El radicalismo desafía al PRO en el interior, mientras insiste con un candidato presidencial para rivalizar con Macri. Los distritos en los que manda la Casa Rosada y las provincias aún en disputa.
El primer test electoral de 2019 fue para la Unión Cívica Radical (UCR) en la pelea interna de Cambiemos en todo el país. El caso La Pampa, con el triunfo de Daniel “El Ruso” Kroneberger sobre Carlos “El Colorado” Mac Allister, inclinó la cancha en favor del radicalismo y pone en la superficie una tensión que entregará más capítulos: en al menos 16 provincias los boina blanca desafían al PRO de Mauricio Macri. En algunos distritos ya existe un acuerdo para que el candidato sea radical, pero en otras aún se mantienen las conversaciones, como los casos de La Rioja y Tucumán, por ejemplo.
El radicalismo tomó el triunfo como una bocanada de aire fresco en su interna con el PRO, que se cocinó a fuego lento y en silencio durante mucho tiempo y, en plena temporada electoral, empieza a ver sus frutos. A pocas horas de la elección pampeana, en la que solamente hubo disputa de Cambiemos porque el resto de los contendientes resolvieron su interna previamente, los popes del radicalismo dejaron trascender su enojo con la Casa Rosada. Mientras el Presidente se encuentra de visita oficial en la India, el radicalismo planta bandera y dispara contra los cerebros electorales de Balcarce 50 por promover candidatos del “mainstream político”. Una acusación que busca revalidar la posición territorial de la UCR en el interior de la Argentina.
El PRO controla la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, con Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, respectivamente. Además, exhibe candidatos propios en las provincias de San Juan, San Luis y Misiones. Pero el radicalismo se impone en al menos trece distritos y tantea la posibilidad de ganar la pulseada en otros tres.
Córdoba es el caso más resonante, con una interna en ciernes entre el intendente de la capital, Ramón Mestre, y el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri. La Casa Rosada hizo lo imposible para que el jefe comunal depusiera su actitud, pero fue en vano. Así las cosas, ocurrirá lo que más temía Macri: la marca Cambiemos en la provincia que lo hizo presidente quedará enfrascada en un enfrentamiento radical. Una situación que en los pasillos de Balcarce 50 califican como “una interna vieja”.
Por su vínculo con el gobernador peronista Juan Schiaretti y por no apostar por un candidato que podría perder la elección, el Presidente preferiría declararse “prescindente” en la pelea cordobesa. Avaló la jugada para ordenar a Mestre, que se hace fuerte con el respaldo del titular de la UCR nacional, Alfredo Cornejo, y de Enrique “Coti” Nosiglia, animador silencioso de la insurrección boina blanca ante el “dedazo” de la Casa Rosada. Es el mismo grupo que tantea la posibilidad de una PASO presidencial en Cambiemos y saca a jugar el nombre de Martín Lousteau como potencial candidato.
Encuentro con Narendra Modi en Hyderabad House 🇦🇷🇮🇳 pic.twitter.com/mW4ioj460x
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 18 de febrero de 2019
Además, Cornejo logró imponer a su delfín, Rodolfo Suárez, como candidato a gobernador en Mendoza, luego de separar la elección local con la nacional a pesar del pedido de Macri. Esa diferenciación podría replicarse en Jujuy, donde Gerardo Morales estudia si sus números de intención de voto e imagen positiva coinciden con los del Presidente, que arrastra una mala imagen en las provincias del norte argentino. El otro gobernador radical, el correntino Gustavo Valdés, también apuesta por el desdoblamiento, aunque esa provincia únicamente elegirá intendentes y diputados provinciales.
Aún sin candidato claro, la UCR busca imponer postulante a gobernador propio también en Chaco, Formosa, La Rioja, Tucumán, Santa Fe y Entre Ríos. Los casos de La Rioja y Tucumán generan chispas entre el radicalismo y el PRO: la Casa Rosada apuesta por una fórmula mixta entre el senador radical JulioMartínez y el peronista Alberto Paredes Urquiza, pero ninguno quiere ser el segundo del otro. En Tucumán, la UCR muestra a la senadora Silvia Elías de Pérez y al diputado José Cano, mientras que el PRO tantea las posibilidades del peronista Domingo Amaya y el ex ministro de Economía Alfonso Prat Gay.
Muy productiva reunión de la Mesa de Cambiemos con el ministro @frigeriorogelio ayer. Diálogo franco, unidad y vocación de triunfo para el bien de los tucumanos. pic.twitter.com/GZBOewnPE9
— Alfonso Prat-Gay (@alfonsopratgay) 8 de febrero de 2019
PATAGONIA RADICAL. En el sur argentino la UCR logró imponer a la mayoría de sus candidatos a gobernador y el PRO aceptó el desafío, aunque Macri, en alianza con Elisa Carrió, devolvió con una jugada que complica las intenciones de los dirigentes radicales: Cambiemos firmó una especia de compromiso, sin respaldo jurídico, para bloquear dobles candidaturas. En rigor, quienes se presenten como candidatos para la gobernación no podrían integrar una boleta en las elecciones nacionales.
Esa imposición fue firmada por los titulares de los tres partidos que integran Cambiemos, pero generó rispideces entre el PRO y la UCR desde el momento en que se presentó. Detrás de esa decisión, hay un mensaje velado del macrismo: como la UCR se impone con candidatos propios en varias provincias, el PRO apunta a quedarse con las listas nacionales para engrosar de soldados amarillos el Congreso.
¡Gran Encuentro!
Compartimos nuestras ideas sobre cómo vamos a combatir a las mafias que estancan a #Neuquen con @mariuvidal que viene dando la misma pelea en @BAProvincia pic.twitter.com/Zi3IyTakRn
— PechiQuiroga Oficial (@pechi_quiroga) 14 de febrero de 2019
El radicalismo cerró los candidatos a gobernadores para Neuquén, Chubut, Río Negro y Santa Cruz. En algunos distritos dejó un tendal de heridos macristas, pero la Casa Rosada se inclinó por los números que dictan las encuestas. En Tierra del Fuego aún no hay precisiones: Macri no definió si respaldará al diputado Héctor “Tito” Stefani o al radical Federico Sciurano, que no atraviesa un buen momento con quienes comandan Balcarce 50.
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