"Leo esta en la enfermería con suero por un cuadro de deshidratación". La frase pertenece al capitán Daniel Orsanic, y no hace más que describir de forma concreta y sencilla lo que fue el andar del equipo argentino de Copa Davis en el tercer día de la hasta ahora empatada serie frente a Brasil. Mayer protagonizó una verdadera epopeya en una guerra de 6 horas y 42 minutos donde luego de desperdiciar diez match points logró derrotar al incansable Souza con un 15-13 en el último set. Cinco setts y triunfo para seguir vivo: 7-6 (4), 7-6 (3), 5-7, 5-7 y 15-13. El Yacaré y el brasileño se metieron en los grandes libros, protagonizando el single más largo de la historia de la Davis.

Del Potro, Berlocq y el resto del equipo lo vivió a pura euforia desde las tribunas de Tecnópolis, y los que se quedaron afuera, como Mónaco, alentaron desde casa. “Grande Yaca carajo”, expresó Pico en su Twitter tras el 2-2 conseguido por Mayer. Por largas horas, el mundo del deporte quedó paralizado con lo que fue una victoria que quedará en la historia, más teniendo en cuenta que del otro lado estaba Brasil.

El desahogo fue inmenso pero casi no quedó tiempo para la celebración. Al rato de que Mayer dejó la cancha, entró Delbonis, el elegido por Orsanic para definir la serie. El pibe pisó el polvo de ladrillo como si tuviera la experiencia de un veterano y rápidamente se puso 3-0, para demostrarle a Bellucci que no había venido a pasear. Mantuvo el ritmo y conquistó el primer set por 6-3, pero la falta de luz obligó a suspender.

Del Potro, más metido que nunca en el equipo, canceló su vuelo a Estados Unidos para estar presente en lo que puede ser una definición épica. Se ganó un punto determinante en el que hubo que transpirar de lo lindo, pero todavía falta. El lunes, desde las 11 y con entrada gratuita, Delbonis saldrá a respaldar todo lo logrado por el Yacaré en los dos días que le tocó participar. A puro sufrimiento, llegamos hasta acá. Un esfuerzo más (y después, cuartos de final con Serbia)...