Hombre clave. En la misma semana en que elevaron a juicio la causa penal por el auto trucho de Amado Boudou, y también en la misma semana en que el Vice fue a la Casa Rosada a pedir respaldo explícito (imaginar la charla: “o me bancan, o hablo”), Eduardo Dehaut, su contador, apoderado, compinche de años, tiró la casa (o palacete) por la ventana para festejarle el cumplefeliz número cincuenta a su esposa con fiesta increíble concluida en horas de la madrugada del domingo en la estancia Santa Isabel. Estuvieron todos los amigos de las distintas eras geológicas del largo camino hacia la riqueza transitadas por Boudou, Núñez Carmona y otros. Destacó Eduardo “Cachi” Romano, con la presentación en sociedad de su nueva cónyuge.
Muchacho loco I. El titular del Juzgado de Ejecución 2 de Mar del Plata, Juan Galarreta, denunció penalmente al secretario y auxiliares letradas/os del referido tribunal. ¿Por qué? Según don Juan, porque se alzaron en su contra.
En el texto de la denuncia, luego de describir un panorama de “alzamiento” de trabajadores/as letrados asimilable a los movimientos carapintadas que encabezaron Seineldín y/o Aldo Rico a fines de los 80 y principio de los 90 pero ajustado a la actividad judicial, señaló que el secretario lo intimidó por una actitud que calificó de “amenazante”.
Muchacho loco II. El juez Juan Galarreta se habría alterado ante la negativa de los/as funcionarios/as de ir a la Unidad Penal 15 a las 17 horas a buscar, con el vehículo oficial de ese órgano, a un grupo de personas que documentaban a detenidos, para lo cual había asumido un compromiso personal con entidades oficiales afectadas a dicho operativo de documentación. O sea: Galarreta pretendía que el personal trabajara de chofer de los funcionarios del RENAPE fuera del horario de tribunales; y más aún, que pusieran a disposición sus vehículos particulares. Más allá de los modos de don Juan, que es muy imperativo y nerviosito, lo cierto es que poner a trabajar de chofer fuera de horario a los empleados judiciales es por cierto una tarea cuasi imposible. Ya sabemos que la atención del Estado es en fracción horaria matinal, y hasta ahí nomás.
Muchacho loco III. Nada nuevo en los choques de los judiciales con Galarreta, quien forzó un conflicto por la desafectación de Alberto Ortiz de la planta de ese juzgado, por mayo de este año. Parece ser que Su Señoría no admitía que Alberto Ortiz se negara a pelarle una fruta o quitarle la cáscara a un huevo duro, batirle un café o realizar tareas de ordenanza, si bien Ortiz padecía y padece una afección crónica de salud constatada por la Dirección de Sanidad. La experiencia y saber personal del magistrado lo llevaba a afirmar que conocía de enfermedades crónicas que se habían curado, y que ese no era el caso de Ortiz. Galarreta sabe de enfermedades crónicas y su cura mágica, y los judiciales hacen de no quitarle la cáscara al huevo o a la naranja una cuestión crucial en su idea de su rol en la sociedad. Insistimos: traigan urgente a los psiquiatras de la Corte, que los necesitan con suma urgencia.
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