A 22 días del inicio del próximo Gobierno, aún es incierto quiénes integrarán el gabinete de Juan Manzur. Los nombres que trascendieron desde que el ex ministro de Salud nacional fue electo (23 de agosto) prácticamente no han variado, dado que las opciones para los diversos ministerios y secretarías se guardan con celo. Según pudo saber LA GACETA, sólo un puñado de colaboradores cercanos a Manzur están al tanto de todas las conversaciones que se mantienen y por ello la incertidumbre reina en los pasillos y despachos de la Casa de Gobierno. En paralelo, el mismo grupo analiza implementar modificaciones en el organigrama del Poder Ejecutivo. 

Celo e incertidumbre

“Todavía falta”, afirmó Manzur durante la mañana de ayer al ser consultado sobre la conformación de su equipo de trabajo para los próximos cuatro años. Adelantó que la nómina completa de los más de 400 funcionarios que debe poner en funciones a fin de mes se conocerá después de las elecciones presidenciales del 25 de octubre. 

Sucede que el oficialismo está abocado por estos días al relanzamiento de la campaña. En la gestión preocupa el impacto que las denuncias, fallos y movilizaciones que se dieron tras las elecciones provinciales afecten los resultados de las generales nacionales (además de a Presidente, se votará para senadores, diputados y miembros del Parlasur). Por ello, los gobernadores electo y saliente recorren barrios, pueblos y ciudades pidiendo a los dirigentes que redoblen los esfuerzos para que Alperovich llegue cómodo al Senado y para que Daniel Scioli obtenga un caudal superlativo de votos. 

“Estamos conversando. Vamos a pensar en los mejores hombres y mujeres para la gestión”, explicó Manzur sobre la demora. Al menos hasta ayer, altas fuentes alperovichistas daban como “fijas” del gabinete dos nombres: el del experimentado contador Eduardo Garvich como ministro de Economía y el del médico y ex funcionario nacional Gabriel Yedlin (es hermano del actual ministro de Salud provincial Pablo Yedlin) como ministro de Desarrollo Social. 

Respecto del organigrama, el futuro gobernador confirmó que se están “discutiendo” cambios. “Hoy las necesidades no son las mismas que hace 12 años. Hay algunas áreas que están cobrando relevancia y otras que pueden fusionarse. Esto es lo normal. Cada uno le da su dinámica e impronta a la gestión. En planificación, nada está escrito en piedra, todo puede modificar y aggionarse”, explicó ante la consulta de este diario. 

Hace unas semanas había trascendido que podría reflotarse el superministerio de Coordinación, una suerte de jefatura de gabinete que estuvo en vigencia poco más de un año (entre fines de 2011 y 2012) y que encabezó en su momento Jorge Gassenbauer. La posibilidad, sin embargo, habría quedado desdibujada. Se había mencionado a Pablo Yedlin como su posible ocupante. El titular de la cartera sanitaria, sin embargo, sí estaría entre los elegidos de Manzur, pero en otro puesto. “Me gustaría seguir trabajando en la gestión, en el lugar donde el gobernador electo decida. El gabinete es amplio y todavía no hay nada definido”, manifestó ayer Yedlin. 

En los bosquejos de cambios aparece como prioritaria la jerarquización del Ministerio de Seguridad, hoy integrado al de Gobierno y Justicia (lo conduce Gassenbauer). Manzur reitera en cada una de sus discursos y declaraciones que mejorar la seguridad será una de sus prioridades.