Un acuerdo en ciernes I. Es el que promueve el Ministerio Público Fiscal en el fuero federal por la denuncia que, en su momento, trajo tanta atención mediática, referida a la incorporación de choferes en la empresa Peralta Ramos que constituían una «planta fantasma» de personal. El tema en cuestión surgió de una denuncia presentada por una persona que fue judicialmente promovida por el abogado Julio Hikkilo, personaje de aristas inquietantes.
La cadena de corte y pegue se lanzó como una fiera hambrienta sobre este tema que ahora se está por cerrar con un acuerdo de partes —incluida una probation— que lo deja al letrado airado como un bonobo en el día del debut, y fuera de juego.
Un acuerdo en ciernes II. El enojoso tema es llevado adelante por el abogado Germán Corti, quien alineó la reparación al Ministerio de Transporte integrando todos los montos en cuestión y todas las compensaciones por los costos infligidos. Interviene Fernando Machado Pelloni, un juez ad hoc de Comodoro Py, ya que los locales claramente no califican para tan delicado tema. El magistrado en cuestión debió darle una severa advertencia al abogado penalista que está bajo las órdenes de Julio Hikkilo en este tema. La cuestión, es que el letrado leía un libelo hablando de un acuerdo a las espaldas del pueblo cuando fue interrumpido por el juez, quien le recordó que esta en un tribunal de la Nación, ante letrados de las partes en medio de un trámite judicial ordinario en el marco de las leyes votadas en el parlamento. La cháchara, es para la gilada. Cuando hay alguien que sabe, no hay margen para las sonseras, criollas o no.
Según pasan los días. Ya pasaron dos semanas desde que la Cámara Federal, en un sesudo fallo que lleva las firmas de Tazza y Jiménez, determinó la inexistencia de delitos de lesa —o de otro orden— por parte del juez Pedro Federico Cornelio Hooft durante los años del proceso. Los inquietos de siempre en las prietas manzanas de las sombras aguardan el texto de fabulosa enjundia que escribirá su yerno, el bueno para nada —y algo menos— Carlos Balmaceda, al respecto. Quizá su texto se conozca cuando se cumplan los seis meses que le faltan para jubilarse y, tal como pactó con el Intendente, se vaya de su función. Siempre espalda con espalda el «bro».
Boca floja. Algo así es el decir de Gerardo Morales. Sólo a un boca floja se le da por decir que él es militante, que representa «la política» y que, según él, no le van los CEOs. Curioso, porque el hijo mayor es precisamente CEO de un emprendimiento cannabico jujeño, financiado con fondos públicos: Gastón Morales —nunca emprendedor, CEO de la política—. El que le contestó preciso y certero, fue Javier Iguacel: «normalmente, para ser CEO hay que estudiar mucho, trabajar duro, ser honesto y liderar gente de distintas culturas llevando adelante planes con objetivos claros». Un dato que mata relato, lo brinda el economista Eduardo Jacobs: «el 86% del gasto de Jujuy son recursos coparticipables, sólo tres provincias están por encima de dicho porcentaje: Formosa, Santiago del Estero y Catamarca». Los logros más destacados de la gobernación Morales, son consecuencia de las políticas «liberales» del gobierno de Mauricio Macri
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