Denuncias, insultos, traiciones y sanciones fueron los ejes de una polémica discusión en la Cámara de Diputados, referida al nombramiento de una de las autoridades del órgano.
La traición
Para que se entienda esta nota, primero hace falta saber que la Cámara de Diputados tiene entre a sus autoridades a un secretario legislativo y a uno administrativo, mientras que en un segundo nivel se encuentran los prosecretarios. Ambos secretarios actuales pertenecen a Compromiso Federal, mientras que mediante un acuerdo político de diciembre del año pasado se estableció que los otros cargos fueran para los principales bloque opositores, el Frente para la Victoria y Cambiemos.
El FpV se quedó con el prosecretario legislativo, logrando que sea nombrado el polémico Cristian Amieva, hermano del diputado Sergio Amieva que fue sentenciado por el homicidio de su hermana. Tras este nombramiento, el cargo de prosecretario administrativo iba a ser para Celeste Aparicio, quien desde hace años trabaja como parte del staff del bloque de diputados radicales. Sin embargo, un nuevo acuerdo entre el FpV y Compromiso Federal concluyó en la nominación, y posterior nombramiento, de Diego Sosa, el dueño del reconocido Diego Sosa Manager Group que ha organizado decenas de eventos en la provincia, tanto para el Gobierno como de forma independiente.
En el marco de la votación para pasar a comisión, y por ende dejar sin efecto la Ley de Bomberos Voluntarios, todas las acusaciones de traición dentro de la Cámara ayer apuntaron hacia el FpV, el cual acompañó con todos sus votos a Compromiso Federal. Obviamente, todo el mundo llegó a la conclusión de que el FpV vendió sus votos para lograr que ambos prosecretarios sean de su sector.
Como si eso fuera poco, las decisiones que esta mañana se tomaron dentro del FpV fueron la gota que rebalsó el vaso para Sonia Delarco y Juan Larrea, quienes, después de meses de malestar con sus compañeros, finalmente decidieron abrirse y crear su propio bloque, el cual lleva el nombre de Nacional y Popular. Seguramente este será el último clavo en el ataúd del kirchnerismo puntano.
A su vez, el acuerdo sobre este cargo, mezclado con la situación de los bomberos, demoró enormemente el inicio de la sesión, la cual comenzó alrededor de las 14 horas, en vez de su horario relativamente habitual de las 11 0 12. Muchísima gente se quedó con la más que justa impresión de que los legisladores estaban más interesados en debatir el reparto de cargos internos de la Cámara entre sus militantes que proyectos que realmente mejoren la calidad de vida en la provincia.
El debate
“Queremos denunciar el incumplimiento de un acuerdo político en esta Cámara y que este bloque lo considera de máxima gravedad”, fueron las palabras con las que el presidente del bloque Cambiemos, Alejandro Cacace, comenzó su alocución, recordándoles a las autoridades de la Cámara que “están” en su lugar gracias al voto de todos los diputados. Cacace luego se remitió a un acta de diciembre del año pasado, firmada por los presidentes de todos los bloques, en la que se acordaron la distribución de los cargos de secretarios y prosecretarios. “La palabra en esta Cámara no existe”, añadió el legislador.
Y después vino el discurso del radical Fidel Haddad, el cual seguramente pasará a la historia como uno de los más duros de la historia de la Legislatura. “Ya surge a las claras que acá hay un acuerdo, hay un arreglo, que hay una compra de voluntades, que hay un negocio espurio de por medio”, arrancó diciendo Haddad, quien manifestó que tomo la violación del acuerdo político “como una declaración de guerra”.
“No me extraña que la propuesta la esté haciendo nada menos que Daniel González Espíndola (foto), que muy bien se lo dijeron los bomberos, es un traidor, es un vendido. Es una verdadera prostitución. A un recinto como este hay que cambiarle el nombre, porque no es una Cámara de Comercio, es una Cámara de Comercio. Cada vez me da más asco entrar a este recinto y verle la cara a toda esta manga de comerciantes y traidores. Es una vergüenza”, continuó Haddad, que respondió, cuando el diputado Alfredo Domínguez le pidió una interrupción, “no tengo ganas de escuchar ninguna de las estupideces que puede decir Domínguez”.
“Acá votaron una ley para cerrar los prostíbulos. Habría sido preferible que votaran una ley para cerrar esta cámara de comerciantes, de traidores, de negociantes, de gente que no viene acá a legislar, vienen a comprar voluntades. Y lamento que el señor Diego Sosa se haya ofrecido como prenda de cambio para este negocio espurio entre el oficialismo y el Frente para la Victoria”, dijo el radical ya cerca del final de su alocución, no sin antes agregar, en referencia a González Espíndola y Compromiso Federal, que: “Uno es un traidor y es un prostituido y los otros son los que pagan la prostitución”.
Por el lado del oficialismo, fue la presidenta de la Cámara, Graciela Mazzarino, quien se sentó en su banca y respondió las acusaciones de Cambiemos. Según ella, “la guerra había empezado antes”. “Nosotros en algún momento hicimos un compromiso de abrir espacios a los distintos bloques. Habíamos pedido gobernabilidad y funcionamiento de esta cámara. Quienes rompieron ese acuerdo fue Cambiemos”, dijo la presidenta de la Cámara, demostrando que el oficialismo todavía está profundamente dolido poraquella sesión a fines de diciembre del año pasado, en la que la oposición no les dio quórum para debatir y aprobar la emergencia en seguridad que pretendía el gobernador Alberto Rodríguez Saá.
“¿Usted se cree que por tirarnos un cargo nosotros vamos a cambiar lo que pensamos? ¡No! Usted está tratando de condicionar nuestras posiciones políticas a partir de los cargos de la Cámara”, le dijo Cacace a los gritos, sin solicitar la correspondiente interrupción en un ya súper acalorado debate.
“Diputado Haddad, los arreglos los hace usted, prostituto es usted, porque ha andado por todos los partidos políticos, aprovechando la necesidad de la gente y los problemas políticos para rédito suyo. Los que fallaron fueron ustedes, porque ustedes no cumplieron con la gobernabilidad de esta Cámara de Diputados, y mientras nosotros queríamos sesionar para tratar una ley importante, se reían de afuera del recinto. Yo me las aguanto”, dijo, por su parte, el presidente de Compromiso Federal, Carmelo Mirábile, quien después cometió un graciosísimo furcio cuando adelantó el voto del bloque.
“Vamos a apoyar, como hemos pactado, a la moción del diputado Espíndola”, dijo Mirábile, haciendo que estallaran las carcajadas de los diputados de Cambiemos y blanqueando el pacto con el Frente para la Victoria.
Por su parte, González Espíndola pidió dos apercibimientos para Haddad, y Mazzarino confirmó que se le aplicará uno. Haddad, a su vez, pidió uno para Mirábile, pero la presidenta de la Cámara no dijo nada el respecto y pidió que se pase a la votación, en la cual “Compromiso para la Victoria” se impuso a Cambiemos, mientras que Mercedinos por el Cambio y Nacional y Popular se abstuvieron de votar.
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