El sí a Fernández le empiojó el pago chico al tucumano. Presión a Jaldo y reunión urgente con su tropa. Incómodo vuelo en el Tango. Juntos por el Cambio, ATR.
Por: Analía Argento.
Alberto Fernández se abrazó a Juan Manzur para salvar su gobierno y la alianza del Frente de Todos. Pero ese pacto que selló su reconciliación con Cristina Kirchner puede ser un yunque para el tucumano, que tuvo que juntar a su tropa en la noche de este sábado y mandar emisarios a su principal adversario: su vicegobernador, Osvaldo Jaldo.
Solución ideal para el entuerto entre Fernández y Kirchner, Manzur ya ofició de jefe de Gabinete en la cumbre de gobernadores de La Rioja. Pero mientras él cerraba con el Presidente en Buenos Aires, Jaldo se calzaba el traje de sucesor en Tucumán. Enfrentado con Manzur desde hace tiempo, se negó a aceptar un sillón en el Banco Nación a cambio de correrse de la línea de sucesión. Ya tuvo que resignar sus aspiraciones para que el gobernador fuera electo y reelecto dos años atrás y no piensa abandonar su cargo.
Durante todo el sábado, el peronismo que responde al gobernador buscó presionar al vice con el argumento de que su lista fue ampliamente derrotada y que, por lo tanto, la gobernación debía recaer en un leal y no en quien institucionalmente corresponde. Entre los que le apuntaron estuvo Pablo Yedlin, diputado nacional y candidato a senador que tuvo que usar una cuenta de prensa porque la suya fue bloqueada después de que denunciara que la Ivermectina "no ha demostrado si es útil o de riesgo en su uso para el #Covid19". Desde el perfil muleto expresó: "Frente a la difícil situación del gobierno nacional peronista, @JuanManzurOK asume como jefe de gabinete nacional. Después de la clara victoria en las PASO y en medio de una elección, es un desatino dejar el gobierno provincial a quienes fueron derrotados y están en contra del Gobernador". Con ese mismo argumento se sumaron tuits de dirigentes cristinistas como Javier Noguera, intendente de Tafí Viejo y presidente de la Federación Argentina de Municipios y, entre otros, del massista Gerónimo Vargas Aignasse.
Entiendo la institucionalidad pero más entiendo a la LEGITIMIDAD POPULAR, LEALTAD PERONISTA VENCIÓ POR 100.000 votos a PERONISMO VERDADERO CON @OsvaldoJaldo a la cabeza, @JuanManzurOK por derecho propio y entidad política debe elegir a su sucesor temporal #ManzurConducción
— Geronimo Vargas Aignasse (@GeroVAignasse) September 18, 2021
La estrategia fracasó. Jaldo felicitó al gobernador por asumir como Jefe de Gabinete "en estos momentos difíciles" y se puso a disposición "en lo que haga falta", pero avisó que siendo vice y asumiría la gobernación. Manzur contraatacó y convocó a su casa a integrantes de su tropa que ocupan sillas en el gabinete, las intendencias, la Legislatura y aspirantes de la boleta para el 14 de noviembre, después de su paso por La Rioja. Tras varias horas de discusión, el manzurismo propuso un pacto: el gobernador no renunciará, sino que se tomará licencia y lo mismo le propuso a Jaldo. Para la sucesión propuso que el Ejecutivo quede a cargo del diputado Sergio Mansilla (que responde a Manzur), mientras que Jaldo pondría a uno suyo frente al Legislativo.
El poder del vice es tan importante como el de CFK en el Senado. En el parlamento tucumano, Jaldo tiene de su lado 19 bancas y Manzur solo 16. Hay recelo mutuo. Manzur cree que habrá pacto, pero desde el entorno de Jaldo indicaron a Letra P que este lunes asumirá la función que "legítimamente" le corresponde y que, cuando Manzur jure en Casa Rosada, él ya estará ejerciendo como gobernador. Otra cosa sería, dijeron, un "golpe" a la institucionalidad.
El hijo pródigo
Manzur volvió de La Rioja a Tucumán después de haber acompañado al Presidente en su encuentro con otros mandatarios del norte. Fernández decidió quedarse a descansar después de una semana contrariada y ni él ni su pareja, Fabiola Yánez, se subieron al vuelo de regreso que compartieron (todos varones) ministros y colaboradores. Recién retomará la actividad oficial para la jura de los nuevos ministros el lunes por la tarde.
A las 13 de este sábado, todos partieron desde la Base Aérea Militar en el Tango 04. Ese todos incluyó a Eduardo de Pedro, con quien el Presidente se reencontró después de la sorpresiva renuncia que desató la crisis gubernamental. Aseguran los que compartieron la nave que fue por lo menos incómodo. El jefe de Estado se ubicó adelante, con Yáñez. Más atrás, se ubicaron dos leales (Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta), uno nuevo (Jaime Perczyk), el secretario general Julio Vitobello, el jefe de asesores, Juan Manuel Olmos, y Sergio Massa, presidente de la Cámara de Diputados. La presencia del ministro del Interior recién fue confirmada un par de horas antes de salir.
En el aeropuerto riojano los esperaba el gobernador Ricardo Quintela y Manzur. De toda la movida organizada para respaldar la autoridad presidencial también participaron en forma presencial gobernadores K y no K, sin que faltara ninguno: Sergio Uñac (San Juan), Jorge Capitanich (Chaco), Raúl Jalil (Catamarca), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Mariano Arcioni (Chubut). En forma remota estuvieron Axel Kicillof (Buenos Aires), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Omar Perotti (Santa Fe) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
El mensaje fotográfico tuvo dos objetivos: resaltar la figura de Manzur y mostrar al Presidente rodeado de las autoridades provinciales que conviven en el Frente de Todos. No fue casual que no hubiera fotos oficiales con De Pedro. La foto de esta columna es la que distribuyó su equipo. Y tal como se ve, están todos los viajeros con Manzur, excepto el Presidente y sus amigos Olmos y Vitobello.
Oposición recargada
Tanto culebrón oficialista le dio aire a la oposición, que ni siquiera necesitó hacer campaña por estos días. Sin embargo, a partir de esta semana intentarán aprovechar el envión del triunfo. La mesa nacional de Juntos por el Cambio (JxC) que integran quienes presiden los partidos (Alfredo Cornejo, Patricia Bullrich y Maximiliano Ferraro), el expresidente Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Martín Lousteau, Miguel Pichetto y los jefes de los bloques de Diputados y en el Senado, además de gobernadores, convocaron a una reunión para el martes. Tendrán además una sesión de fotos con las cabezas de lista de la coalición de cada distrito. Será un gesto de unidad frente a la novela oficialista, que se complementa con la foto de Vidal y Ricardo López Murphy el viernes último y la que prometen sacarse pronto Diego Santilli y Facundo Manes. Como cuando una vidriera está en preparación, de ambos lados aseguran estar trabajando en eso.
La que no pierde tiempo es Bullrich. Ganadora moral de la elección, ya armó su plan. Retomará su gira nacional por las ocho provincias que eligen senadores. La primera es Córdoba, donde apostó por Luis Juez. Contra Macri. Y ganó.
Precisamente Córdoba puede generar un efecto dominó sobre el Congreso. Quien sufrió la peor derrota, por su perfil nacional, fue Mario Negri, jefe del bloque radical y del interbloque de JxC. El PRO podría pelearle en diciembre ese liderazgo. Más allá del resultado electoral de noviembre, quien sacó todos los números es el bonaerense Cristian Ritondo, actual jefe del bloque amarillo. Cohabitará en el Congreso con Vidal y Santilli. A ella, Ritondo le arma la agenda nacional pero con Santilli podría competir por una candidatura para la gobernación. Esa, sin embargo, es una pelea futura. A diferencia del peronismo, del que provienen Ritondo y Santilli, no anticiparán ninguna guerra.
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