En los primeros 8 meses del año se utilizó el 56% de la capacidad instalada en la industria, es decir 10 puntos menos que el 66% del año pasado. Volvió a niveles parecidos al 53% del 2020 pandémico. No solo afecta a los márgenes de ganancia, sino que aleja el horizonte de inversión productiva
Por Mariano Cuparo Ortiz
El 2024 sigue siendo un mal año para la industria y en niveles cercanos a los del 2020 pandémico: la utilización de la capacidad instalada en el sector fabril fue del 56,8% en los primeros 8 meses del año, lo que significó una caída de casi 10 puntos respecto al 66,6% del mismo período del 2023. La recesión económica, contracara de la desaceleración inflacionaria, y producto de la caída de los salarios por la devaluación de diciembre y el ajuste fiscal, es la explicación clave: vienen traccionando poco el consumo de los hogares y los otros sectores productivos.
El Indec publicó el informe Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCII) correspondiente a agosto, que mostró que durante el mes el uso de maquinarias en el sector fabril fue del 61,3%. Eso implicó una caída de 6,6 puntos contra el mismo mes del año pasado, cuando la UCII fue del 67,9%. En términos generales, ese es el escenario: hasta el 2023 se utilizaban dos tercios de las instalaciones fabriles y en 2024 eso cayó hasta niveles cercanos a un uso de apenas el 50%. La industria funcionando a media máquina.
Como para observar la dimensión del dato, vale destacar que, desde el inicio de la serie histórica del Indec, solo hubo dos agostos con niveles inferiores a los de este año: el 2019, luego de los dos años de devaluaciones sucesivas, que llevó a un uso de las instalaciones del 60,5% y el agosto del 2020 pandémico, apenas comenzando a salir del parate abrupto de la cuarentena, con una utilización del 58,4%. En los primeros 8 meses del 2020 la UCII fue del 53%. Se trató del único año de toda la serie en el que se observaron niveles inferiores a los del 2024, cuando la UCII fue del 56,8% en el mismo período.
Un mal agosto
El indicador se alejó de esa forma de los niveles óptimos para las empresas y, por ende, del horizonte en el que podrán empezar a pensar en invertir más, además de que afecta sus márgenes de ganancias al aumentar el costo unitario (por cada producto). Los manuales indican que ese nivel óptimo suele estar entre el 70% y el 80%. En ese punto es en el que se supone que las fábricas comienzan a pensar en invertir y agregar nuevas instalaciones productivas.
Vale destacar, en ese sentido, que la inversión productiva acumuló en el primer semestre una baja del 20,5% al comparar contra el cierre del 2023 y una interanual del 29,4% al cruzarlo contra el cierre del primer semestre del año pasado. En el segundo trimestre del 2024, ese factor clave desde lo ideológico para el Gobierno actual, representó apenas el 14,6% del PBI. De nuevo, el nivel más bajo desde el 2020 pandémico.
El Indec mostró que la escasa demanda fue una clave explicativa del bajo uso de maquinarias fabriles, tanto desde el consumo de los hogares, como desde los otros sectores productivos, en particular la construcción, cuya caída libre provocada en buena parte por el wait and see de la inversión y por el parate en la obra pública todavía no encontró piso.
Por caso, “las principales incidencias negativas en agosto se observan en la industria metalmecánica excepto automotores y las industrias metálicas básicas”. En el caso de la metalmecánica, explicada por “los menores niveles de fabricación de maquinaria agropecuaria y de aparatos de uso doméstico” y en el de las metálicas básicas por “una caída en el nivel de demanda de productos siderúrgicos destinados a diversos sectores, como el sector de la construcción, la producción automotriz y el segmento fabricante de electrodomésticos”.
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