Firmaron la misma Roberto Atilio Falcone, Mario Portela, Daniel Adler, Eduardo Pablo Jiménez y Alejandro Tazza. El documento publicado adquiere relevancia porque los últimos dos siempre negaron cualquier vinculación con la organización; en particular Jiménez, que hizo llegar a este medio su malestar por haber publicado en la edición anterior en el mismo sentido. Hay que prestar atención a los actos propios.

Cadena de irritaciones II. El pasado 7 de diciembre fue la última reunión del año de la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura, y en su transcurso, bajo la presidencia de Pablo Tonelli, se trató el pedido de juicio político contra el juez federal de Azul Martín Bava, por su actuación en el caso Hooft. Se aprobó por absoluta mayoría, y será instruido por el consejero Juan Bautista Mahiques. Un dato curioso: todos los testigos propuestos por Bava fueron rechazados por ser parte del sistema judicial y superiores suyos. Superiores que lo avalan, como una reciente resolución del camarista Jorge Ferro, quien negó los cuestionamientos realizados por las defensas de los distintos encartados en lo que genéricamente se conoce como causa Hooft. Eso sí, ya desincriminó en modo exprés a Jorge Gabriel García Collins, luego de que este dijera lo que se esperaba en dicha causa fraudulenta. Aconsejado por el abogado Mauricio Esteban Armagno, discípulo del narcoabogado César Sivo, lanzó una diatriba hacia Hooft que, sin ser prueba de nada, permite mantener esta triste falsedad.

Ahí no I. Eva Moyano se amuchó recientemente con otros dos impresentables como ella -Gilardi, de Municipales, y Trujillo, de la UOCRA- para agitar un estado de insurrección en contra del intendente Arroyo. Pero le duró poco la fiesta a la mendaz que hizo con Pulti la operación de inteligencia más berreta de la historia de esta ciudad: recibió un llamado de su mandante, su hermano Hugo, quien la llenó de improperios nada edificantes, señalándole que no estaban para andar en medio de semejante despelote y por cuenta de otros. Es así que la dama siempre custodiada por Juan Vargas hizo mutis por el foro y se borró, dejando la tercera pata de la mesa cuestionadora descalzada.

Ahí no II. El hermano Hugo está nervioso; sabe que no habrá renovación para la licencia de OCA porque hay cuatro causas penales: una está en el juzgado de Bonadío, muy brava, y en ciernes hay otra complicadísima que implica un pedido de exhumación por la muerte de Patricia Villares, la esposa de Pablo Moyano, secretario adjunto del Sindicato de Camioneros. La muerte de la señora es un misterio aún, y el velatorio fue a cajón cerrado, dando lugar a todo tipo de especulaciones. Un inminente pedido judicial abriría un escenario de impredecibles consecuencias.