Las crónicas de algunos medios porteños lo señalan como un "aliado natural" de Kicillof. "Cuando abre la boca, la clava en el ángulo", dicen del mandatario pampeano.
El armado político de los gobernadores peronistas, a partir del fuerte ajuste implementado por la gestión del presidente Javier Milei, empezó a posicionar a nivel nacional la figura del gobernador Sergio Ziliotto y es señalado como un "aliado natural" del mandatario bonaerense Axel Kicillof.
"Sergio El Ruso Ziliotto es un típico pampeano. Observador, sobrio, callado, y cero afecto a la sobreactuación. Habla poco, pero lo hace con claridad meridiana", lo cita un análisis del diario Página/12
"'Cuando abre la boca, la clava en el ángulo', se dice de él", agrega ese matutino porteño.
También dice que "varios diputados nacionales recién ingresados, que no lo conocían, se sorprendieron gratamente por su intervención en la reunión que compartieron los bloques de UxP de las dos cámaras con los gobernadores del espacio".
"Es un aliado clave para Kicillof. La agenda de temas comunes a ambas provincias no es tan extensa, y uno de sus temas centrales es el manejo de cuenca del río Colorado, pero los une la afinidad política e ideológica, ya que tienen miradas similares acerca del rol del estado y las plasman en sus respectivas gestiones", subraya Página/12.
En las últimas semanas, Ziliotto viene anunciando medidas con el lema "la solución es más Estado", como la creación de un fondo compensador para las cooperativas que brindan servicios públicos y la apertura temprana de la paritaria docente.
Kicillof y Ziliotto integran, junto con Insfrán y Quintela, el grupo de los gobernadores "viejos", que ya tienen al menos un mandato anterior y cuatro años de historia común y confianza construida.
En conflicto
El conflicto común de todas las administraciones provinciales con la Nación tiene que ver con la compensación por la pérdida de ganancias, impuesto coparticipable, que los gobernadores tenían acordada con Sergio Massa y que Milei se niega a implementar.
En cambio, prefiere restablecer el viejo esquema del Impuesto a las Ganancias, algo a lo que las provincias se oponen, porque la quita impactaba positivamente en la actividad económica de cada región. Pero existen otros frentes abiertos, igual de preocupantes.
La intempestiva salida de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), tras años de esfuerzo diplomático, priva a los productores de todo el país de acceso preferencial a los principales mercados internacionales y genera un profundo malestar. Otro tanto ocurre con los coqueteos de la canciller Mondino con Taiwán, que hacen peligrar la relación con China, principal destino de las exportaciones de muchas provincias argentinas.
Si bien las relaciones internacionales son una de las competencias expresamente delegadas por las provincias a la Nación en la Constitución nacional, esto no significa que carezcan de recursos para presionar ni articular conjuntamente.
A modo de ejemplo, en noviembre pasado, después del balotaje y antes de la asunción de Milei, Axel Kicillof se reunió con los embajadores de Brasil, Julio Glinternick Bitelli, e India, Dinesh Bathia. Esa tarea habitualmente recae sobre el subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales, Mario Oporto. La implicación personal es toda una señal.
Cadenas de valor
Las medidas impulsadas por Milei, tanto en el DNU 70/2023 como en la denominada ley ómnibus ponen en situación de riesgo o amenaza a prácticamente todas las cadenas de valor, clusters y actividades productivas del país. Esta novedad, a su vez, obliga a los gobernadores con intereses comunes a acercarse, articular y operar, más allá de las afinidades o rivalidades políticas previas.
El caso más evidente es la pesca, en cuya defensa trabajan gobernadores peronistas como Kicillof (Buenos Aires) y Gustavo Mellela (Tierra del Fuego); del PRO como Ignacio Torres (Chubut); y de fuerzas provinciales como Claudio Vidal (Santa Cruz), Rolando Figueroa (Neuquén) y el ya nombrado Weretilneck (Río Negro).
Pero también se dan fenómenos similares, por ejemplo, con el biodiesel, cuya modificación en el marco normativo afectaría sensiblemente, por orden decreciente, a Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y La Pampa.
A la vez, hay problemas que son propios de una o dos provincias, como la yerba en Misiones o el vino que, aunque se produce en media docena de provincias, es especialmente significativo para Mendoza y San Juan.
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