De cercos y pretensiones. El cerco que grupos piqueteros mantuvieron esta semana en torno a la municipalidad de General Pueyrredón es un dato inocultablemente político.
El vecino de San Isidro, Guillermo Montenegro, afirmó sin ponerse colorado que era “una responsabilidad de Arroyo”. Parece no estar al tanto de la actitud de Florencia Ranellucci, autoridad en Mar del Plata del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, quien no concurre siquiera a las audiencias de conciliación. La funcionaria deja a las autoridades locales solas frente a un desafío político complejo en época de elecciones. Está claro que el espíritu de conciliación exhibido por los fiscales burla la manda de la corte provincial, muy clara al respecto de la ocupación de la vía pública. En este marco, los representantes del intendente dejaron en claro que la comuna cumple y que las organizaciones han recibido más contratos y dinero que en los pasados años. Así y todo, por razones que no están a la luz del día, el cerco y corte de la vía pública sólo comenzó a levantarse hace pocas horas, tras una persistencia sospechosa.
De cercos y pretensiones II. Los grupos, está claro, actúan de manera coordinada. Entre otros validadores está Raúl Calamante, del CTA, que —hasta donde se conoce— es una organización sindical que poco y nada tendría que ver con la matriz del reclamo de asistencia social. Otro dato: el núcleo de los reclamantes está representado por Cesar Sivo, abogado no dado a la caridad pública por cierto. Particular impacto generó en la autoridad judicial conocer las cifras que manejan las organizaciones sólo en contratos de obra, el aumento en un año del 298% en los montos contratados, y que los pagos están al día aún con atrasos en las partidas por parte de nación y provincia al municipio.
Acuerdos y desafíos. Vilma Baragiola ha guardado silencio en las horas posteriores a la confirmación de la lista que encabeza en disputa con la propuesta que apaña la gobernadora Vidal. Se habla de la necesidad de acordar el discurso entre los sectores internos que quedaron representados. Un detalle: la lista, según se lee, está conformada para obligar a todos los grupos a trabajar en la candidatura de Vilma y evitar la tentación de mirar para otro lado o directamente reunir voluntades para otro candidato.
Acuerdos y desafíos II. Que todo vale, todo vale. Si no, véase la presencia de Ricardo Burzaco —número dos de Patricia Bullrich— en Mar del Plata buscando instalar la idea de que hay una participación de Montenegro en la lucha contra el narcotráfico en la ciudad. O la imagen que corrió por toda la política que muestra la mesa en la que, con predominio de la figura de Emiliano Giri —de sonrisita canchera— se ve reunidos a los funcionarios de Arroyo Gustavo Blanco, Christian Rabe, Sergio Andueza, Mariano Bowden e, insólitamente, Hernán Alcolea. El ex concejal es director del área que coordina con las cooperativas de la comuna y, cuando menos —se señalaba en el Palacio—, debía estar poniendo la cara en las reuniones que se llevaban adelante en ese momento para destrabar las acciones que plantan organizaciones “sociales” en torno al municipio. Un periodo extraño en donde todo se mezcla mal y de manera poco ética.
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