Se trata de un sistema de octógonos negros con la leyenda “Exceso en”, que se plasmará en los productos ofreciendo información directa y clara a la hora de elegir y comprar. Busca prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles ligadas al exceso de nutrientes críticos, así como cuidar los entornos escolares y regular la publicidad destinada a niños y adolescentes.
La ley de Promoción de la Alimentación Saludable y Etiquetado de Alimentos fue sancionada en el Senado en octubre del año pasado con 64 votos a favor y tres en contra, ahora quedó en manos de Diputados, que si bien se está demorando más de lo esperado, creen que antes del 23 de junio podría promulgarse.
El licenciado en Nutrición, Ignacio Porras, director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales (Sanar) conversó con la sección “Hábitat y Conciencia” de El Eco de Tandil y explicó que en realidad el etiquetado es un primer paso, que permite identificar aquello que no conviene comer, siempre bajo el criterio principal que dice que los alimentos naturales y mínimamente procesados deben ser la base de la alimentación.
La importancia de la ley radica, sobre todo, en tres derechos que consideró fundamentales: el derecho a la información, a la alimentación adecuada y a la salud.
“Lo que busca primeramente es etiquetar (con octógonos negros) aquellos productos y darle una advertencia a los consumidores sobre el exceso en nutrientes críticos dentro de ese diseño comestible o bebible”, dijo.
Según enseñó, estos componentes son el sodio, las grasas saturadas y los azúcares, y los tres están relacionados con el desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes tipo 2, hígado graso, algún tipo de cáncer y problemas cardiovasculares.
“Todos, principalmente las dos últimas, están siendo las de mayor causa de muerte, entonces impera hacer algo para que el consumidor pueda tomar decisiones de manera informada al momento de la compra”, explicó, aclarando que la ley no busca prohibir la comercialización de los productos ni es confiscatoria, precisó que solamente busca advertir sobre esos riesgos.
Entornos escolares y publicidad
“Es cierto que se está demorando más de lo que quisiéramos, hace más de 6 meses que la ley está en Diputados, con media sanción del Senado, fue realizada con la mejor evidencia científica y libre de conflictos de interés, con el foco puesto en la salud de la población argentina”, planteó.
El experto contó que ya se realizaron cuatro reuniones informativas, y están esperando a que Diputados dictamine para poder llevar la votación al recinto.
“Creemos que ya estamos en fecha”, afirmó y contó que la “última excusa” había sido la extensión del protocolo de virtualidad pero que ahora ya se aprobó hasta el 23 de junio, por lo que Porras señaló que han tomado esa fecha de manera alentadora para suponer que antes de ese plazo tal vez esté la ley de etiquetado frontal y alimentación saludable.
Tal como aclaró, esta legislación no solamente se limitará a dar información o advertir sobre el exceso en nutrientes críticos, sino que también busca cuidar los entornos escolares y regular la publicidad destinada a niños, niñas y adolescentes.
De esta manera, todo producto que tenga un octágono negro no podrá venderse, ofrecerse o patrocinarse en escuelas, como tampoco podrá protagonizar publicidad en horario de protección al menor ni en canales propiamente infantiles.
A la vez, estos no podrán contener licencias animadas o dibujos característicos que pudieran generar en los chicos mayor interés por consumirlo. Tampoco se les permitirá que contengan juguetes, sorpresas o contar con la imagen de personajes famosos de ninguna índole.
“La intención es tratar de desincentivar el consumo de esos productos que esconden nutrientes críticos en exceso”, explicó el nutricionista.
El rol del Estado en la alimentación
Otra cosa que consideró significativa de la ley, de la que se habla poco, pero resulta muy importante, es que busca mejorar la asistencia alimentaria por parte del Estado. Así, la legislación insta a que en aquellos programas de asistencia alimentaria pueda elegir productos que sean sin sello o con menos sellos. Mientras que, ante la situación de tener que elegir entre dos o más productos, se escogerá el que no presente los parches negros de advertencia.
“Es muy necesario que el Estado esté presente ante esta situación epidemiológica que estamos viviendo, las enfermedades crónicas no transmisibles van en aumento, siguen siendo principal causa de muerte en todo el país y no se le puede dar la espalda”, reflexionó.
Por lo tanto, Ignacio Porras enfatizó que acercar derechos para una elección informada en los consumidores y que así puedan tener mayor conciencia sobre ese alimento que ingieren, así como sobre los riesgos que esconde.
También le resonó importante abordar el cuidado de las infancias, como la protección y promoción de la salud. “La ley contempla educación alimentaria nutricional, así que no solo se queda en el informe y la advertencia, sino que busca promover el consumo de alimentos frescos y aquellos que realmente convienen para la salud de todas las edades”, detalló.
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