El gobernador, Juan Manzur, regresó ayer de Buenos Aires y de inmediato se activaron los rumores acerca de cambios en el gabinete. El propio gobernador se encargó de avivar esas versiones, al sostener que analizaba algunas variantes.
Trascendió que una de las primeras modificaciones se daría en el área de Seguridad. La movida incluiría una jerarquización del ex gendarme Claudio Maley, que llegó al Poder Ejecutivo el año pasado.
Raid macrista.- El intendente de la capital, Germán Alfaro, mantuvo entre lunes y martes una agenda de visitas a despachos nacionales en Buenos Aires. Lo curioso es que de la cita con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, también participó su esposa Beatriz Ávila, diputada electa por Cambiemos (foto).
Desahogo por las redes sociales.- Sergio Mansilla, uno de los dirigentes más cercanos a José Alperovich, “colgó” ayer en Instagram una imagen suya abrazado al ex gobernador. Debajo del retrato, el ex senador nacional dejó una sugestiva frase, en medio de las acusaciones por supuestas traiciones dentro del oficialismo provincial en los comicios del 22 de octubre. “Si este es el precio que tengo que pagar por mantener mis convicciones, pónganse en fila; los estaré esperando. No se olviden que esto es una calesita; cualquier cosa, menos traidor”, redactó Mansilla. En el oficialismo su posteo no pasó inadvertido, ya que en los últimos días desde el entorno del vicegobernador, Osvaldo Jaldo, se pretendió cubrir la banca por la que Mansilla pelea en la Justicia desde 2015. De hecho, el lunes el aguilarense se había reunido con Jaldo y con César Dip, el dirigente que lo seguía en la lista. El ex intendente de Lules pidió, por escrito, ocupar ese escaño de manera provisoria.
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