basílica pontificia de Santa María la Mayor, en la plaza del Esquilino.
“El Papa me inspira, por eso vine a verlo, si no no hubiera venido”, contó Maradona, que le regaló al Sumo Pontífice una camiseta de la Selección Argentina con la leyenda "Para Francisco, todo mi cariño. Paz para todos", a la que además le estampó su firma.
Según trascendió, en el momento en que el Papa y Maradona se dieron la mano, Diego le dijo una célebre frase: "Dos potencias se saludan", la misma que inmortalizó el boxeador José María Gatica (el Mono) en un encuentro con Juan Domingo Perón, en 1950.
Los jugadores que participarán en el partido han suscripto un manifesto en el que adhieren a los valores de la paz, la tolerancia religiosa y el diálogo.
"El deporte tiene una gran influencia sobre la gente y puede dar una contribución seria en favor de la paz y la tolerancia, contra la discriminación", dijo a Clarín David Trezeguet, el delantero que en la última temporada jugó en Newell's. El francoargentino elogió "la vital contribución a la paz de Francisco", y dijo que se sentía emocionado de estar presente, ya que se trata de "una oportundidad única".
El ídolo colombiano Carlos Valderrama señaló: "Hombre, estoy aquí porque quiero la paz y es muy especial que el Papa nos haya llamado a este encuentro". El chileno Iván Zamorano dijo: "Que el Papa me haya llamado me parece un milagro. Claro que los futbolistas, que influimos sobre la gente, podemos y debemos hacer una contribución por la paz y contra todo tipo de discriminación".
Comentá la nota