El gobernador encabezó el tradicional acto en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno por la Revolución de Mayo. La sorpresa fue que la Plaza Independencia lució sin vallado ni militancia con banderas de dirigentes políticos. En la Catedral, Zecca brindó uno de sus últimos mensajes
Frente a una Plaza Independencia atípica para los actos oficiales, sin vallas ni militantes, el gobernador Juan Manzur bajó el tono a los tensos cruces políticos con la Nación. “No quiero pelear con nadie, no estoy para eso. Ven todos los días que me quieren pelear en vez de ayudar”, consideró el mandatario provincial en las escalinatas de la Casa de Gobierno.
A diferencia del año pasado, en las ceremonias por el 25 de Mayo prácticamente no hubo dirigentes de la oposición: sólo dijo presente el legislador radical Rubén Chebaia. Manzur evitó referirse a los dichos del intendente de la capital, Germán Alfaro, contra el Partido Justicialista (PJ). El referente del Acuerdo para el Bicentenario-Cambiemos había cuestionado a la presidenta del justicialismo tucumano, Beatriz Rojkés de Alperovich, y había afirmado que no pertenecía más a “esa mentira del PJ”. “Esas son opiniones de él”, cerró lacónico el tema.
Chocolate para todos
El Salón Blanco de la Casa de Gobierno estuvo repleto desde las 8.15 para el tradicional chocolate de las fiestas patrias. Ceremonial preparó un catering para 500 invitados, en su mayoría, integrantes del gabinete del Poder Ejecutivo. No hubo mucha presencia de intendentes o legisladores. Los intendentes Javier Noguera (Tafí Viejo), Sergio Venegas (Alderetes), Carlos Najar (Las Talitas), Elia Fernández de Mansilla (Aguilares), Francisco Serra (Monteros) y Sandra Figueroa (Alberdi) acompañaron al mandatario. Entre los legisladores nacionales, sólo estuvo la diputada Miriam Gallardo de Dip.
A las 8.47 todos se dieron vuelta. Manzur ingresó desde el antedespacho, acompañado por su esposa, Sandra Mattar Sabio, y por el vicegobernador Osvaldo Jaldo. “Para todos los compañeros, funcionarios, académicos y todas las instituciones que nos acompañan, en nombre del vicegobernador y mío: muchísimas gracias por estar hoy acá. Simplemente (quería) decirles: ¡Viva la Patria!”, dijo en 30 segundos. No necesitó más para provocar un vendaval de aplausos. Manzur y Jaldo, por separado, comenzaron a deambular entre las decenas de mesas del catering para saludar a los presentes. El secretario de Gobierno, Pablo Yedlin, acompañó al gobernador en la ronda de saludos. Dio la bienvenida con una sonrisa y los dedos en “v”. El gobernador, que comenzó a transpirar mientras se abría paso entre la multitud, agradeció la presencia tras cada abrazo.
Frente a las cámaras, Manzur destacó con alegría las celebraciones patrióticas. Recicló su discurso durante los festejos del Bicentenario de la Independencia: llamó a redoblar los esfuerzos para mejorar la vida de los argentinos y tucumanos. “Tenemos que generar el país de mis abuelos, que vinieron acá sin hablar el idioma y pensaban en un futuro mejor. Ése es el desafío que tenemos: generar oportunidades, apuntar a la educación, a la salud”, contó.
El intendente ayer dijo que se desafilió del PJ, porque dijo que lo considera un PJ de la mentira, se le preguntó. “¿Qué intendente? Ah, Alfaro; no, no sé qué hace Alfaro. Es una opinión de él”, minimizó. Hace un año estaba amigado con Alfaro; ¿lamenta que no esté aquí?, se le insistió. “No, yo no estoy peleado con nadie. Al contrario. Todos están invitados. No quiero pelear con nadie. Estoy para que los chicos vayan a la escuela, para que los hospitales funcionen, para mejorar el nivel educativo, que se abran empresas. El resto no conduce a nada. Ven todos los días que me quieren pelear en vez de ayudar. Lo que quiero y les pido, no sólo a los míos sino también a la oposición: trabajemos juntos”, respondió. En el otro extremo del salón, Jaldo también bajó el tono a las disputas con la Nación por pedidos de obras para las zonas inundadas: “todos los que tenemos responsabilidad institucional tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Para que todos los que trabajamos, sea en la Provincia o en la Nación, podamos arrimar y hacer aportes para que la sociedad viva mejor”.
En las escalinatas
A las 9.25 estaban todos los funcionarios listos para la foto de familia en las escalinatas de la Casa de Gobierno. Manzur encabezó el acto de izamiento de la bandera, junto con la agrupación militar 25 de Mayo y comitivas de abanderados de 20 escuelas. Funcionarios del Ejecutivo aclararon que el gobernador marcó dos directivas el miércoles por la noche: sin vallas ni movilización de militantes. Más de 300 paños de banderas vistieron los balcones y el frente del palacio. El Coro Estable de la Provincia y la banda militar brindaron una versión soberbia del Himno Nacional a los 300 vecinos que acudieron a la plaza para los actos oficiales. El acto terminó a las 9.40, justo cuando comenzó una garúa.
En el otro extremo de la plaza, Alfaro y su esposa, Beatriz Ávila, tomaban chocolatada frente a la Catedral. Ingresaron al Tedéum minutos antes que Manzur.
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