La misiva. Llegó al director de este medio por WhatsApp (todo cambia) un extenso texto elaborado por Carlos Rottemberg en el que fija su posición sobre la controversia en relación al cobro de la tasa por publicidad que pretende percibir la comuna de General Pueyrredón.
Irónica, la buena pluma relata entre otras cosas el interés de la diputada Raverta por el tema. Cuenta que la misma se apropincuó a conversar con el autor para hacerle saber que, como dirigente de Unidad Ciudadana, no coincide en la posición de percibir tasa alguna por la actividad teatral. Vendría a ser como si, estando en un el quirófano a punto de comenzar el cirujano la operación, viniera el recepcionista del nosocomio a preguntar si está todo bien y opine sobre la técnica del profesional. Estertores de un tiempo que fue y ya nunca más será.
Intereses varios. La hija de Mario Montoto —e hija del corazón (hoy partido) de Adela Segarra—, Fernanda Raverta, dice que sí o sí esta es su oportunidad para campeonar y ser electa para la intendencia de Mar del Plata. En ese predicamento, doña Fernanda se anota en todas: ahora se sumó a la petición para que el Estado Nacional organice y banque el rescate de los ocho tripulantes del pesquero Rigel hundido en julio de 2018. Todos hemos visto al grupo de personas que ante la Catedral de los santos Pedro y Cecilia pide firmas para este fin, que ahora Raverta transforma en petición política. No se sabe si sólo es cruel e irresponsable, o ignora todo sobre biología. Un atropello al sentido común con el sólo propósito de la exposición pública.
De movimientos y cruces. En Unidad Ciudadana —en tanto crece el mito de que el poder está ahí, a tiro de elección— la ambición se agita intensamente. En ese marco el escriba de deportes y fan de Víctor Hugo Morales, Vito Amalfitano, puja por ser el número uno de la lista de concejales, creando incordio interno en el siempre variopinto PJ lugareño. Por otra parte, la edil Marina Santoro, que ya se ve renovando la banca, módulos mediante —para asegurar los recursos necesarios—, luce otra figura, corte de cabello y peinado de estilo, y se lanzó intensamente a una reforma costosísima de su oficina en el consejo que es la comidilla de todo el cuerpo. Los entendidos dicen que, estando a finales de su mandato, de no ser porque se juega una fija a la reelección, tamaña erogación no tiene justificativo. Cosas vederes…
De educación y negocios. Para la semana que inicia están citados al recinto del concejo deliberante los secretarios de Hacienda Hernán Mourelle, de Educación Luis Distéfano, y de Gobierno Alejandro Vicente. Sorpresas te da la vida, se pondrá en escena el informe de la Secretaría de Educación que revela gravísimos actos de desorden administrativo, siendo alguno de ellos pasibles de denuncia penal. No alcanzarán los denuestos —como los que se lanzaron en contra de Mourelle en la Comisión de Educación— para tapar los hechos. Nada será igual.
Impacto. El que provocaron los dichos de Antonio Toledo, que habló de la situación de su empresa con franqueza pocas veces vista. Según el empresario, la situación no da para más y casi, casi, que anunció el cierre de la empresa luego de 54 años de batalla. Sería un más que triste final para una saga de lucha fenomenal.
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