El mandatario recorrió ayer las instalaciones de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA), sede del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), situada en Famaillá. Investigación para mejorar las economías regionales.
Manzur explicó que conocer a fondo las tareas del INTA tiene como objetivo “sumar esfuerzos entre esta unidad académica y los gobiernos municipal, de Famaillá y provincial para producir un impacto positivo en las familias productoras e industrias agroindustriales”.
El INTA interviene, desde el área de la ciencia y el conocimiento aplicado, en lo que respecta en asistencia técnica a productores del sector agroindustrial y en el impulso de capacitaciones destinadas a la producción de materias primas –como el limón, la caña de azúcar, el arándano y plantas nativas y ornamentales y la cría de animales– al nivel de las economías sociales. En este sentido, Manzur valoró la injerencia de esta institución científica, repartida en 14 unidades de extensión a lo largo de la provincia, en la promoción de un mayor valor agregado en los procesos productivos.
“El gobierno provincial articula con las políticas del gobierno nacional para fortalecer la actividad agraria de la provincia”, afirmó y agregó que para ello la secretaría de Estado de Innovación y Desarrollo Tecnológico (SIDETEC) actúa como un articulador para aplicar las herramientas que provee el ministerio de Ciencia y Tecnología de la nación para la tecnificación y eficacia de procesos de productivos.
La atención en los centros científicos con los que cuenta Tucumán obedece a la premisa del gobernador Juan Manzur “de volcar el conocimiento para mejorar la calidad de la vida de la gente”.
La biotecnología como propulsora de la economía regional
El director de la EEA Famaillá, Carlos Aragón, anticipó que pronto se inaugurará en ese predio un laboratorio dedicado al estudio e investigación biotecnológica aplicada a la producción de caña de azúcar, frutas finas, forestal y apícola.
“La biotecnología es otra posibilidad de generar valor a lo producido”, dijo Manzur en referencia a las actividades que se harán posibles con el nuevo laboratorio, como estudios para la resistencia de cultivos, la identificación de patógenos (como hongos, bacterias, virus y fitoplasmas) para diagnósticos precisos o el uso de microorganismos promotores del crecimiento vegetal, entre otras técnicas.
Aragón, expresó que se “tracciona por una mayor producción, mejoras en ingresos, la posibilidad de genera valor agregado en origen” y la diversificación de productos derivados de una misma materia prima, todo ello para el crecimiento de las economías regionales.
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